La decana del colegio, Sonia Puente, reclama un plan especial conjunto para abordar la brecha ferroviaria y la continuidad urbana con La Calzada en un detallado documento de alegaciones
16 mar 2017 . Actualizado a las 19:24 h.Suturar la «llaga» urbanística del trazado ferroviario entre el este y el oeste de Gijón y dar continuidad al área de La Calzada con el resto de la ciudad son el «gran proyecto pendiente de la ciudad», y el Plan General de Ordenación (PGO) de Gijón debería hacerse cargo de ello como la principal de sus prioridades a través de un plan especial. Así lo manifiesta el documento de alegaciones que hoy presenta el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias (COAA) en su sede gijonesa, como resultado de la ronda de contactos que en los últimos meses han mantenido el grupo de arquitectos y urbanistas denominado «Hablemos de Gijón» con asociaciones de vecinos y partidos políticos.
El texto considera «dramático» que los asuntos mencionados «no estén siendo el tema central del Plan General y del Plan de Movilidad», y así lo ha defendido la decana del COAA, Sonia Puente, durante un acto en el que también ha señalado la conveniencia de una segunda exposición pública del segundo Documento de Aprobación Inicial que resulte de un periodo de alegaciones en el que son previsibles «aspectos sustancialmente diferentes». Solo así, sostienen los arquitectos, se podrá solventar «cualquier incertidumbre jurídica» y general el consenso que el Colegio considera asimismo imprescindible.
Actuación conjunta
En su apartado denominado «La ciudad construida», el COAA defiende la necesidad de afrontar «de manera conjunta» tres grandes actuaciones: el Metrotrén y su extensión hasta Cabueñes, el Plan de Vías y la regeneración e integración «a medio plazo» del área de Mora-Garay. Para ellas reclama «una estrategia coordinada y consensuada que cuente con el respaldo de la ciudad» y que permita «desbloquear las actuaciones pendientes». No ahorra en este punto un tirón de orejas al ayuntamiento: «La corporación debe hacer sus deberes, llegar a acuerdos, internamente y con las demás Administraciones y organismos implicados», añade el documento.
Otra de sus críticas apunta al enfoque de la edificabilidad, cuyo aumento en el PGO en curso considera «injustificado» y «desmedido» respecto al plan previamente anulado. El COAA apuesta por permitir mayor ocupación en planta sin aumentar edificabilidad. También defiende la necesidad de proveer bolsas de suelo urbanizable, aunque señala que la prioridad está en regenerar la ciudad consolidada según criterios de sostenibilidad, rehabilitación y renovación urbana.
Olvido del área rural
Un tercer frente crítico está en el «olvido» del área rural como zona productiva, mucho más allá del debate sobre la edificabilidad mediante operaciones de baja densidad. Los arquitectos reclaman al Plan que «ponga en valor el suelo rural», cuyo potencial productivo y económico se hallan «en conflicto» con los demás desarrollos en un territorio que es «mucho más que la sucesión de asentamientos dispersos de viviendas y áreas protegidas».
Respecto a la tramitación administrativa del PGO, el documento de alegaciones de los arquitectos reclama la incorporación al plan del nuevo Catálogo Urbanístico, «guardado en un cajón del ayuntamiento», y del Plan de Infraestructuras para la Movilidad Sostenible y Segura, cuya ausencia en el documento urbanístico supondría la pérdida de «una gran oportunidad» para sondear los retos de la movilidad en el municipio, actual y futura.
También reclama la COAA nuevas instancias, como una Oficina de Gestión del PGO de carácter permanente, que se ocupe del seguimiento y actualización con un equipo profesional específico, y la flexibilización del plan mediante nuevas herramientas específicas como los Planes de Barrio o los Planes de Parroquia, en el caso del área rural.