Más de 15.000 firmas para exigir medidas contra el envenenamiento de perros en Gijón

E.G. Bandera GIJÓN

GIJÓN

Se entregarán en el registro municipal el sábado, día en el que está convocada una concentración en la plaza Mayor

20 jul 2017 . Actualizado a las 07:47 h.

Los casos parecen haberse multiplicado en los últimos meses y casi todas las semanas aparecen cebos envenenados. «La semana pasada fue en el ambulatorio de Pumarín, luego en la calle Ezcurdia y ayer mismo (por el martes) en la plaza de Europa. Aparecen en casi todos los barrios y pueden ser trozos de carne con veneno, veneno directamente en las zonas para perros o azufre. Ya no es solo la carne con alfileres o clavos, ahora incluso está apareciendo carne con azufre colgada de los árboles. Y es casi constantemente», explica Laura Yuste, que convive con dos amigos peludos y puso en marcha hace tres meses una recogida de firmas contra el envenenamiento de perros en Gijón que suma ya más de 15.000 apoyos. Este sábado, se entregarán en el registro municipal y, a partir de las 12 del mediodía, está convocada una concentración en la plaza Mayor para que el Ayuntamiento de Gijón tome medidas que protejan a los casi 40.000 canes (cifra que corresponde a los que tienen microchip) que viven en la ciudad.

«Que aparezca veneno en las calles y en los parques no solo es un peligro para ellos, sino también para los menores de edad que juegan en esos mismos espacios», advierte Yuste, que también puso en marcha la plataforma Basta ya de envenenamientos hacia nuestros amigos peludos en Gijón en Facebook, en donde no hay semana en la que uno de sus miembros no comparta alguno de los casos en los que aparecen cebos venenosos en los espacios públicos de casi toda la ciudad. Uno de los puntos negros, en este sentido, es el parque de Los Pericones, en donde han sido varios los propietarios de perros que han denunciado la presencia de veneno de diversas maneras. Colgar con un cordel carne con veneno de los árboles es uno de los últimos modus operandi que se ha repetido en diversas zonas de la ciudad.  

«Yo ya voy mirando siempre el suelo, no me fío»

La muerte de un perro en abril, tras ingerir babosil en la zona verde de Laviada en la que confluyen la iglesia, el ambulatorio y el colegio del mismo nombre, marcó el inicio de esta nueva campaña contra el envenenamiento de canes. Hace tres años ya se habían recabado casi 63.000 firmas a través de change.org ante la aparición de numerosos trozos de carne con veneno y alfileres o clavos en los espacios públicos y ajardinados de Gijón.

«Yo ya voy mirando siempre el suelo, no me fío», indica Yuste, que insiste en la importancia de que, ante el descubrimiento de uno de estos cebos que constituyen un delito según el Código Penal, se llame al 112 y se denuncie. «Hay que denunciarlo siempre. Han sido suficientes casos como para que se empiecen a tomar medidas», asegura. Lo habitual, una vez que se advierte a través del 112 de la presencia de veneno, es que acuda la Policía Nacional y retire el cebo para analizarlo, aunque en ocasiones como anteayer en la plaza de Europa es la Policía Local quien acude a la llamada. La colocación de cebos venenosos es un delito, pero también el esparcimiento de azufre en las calles, un supuesto repelente de orines que no lo es absoluto, está expresamente prohibido porque es peligroso no solo para los perros sino también para los humanos.

«Al ayuntamiento le pedimos que nos escuche, que busque soluciones y medidas como que haya más patrullas policiales y que se implique en el tema porque hasta que no pasa una desgracia nadie hace ningún caso», indica Yuste, que junto con una amiga abrió otra recogida de firmas en Change, en donde se suman unos 12.500 apoyos, y repartió hojas por diversos establecimientos y locales para que esta nueva campaña también llegue a quienes no hacen uso de las redes sociales. «A ver si con 15.000 firmas nos hacen caso. Al menos eso esperamos», confía Yuste.