Méliès, el primer cuentacuentos del cine, «aluniza» en Gijón

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

La Fundación La Caixa dedica su clásica exposición estival a la vida, la obra y el legado del fundador del Séptimo Arte, en un doble pabellón instalado en el Náutico

15 jun 2017 . Actualizado a las 21:20 h.

«Si los hermanos Lumière crearon el lápiz, Méliès fue el primero que lo utilizó para escribir un cuento con él». El símil es de Sergi Martín, y condensa de la manera más expresiva lo que ha querido transmitir en Empieza el espectáculo. George Méliès y el cine de 1900, la exposición que ha comisariado y que desde hoy puede visitarse en los Jardines del Náutico de Gijón. Es la muestra con la que este año, puntual como cada verano desde hace 31, visita la ciudad la Fundación La Caixa: dos pabellones cuadrangulares de 100 metros cada uno en los que se condensa la historia del hombre que puso una tecnología en mantillas al servicio de una imaginación sin límites e inventó de ese modo el cine como espectáculo de masas y como industria. La historia del «primer cuentacuentos del cine» que, en sí misma, tiene también algo de cuento, casi de mito prometeico, pero este con final feliz.

Así, como un apasionante relato, ha contado la historia de Méliès y su proeza Sergi Martín en la visita inaugural de una muestra que constituye, también en sus palabras, «un viaje al pasado» y que sumerge al visitante en un ambiente penumbroso y -marca de la casa- una cuidadísima escenografía en la que se evocan ambientes de la época de entresiglos. Algo de aquellas carpas de feria donde el invento de los Lumière empezó a alimentar las crecientes necesidades de ocio de las masas ciudadanas o de las primeras salas de proyecciones en las que Méliès (1861-1938) cautivó al mundo con experiencias sin precedentes, como su maravilloso Viaje a la Luna. Precisamente, la proyección de esta pieza magistral ocupa el centro del recorrido, distribuido en cámaras en las que se reparten réplicas de cámaras, dioramas, reproducciones de fotografías y dibujos del propio Méliès, caricaturas de la época, carteles y textos. Todo ello viene a ser la versión itinerante de la gran exposición monográfica que Fundación Caixa dedicó al genio francés.

Desmintiendo a los Lumière

En ellos se reconstruye el contexto del fin de siglo: la eclosión industrial, el bum urbano, el nacimiento de la cultura de masas bajo el empuje de nuevas tecnologías, como el cinematógrafo que los Lumière inventaron, pero al que no le vieron mayor futuro tras el primer impacto. «La moda de nuestras películas durará un año, quizá dieciocho meses. Después, tendremos que buscar otro trabajo», sentenciaron. Méliès fue el primero en demostrarles hasta qué punto se equivocaban. Concentró en su nuevo instrumento de expresión todo su nervio creativo y su imaginación, mezclando en la película de cine su talento de dibujante, mago, actor, guionista… y productor y empresario con olfato para los buenos negocios también. En ese retablo fundacional del cine, el visitante asiste a tragedias como la del incendio del Bazar de la Charité, en 1897, cuando 140 personas murieron a raíz del incendio favorecido por las primitivas técnicas de proyección; un hecho que condenó el nuevo medio de ocio a las barracas de feria en las plazas de los nacientes barrios urbanos.

El relato prosigue con la forja por Méliès de la primera productora de cine del mundo, Star Films, su época gloriosa entre 1896 y 1912 -cuando produjo hasta medio millar de películas-, el momento culmen de su Viaje a la Luna, con el que fundó el cine como auténtico arte narrativo, y su declive y su ruina, presionado por la compentencia de las nuevas productoras cinematográficas con Pathé a la cabeza. Méliès quedó arruinado, quemó sus propias películas y acabó en un kiosco de juguetes en la estación de Montparnasse, momento recreado en una delicada escenografía. Pero ese no era el final que merecía. Y, de hecho, no fue el final de esta historia, que concluye con un homenaje en el que se rastrea la influencia del genio francés en los medios actuales, desde el cine al videoclip o incluso los relatos de youtubers.

Completa la exposición una serie de audiovisuales. Entre ellos, los que recogen los homenajes de una serie de bisnietos de Méliés en distintos campos relacionados con el cine y los medios audiovisuales: cineastas como Juan Antonio Bayona, Javier Ruiz Caldera y Oriol Capel; escenógrafos como Ignsi Cristià; Desirée de Fez, crítica de cine; Óscar Faura, director de fotografía, la actriz Greta Fernández, el productor Enrique López Lavigne, el publicista Fernando Mainguyague, el especialista en maquillaje y efectos especiales David Martí y el montador Jaume Martí.