Viajeros de otro tiempo, reivindicaciones de ahora mismo

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

La Plataforma SOS Tren Asturias organiza un vistoso viaje y un acto festivo con personajes populares tradicionales entre Avilés y Gijón con parada en Carreño. Defiende el mantenimiento y la mejora de los ferrocarriles, en especial la vía estrecha

13 ene 2017 . Actualizado a las 20:56 h.

Al menos desde que nació la Semana Negra, Gijón está acostumbrada a que al menos una vez al año su estación de ferrocarril se transforme en un escenario en el que desembarcan la fiesta, la cultura y la reivindicación. Pero esa mezcla nunca había desembarcado en andén de vía estrecha. Hoy lo ha hecho. El tren de las 13.36 de la línea Pravia-Gijón de FEVE se cargó en Avilés y Candás de un peculiar pasaje que parecía sacado de una versión asturiana de Amanece, que no es poco y que protagonizó una «toma provisinal» del vestíbulo de la estación de tren gijonesa en un acto organizado por la Plataforma SOS Tren Asturias. Guardias civiles de los de antes, monjas y monjes, zabarceras, pescaderas, burgueses endomingados, paisanos, boy-scouts y hasta un ciego de los de los cantares con su lazarillo metiéndose con mucha convicción en sus papeles. Todo para denunciar «la situación de extrema gravedad en la que se encuentra el transporte de cercanías por ferrocarril, especialmente la antigua FEVE en Asturias».

 Lo explicaba en su reverso el facsímil de un billete de tren entre Candás (Apeadero) y Gijón de los que costaban ocho pesetas, y que portaban todos los viajeros. También, en sus palabras, la eurodiputada de Podemos Tania González, que también realizó el recorrido al igual que la alcaldesa de Carreño y ediles de los concejos afectados, a los que esperaban en Gijón representantes de la izquierda municipal y movimientos vecinales. «No solo defendemos el mantenimiento de esta línea y del ferrocarril convencional, sino su mejora y la apuesta pública por el ferrocarril, el servicio público más ecológico, más accesible y que genera cohesión territorial y vertebración social», manifestó al final del acto la eurodiputada, recién nombrada vicepresidenta del grupo de Izquierda Unitaria Europea en la Eurocámara.

Tania González añadió que esas han de ser las directrices «en función de las cuales se mueva la política de infraestructuras, y no solo el beneficio privado», y resaltó la oposición de la izquierda europea al recientemente aprobado «Cuarto Paquete Ferroviario»: «Un intento más por liberalizar y privatizar el sistea público de transporte a nivel europeo» que copia «el modelo británico consistente en separar el gestor de infraestructuras y manteinimiento del operador ferroviario», abriendo este último a la privatización y el concurso.

Es un modelo que, según la eurodiputada avilesina, «no ha funcionado» y ha generado «inseguridad, accidentes, descoordinación por la fragmentación del servicio y subida de precios, hasta el punto que el gobierno ha tenido que volver a comprar líneas». «Lo que funciona es el sistema público», ha defendido Tania González. Lo mismo que, antes que ella, pero en verso y con música, ha cantado el ciego en sus aleluyas y un grupo de vecinas, autoras de una Reivindicación contra el cierre de la línea de tren (Antiguo Carreño).

Disfrazadas de monjas o paisanas, aseguraron que utilizarán «todos los medios» a su alcance para defender un tren que une pueblos, es «limpio y pulcro»  y permite «compartir espacio con enseres y animales». Eso sí, mejorando trazados y unidades, duplicando vías, compatibilizando horarios con las necesidades de los usuarios y acabando con retrasos y cancelaciones de servicios, horarios e itinerarios. Dicho también con humor y en verso.