FICX54: cine de altura para compensar el «año del bajón»

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

Una imagen de «Paraíso», de Andrei Konchalovsky
Una imagen de «Paraíso», de Andrei Konchalovsky

Konchalovsky, Bellocchio, Mendoza, Wolff o Zannou, que trae estreno mundial para la clausura, dan lustre a la Sección Oficial del un certamen reducido «a lo esencial» por los recortes

10 nov 2016 . Actualizado a las 15:20 h.

Andrei Konchalovsky, Marco Bellocchio, Brillante Mendoza, Sacha Wolff, Mercedes Sampietro, Santiago Zannou... A solo nueve días de la inauguración del 54 Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), parece llegado el momento de que los nombres propios -algunos, en verdad grandes- empiecen a robar titulares a los bajones presupuestarios, los ceses y los concursos, las quinielas de candidatos y las incertidumbres organizativas de un certamen que en los últimos meses ha sido noticia permanente a su pesar y por motivos no exactamente cinematográficos.

La presentación, este mediodía, de la Sección Oficial a Competición del FICX54, ha servido para que Nacho Carballo -responsable aún del certamen mientras dure el año- consiga poner los focos en los 15 títulos en liza (más el largo de clausura). También en el anuncio del estreno absoluto de Muna, el largo con la que Santiago Zannou cerrará, fuera de concurso, el certamen (y en el enigma sobre el modo en que «la película nació en Gijón», que el propio Zannou se encargará de desvelar cuando regrese a Asturias, donde hace unas semanas rodaba el anuncio de la Lotería Nacional de este año). O en la concesión del Premio Mujer de Cine, que recibirá Mercedes Sampietro

Pero, con todo, no ha habido forma de que el propio Carballo y Jesús Martínez Salvador, concejal de Festejos y responsable de la organizadora del FICX, Divertia; esquiven las peculiares circunstancias que ensombrecen la 54 y le dan un cierto aire de interinidad o, al menos, de transición.«No ha sido fácil», han repetido, cada uno, con idénticas palabras sobre la organización de un festival que, además de ver cesado a su director in media res, ha tenido que apurar hasta fechas límite el alquiler de los cines Centro, su sede habitual, cerrada desde hace casi dos años

Adiós al diario

Así, el edil forista ha recalcado que el recorte del 40 por ciento respecto a lo gastado el pasado año -que deja el presupuesto en 800.000 euros- no se corresponderá con una proporción similar de mengua en los proyecciones. Sí que desaparecerá uno de los elementos más queridos para los aficionados: el casi mítico diario del FICX, que ha sido sustituido por una única publicación gratuita que se difundirá mañana, coincidiendo con la puesta a la venta de las localidaes. Por primera vez, se ofrecerán gratuitamente 400 localidades para las galas de apertura y clausura, que podrán ser retiradas, a razón de un máximo de dos por persona, dos días antes de las respectivas sesiones.

Carballo, por su parte, ha tenido que recurrir a una aparente tautología para hacer llevadera la desaparición de ciclos secundarios, exposiciones, charlas o actividades complementarias que, ha tenido que admitir, son «accesorias» en un festival de cine que consiste «en esencia» precisamente en eso: en «programar cine». Y el que -secciones paralelas y secciones oficiosas aparte- se exhibirá en la más visible e identificativa sección del FICX de este año incluye pesos pesados. Konchalovsky -se ignora aún si vendrá- concursa con Paradise, el estilizado drama en blanco y negro sobre el Holocausto que se llevó el León de Plata. Marco Bellocchio trae Fai bei sogni, después de la sugestiva Sangre de mi sangre. El filipino e abonado al FICX Brillante Mendoza tripite en Gijón con Ma'Rosa. El bosnio Danis Tanovic compite con su adaptación de Bernard Henry-Lévy Hotel Europa y, cosa insólita, el cine español hace hat-trick en la sección. Migas de pan, producción hispano-paraguaya de Manane Rodríguez y Sicixia, de Ignacio Vilar, se las verán en competición, y Muna, de Santiago Zannou será la que cierre el ciclo y el festival que el día 19 habrá abierto Layla M, de Mijke de Jong. A esos nombres propios hay que añadir este año con letras de molde el del italiano Matteo Garrone, que contará con retrospectiva.

Miradas a la actualidad, incursiones de la ficción en el documento y viceversa, todo tipo de estilos y tratamientos -menos los más convencionales- y alternancia de cinematografías internacionales, este año con clarísimo predominio de Europa -un 75% del programa- definen el panorama de los largos a concurso este año. Los cortos serán 17, con abundancia de joyas premiadas en distintos festivales y el honor, para la organización, de contar un año con el certificado de Certamen Seleccionador que expide la Academia de Hollywood.

Nacho Carballo ha revelado algunos otros de los nombres propios que estarán en Gijón este año. La actriz y exdirectora de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Mercedes Sampietro, como galardonada con el Premio Mujer de Cine. El periodista Toni Garrido como presentador de la gala de apertura. Santiago Zannou, para dar a conocer su estreno mundial. El resto, confidencial por el momento.

Y finalmente, dos datos halagüeños para compensar los inconvenientes. La recuperación de la colaboración con la Universidad a través del ciclo de charlas co-organizado con la Cátedra Leonard Cohen, «Diálogos entre cine y universidad», que se desarrollarán en el campus politécnico, y las cifras de películas que aspiraron a estar en el festival: 600 largos y 1.800 cortos.  Al menos ahí si se fue al alza.