Oenegés, ciudadanos y militantes presentan su borrador de cautelas con la Renta Municipal

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

Un momento de la reunión informativa sobre Renta Municipal de XsP
Un momento de la reunión informativa sobre Renta Municipal de XsP

El encuentro informativo organizado por XsP horas después de darse a conocer los planes de Foro para las ayudas revelan desconfianzas hacia un plan cuyas limitaciones admiten los morados

24 ene 2017 . Actualizado a las 07:39 h.

En Gijón podría haberse «abierto una puerta hacia un cambio de modelo en los servicios sociales». Puente, pero también admite que no es una puerta que vaya a girar sin dificultades, que todo el mundo vea abierta en la misma medida, o considere exactamente como la que había que abrir. Su uso y disponibilidad van a requerir, en todo caso, una cuidadosa explicación a los ciudadanos ante el mucho ruido y expectativas que está generando la ahora llamada «Renta Municipal Gijonesa». Y por tanto ante las muchas posibles decepciones. 

Lo admitió anoche Estefanía Puente, la concejala responsable de cuestiones sociales en XsP ante oenegés y asociaciones locales, trabajadores sociales, destinatarios de diversos tipos de ayudas sociales y ciudadanos en general. Muchos de ellos pusieron un cerco de cautela y, en algún caso, mostraron su escepticismo e incluso su rechazo ante el programa de ayudas sociales que XsP e IU han incrustado en la agenda local como uno de sus temas estelares, con permiso del Plan de Vías.

Todo ello se puso de manifiesto ayer tarde en el encuentro informativo organizado por XsP en el colegio Jovellanos, apenas unas horas después de que el gobierno local de Foro presentase por fin a los grupos políticos lo que Estefanía Puente describió como el «esqueleto» de la Renta Municipal; un programa de ayudas que, según admitió su secretario general y portavoz, Mario Suárez del Fueyo, «avanza con contradicciones», pero es «un paso importante, y ha abierto un debate social que está calando y que era impensable hasta hace unos meses» en la ciudad. Le escuchaban, entre otros, representantes de organizaciones como la Fundación Secretariado Gitano, Siloé, Mar de Niebla, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social o el Albergue Covadonga, además de técnicos o militantes.

Herramienta, aún no derecho

Ante todos ellos, Estefanía Puente admitió que el inminente sistema de ayudas está aún lejos de ser el derecho garantizado «para cubrir las necesidades básicas de todos los que más lo necesitan» que pretende XsP, pero también que va a ser «una herramienta más de lucha contra la pobreza que va a darle una vuelta al modelo que existe y que va a aligerar las cargas del bolsillo de muchas familias en Gijón sin que nadie quede excluido». Puente repasó los pros y contras que su grupo ya había expuesto a lo largo de la jornada, consciente de que el documento «aún necesita mucho trabajo» y no estará perfilado del todo hasta la nueva reunión de los grupos, el día 7 de febrero.

Hasta entonces, XsP quiere reuniones informativas, cuantas más mejor, y espera aportaciones. Las que se recibieron ayer no fueron estrictamente técnicas en casi ningún caso, aunque ya hubo quien advirtió de los quebraderos de cabeza burocráticos que pueden darse con requisitos como el control del censo de los beneficiarios.  Hubo argumentos de todo tipo: de mucho fondo político; políticos, pero más pegados al día a día municipal, con un par de llamamientos a la precaución ante la conducta de Foro; organizativos y o meramente prácticos, por parte de los posibles perceptores de la Renta.

Algunos de ellos expresaron su desconfianza en la puntualidad del ayuntamiento a la hora de abonar los pagos y otros atacaron la base misma del cálculo de las ayudas, referido al llamado Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que consideran como un indicador inexacto e incapaz de reflejar realidades familiares complejas, que van más allá de la mera percepción de los 532,21 euros de base, o de sus múltimplos en función del número de integrantes de la unidad familiar. De modo análogo, hay a quien ya preocupa qué pasará si las ayudas finalistas anuales que incluye la Renta ya se han agotado y surge alguna otra necesidad: cómo se percibirán y cómo se devolverán, en su caso.

Sin contraprestación

Más de un usuario del turno de palabra recordó que el objetivo final -la Renta Básica Universal- queda aún «muy, muy lejos» y que bien se podría estar haciendo «sensacionalismo político y social» enmascarando el debate de fondo entre «un modelo asistencialista y un modelo de derechos». Y también en más de una ocasión se recordó que el blindaje de la Renta Municipal como un derecho evitaría «que desapareciese de los presupuestos según quien gobierne», y que esa consideración como derecho excluye también toda contraprestación o control; en particular, el condicionado por la demostración de que se está buscando un trabajo «que en muchos casos nunca se va a encontrar».

En todo caso, el encuentro vino a ser la contrapartida exacta del documento conocido a mediodía de ayer: al borrador del proyecto le correspondió también un primer borrador de prevenciones, desconfianzas, peticiones y cautelas que irán cogiendo fuerza o siendo descartadas al mismo tiempo que se define lo que será una medida pendiente de coger aún sus rasgos definitivos. Algo que podría ser dificultoso incluso en el propio interior de Foro donde, según Mario Suárez del Fueyo, pugnan estos días «dos líneas» cuyos representantes o posiciones rehusó precisar.