¿Un Central Park para Gijón?

Pablo Batalla GIJÓN

GIJÓN

Un aspecto del parque del Tren de la Libertad, en Gijón
Un aspecto del parque del Tren de la Libertad, en Gijón

Una campaña pide en Facebook volver definitivo el parque provisional del «Solarón» del Plan de Vías gijonés. El arquitecto Jovino Martínez Sierra y la Asociación de Vecinos Laviada se muestran a favor de la propuesta

05 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que lo temporal se vuelva permanente: tal es el propósito de los impulsores de una campaña que, a través de las redes sociales, promueve que el Solarón del Plan de Vías gijonés, una amplia parcela de unas cuarenta hectáreas, no sea urbanizado, sino arborizado. Actualmente, el terreno liberado con la desaparición de las viejas vías de tren espera compradores y mientras tanto ha sido acondicionado por el Ayuntamiento como un desangelado parque provisional: una mera extensión de césped sin árboles ni más equipamientos públicos que un puñado de bancos y farolas y sendos caminos para conectar los dos barrios limítrofes otrora separados por el ferrocarril, Laviada y Centro.

«Esperemos que nadie compre las parcelas», suspiran en Facebook los creadores de la página «Central Park para Gijón» y Leopoldo Iglesia, promotor de una campaña en Change.org en la que pide al Ayuntamiento que se haga cargo de la parcela «y evite la especulación, creando así un gran pulmón verde más, que haga de Gijón la ciudad con más zonas verdes para sus ciudadanos». Una de las megusteadoras de la página de Facebook expresa así su opinión al respecto: «Ojalá se logre un parque central que ponga a Gijón en el número 1 de las ciudades con los mejores espacios verdes y calidad de vida». Otra pide lo siguiente: «Árboles, porfa, y nada de edificios torre ni de centros comerciales, que ya tenemos para regalar». Otro incluso pedía el mes de diciembre pasado una campaña de desobediencia civil en forma de grupo de gente que plantara los árboles unilateralmente, y el administrador de la página se mostraba entusiasmado con la idea: «Ya miré el Código penal», decía, «y no está penado: igual alguna multa por una ordenanza municipal, pero nada más. Sería simpático hacerlo, me gusta».

De momento, los dioses parecen ser propicios a los promotores y suscriptores de esta campaña: las dos porciones del Solarón puestas en venta el 12 de marzo de este año, denominadas H1 y H2 y destinadas a la construcción de seis bloques de edificios, no encontraron en los sesenta días de plazo subsiguientes un solo comprador por más que el Ayuntamiento lanzara una sugerente campaña publicitaria incidiendo en lo irrepetible de una parcela de esas dimensiones en pleno centro de la ciudad.

El Central Park gijonés no es, en consecuencia, una quimera, y tampoco es ya solamente el deseo de un puñado de internautas. La Asociación de Vecinos Laviada acaba de aprobar en junta directiva celebrada el jueves 23 de junio pedir al Ayuntamiento que la parcela permanezca como parque. Según explica Florencio Martín, presidente de la asociación, «las perspectivas de que llegue el AVE a Gijón son para diez años por lo menos, y los directivos de Laviada valoramos que, en consecuencia, no existe la necesidad de dinero para construir la estación que justificaba que se vendieran esas parcelas y se urbanizara». Martín resume así de gráficamente los argumentos de la asociación: «Si no hay AVE, ¿para qué coño queremos estación? Tenemos estación de sobra con la que hay».

Una gran oportunidad

Ya antes de que los terrenos liberados por la desaparición de las vías fueran acondicionados como parque provisional hubo voces que se alzaron en la ciudad en demanda de un Central Park playu. Una de las más autorizadas fue la del arquitecto gijonés Jovino Martínez Sierra, que en 2012, cuando se debatía qué hacer con el Solarón tras la demolición de la vieja estación de tren de la Plaza del Humedal, oponía a la propuesta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón de un gigantesco parking la de «un espacio nuevo, dinámico y polivalente, capaz de albergar distintas actividades y en el que los distintos sectores sociales de la ciudad se involucren».

Hoy, la opinión de Martínez Sierra sigue siendo exactamente la misma. «Los espacios verdes», dice, «nunca sobran en ninguna ciudad, y nosotros somos una ciudad que tiene muchos metros cuadrados de espacio verde pero los tiene en zonas limítrofes: el Parque Fluvial, El Lauredal, Los Pericones? No los hay en el corazón de la ciudad, y yo creo que en ese sentido bienvenido sea ese Central Park». En su opinión, «Gijón ha sido en muchos casos una ciudad de oportunidades perdidas, y ésta es una gran oportunidad de transformación que tiene la inusual particularidad de estar tan cerca del centro de la ciudad». Valora asimismo Martínez Sierra que «la sociedad contemporánea evoluciona muy deprisa y la ciudad, por el contrario, es una especie de gran elefante que se mueve muy lentamente y se adapta muy mal a las necesidades contemporáneas. En Gijón tenemos la oportunidad de plantear un proyecto piloto diferente, muy contemporáneo y muy interesante».

Un parque, pero, ¿qué parque? La idea de Martínez Sierra es la siguiente: «Yo no veo solamente un espacio verde, sino uno que evidentemente combine zonas verdes muy amplias con otras que sean lugares de actividad social: lugares donde se pueda hacer deporte, diferentes actividades al aire libre... En resumen, un espacio multifunción de convivencia social ágil y barto y que, además, cosa los dos barrios implicados».

Una posibilidad sería la construcción de un centro municipal integrado, una piscina municipal o ambas cosas para los barrios Laviada y Centro, que a diferencia de otros como El Llano, El Coto, Pumarín o La Calzada no disponen de equipamientos de esas características desde el cierre de la piscina municipal Panchano en 2008. La Asociación de Vecinos Laviada viene reclamando desde hace algún tiempo la construcción de uno en los antiguos juzgados de la calle Prendes Pando, hoy vacíos y abandonados, pero Florencio Martín se muestra partidario de hacerlo en el Solarón, toda vez que sería más céntrico aún y «vendría bien para todo Gijón».

Jovino Martínez Sierra tampoco descarta la construcción de algún edificio, ni siquiera de los edificios-torre de los que abominan los suscriptores de la página de Facebook. «Son», dice, «más sostenibles y liberan más espacio verde, con lo cual tenemos más espacio colectivo. El parque y los edificios no son dos cosas incompatibles: puede haber las dos cosas». En cualquier caso, se haga lo que se haga, Jovino Martínez Sierra considera que debe ser el producto de una decisión global, ciudadana; de un proceso participativo en el que se escuche la opinión de los gijoneses, un modus operandi que a su juicio no es habitual: «El urbanismo siempre se ha estructurado en base a intereses económicos, y ésta es una oportunidad para reflexionar sobre lo que deben ser los espacios públicos de la ciudad actual buscando una sintonía con las demandas reales de los ciudadanos en relación a la ciudad».