El sector crítico de CSI desautoriza al nuevo secretario general por haber aplaudido a Tajani

Pablo Batalla Cueto REDACCIÓN

GIJÓN

Los críticos impugnarán el reciente congreso por considerarlo «plagado de irregularidades» y rechazan a Nacho Fuster, a quien consideran poco implicado en la actividad del sindicato

14 jun 2016 . Actualizado a las 14:23 h.

El sector crítico de la Corriente Sindical d'Izquierda impugnará judicialmente «en los próximos días» el VII Congreso del sindicato, recién celebrado y en el cual Samuel Fernández ha sido sustituido como secretario general por Nacho Fuster, candidato respaldado por la ejecutiva saliente.

La preparación del congreso, argumentan los críticos, «ha estado plagada de irregularidades, ya que en diversas empresas no fue convocada ninguna asamblea de afiliados para designar delegados, sino que estos fueron escogidos unilateralmente a dedo por los responsables de la sección sindical de común acuerdo con Samuel Fernández».

Los denunciantes vierten asimismo duras críticas sobre Fuster, de quien consideran «desconcertante que haya sido considerado como una persona válida para dirigir un sindicato de clase». Nunca participó, aseguran, activamente en la vida del sindicato ni en sus órganos de dirección, pero un momento concreto despierta especialmente sus iras: el acto de reinauguración, en abril de 2015, de la calle Miguel Hernández de Gijón como calle Antonio Tajani en homenaje al eurodiputado italiano cuyas gestiones contribuyeron a resolver a favor de los trabajadores el conflicto abierto en la empresa Tenneco cuando sus propietarios anunciaron el cierre, finalmente pospuesto, de la emblemática planta gijonesa.

Se da la circunstancia de que Tajani es cofundador del partido derechista Forza Italia, liderado por Silvio Berlusconi: ello explica que los críticos de CSI afeen a Fuster su participación en un acto que además suponía expulsar del nomenclátor gijonés al malogrado poeta de Orihuela, uno de los grandes símbolos de la izquierda española, y en el que además estuvieron presentes numerosos políticos locales, desde la alcaldesa forista Carmen Moriyón hasta el presidente y el consejero de Industria del Gobierno regional socialista, Javier Fernández y Graciano Torre. «Un sindicato que se sitúa en el espacio de la izquierda alternativa» no puede, claman los críticos, escoger «conscientemente como secretario general a alguien que justo hace un año aplaudía a los políticos que hundieron Asturies».

En opinión de los críticos, la renovación de la ejecutiva del sindicato es solamente «estética»: no habrá, opinan, «renovación real mientras no se alteren las estructuras informales de poder en la CSI, que no están en las reuniones formales de la Ejecutiva sino en otros espacios menos visibles, como el despacho de Acción Sindical, donde se hace y se deshace sin que fluya la información».