¿De ruinas industriales a cemento del Área Metropolitana Central?

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Fotograma de «Patrimonio», serie de Marcos M. Merino para RTPA
Fotograma de «Patrimonio», serie de Marcos M. Merino para RTPA

La decana del Colegio de Arquitectos defenderá en las XIX Jornadas Incuna el patrimonio industrial como elemento cohesionador del proyecto para la zona centro de Asturias. El encuentro reunirá a más de 200 especialistas de 16 países en Gijón

26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Son ruinas industriales, vestigios de otro tiempo económico y social, o son factorías, naves, infraestructuras industriales que cumplen con su función y parecen solo eso. Pero pueden volver a la vida o ser bastante más de lo que parecen. Incluso servir como cemento aglutinante en el complejo y controvertido proyecto de un Área Metropolitana para el centro de Asturias. Así lo cree y así lo defenderá la decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente Landázuri, en la jornada de clausura de las XIX Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial que organiza la asociación Industria Cultura Naturaleza (Incuna), y que se desarrollarán entre el miércoles, 27 y el 30 de septiembre principalmente en Gijón con una densa agenda de actividades en las que especialistas de 16 países presentarán un centenar de ponencias y líneas de investigación en torno a los más diversos enfoques relacionados con este legado.

En su ponencia, Puente explorará el modo en que los restos de la industrialización en la zona pueden favorecer «la regeneración ambiental, la cohesión social y el equilibrio territorial» a partir de los debates y el trabajo que vienen desarrollando los arquitectos en el marco del Colegio. Su Plan de Proyectos Metropolitanios -que intenta transformar la «singular multipolaridad» del área central asturiana de «lastre» a «potencial de futuro»- reserva un papel al patrimonio industrial en lo que llaman la «construcción cultural» del Área Metropolitana Central.

Se trata de que el proyecto «incluya toda la riqueza del pasado y presente industrial». Elementos -sostuvo ayer la decana en su sede gijonesa durante la presentación de las Jornadas- que pueden dotar de «mayor identidad a todo aquello que hace ciudad y pone en valor entornos para hacerlos más cohesionados y más amables». El viernes aclarará de qué modo.

Es solo uno de los asuntos y de los enfoques posibles en los encuentros en torno al patrimonio industrial, que ha pasado de ser mera ruina o elemento suburbano a estar en el centro de una compleja red de interacciones en las que cabe todo lo imaginable: desde la explotación turística a la regeneración urbanística y territorial, desde la reconstrucción de identidades colectivas hasta la revalorización en clave cultural o la relectura en clave artística. De todo ello y de bastantes enfoques más sobre los vestigios de una industrialización con un enorme peso histórico y un potencial aún por explotar en territorio asturiano se hablará durante los próximos días en Gijón, pero también en Avilés o el entorno de Aboño.

Las aportaciones del encuentro se dividirán en varios bloques, conectando el patrimonio industrial con su uso artístico; con su aprovechamiento en relación a contenidos culturales; con su «apropiación social» a través de los nuevos movimientos participativos y con su función en el planeamiento territorial.  Habrá también proyecciones de documentales, exposiciones e itinerarios por LABoral, la Central de Aboño, La Factoría Cultural o el Niemeyer, en Avilés, para hacer buena la palabra que la organización ha escogido para bautizar el certamen de este año: «Criss-crossing», la expresión inglesa para describir la acción de deambular, de ir de un lado a otro.

Es lo que tendrán que hacer, sin duda, los dos centenares de inscritos y el público que se les sume durante estos días si quieren abarcar la oferta de un encuentro que quedará abierto el miércoles, 27 de septiembre en la sala 3 de Laboral Ciudad de la Cultura. En el acto inaugural intervendrán el cineasta asturiana Marcos M. Merino, autor de la laureada ReMine, el último movimiento minero y de la serie documental Patrimoniu, una producción de Freews para RTPA que quiere mostrar el peso de la memoria material e inmaterial del sector minero e invitar a una reflexión sobre su gestión, y cuyo primer capítulo se estrenó el pasado viernes en el Museo de Ferrocarril a modo de prólogo de las Jornadas. También intervendrá Marta F. Crestelo, guionista y productora de Freews y co-autora junto a Merino de In Memoriam, largometraje en fase final de rodaje sobre el mismo tema.

En cuanto a las actividades que complementarán las intervenciones, LABoral expondrá la muestra Tai-Tuscan Art Industry, que recoge la actividad de Studio Corte 17, una asociación cultural italiana que trabaja en la investigación de nuevas prácticas artísticas y experimentales en torno al patrimonio industrial de la ciudad de Prato, uniendo a artistas, comisarios, fotógrafos, músicos y performers. Además, el fotógrafo Rafael Paz Díaz-Romeral, ganador del XIV Certamen de Fotografía Incuna 2017, exhibe en el Museo del Ferrocarril el proyecto ganador, en torno a los vestigios de la fábrica de productos fotográficos Valca en el Valle de Mena (Burgos). Junto a él, se exhiben las fotografías seleccionadas para el certamen.

Por otra parte, los fotógrafos belgas Axel Rumaully y Franck Depaifve, agrupados en el colectivo Meta-Morphosis, presentarán una ponencia sobre su trabajo de conversión de todo tipo de entornos industriales en proyectos artísticos, y la arquitecta británica Kett Murphy presentará el jueves, 28, el documental Battersea Power Station: Selling an Icon, sobre la historia, la ruina y el debate en torno a la legendaria central eléctrica a orillas del Támesis, inmortalizada por Pink Floyd en la portada de su disco Animals.