«La Calzada ha sufrido un cambio radical de barrio obrero a barrio residencial»

J. C. G.

GIJÓN

Avelino Alonso, uno de los mejores conocedores de la zona después de tres décadas como director del Ateneo de La Calzada, cree que, a pesar de los cambios, la barriada sigue manteniendo «un sentido de pueblo» que ya no abunda en otras partes de Gijón

17 nov 2017 . Actualizado a las 08:30 h.

«La Calzada ha cambiado radicalmente. Tiene ya muy poco que ver con el barrio que conocí cuando llegué para trabajar en él hace 27 años». Ese tiempo es el que ha pasado al frente del Ateneo de La Calzada, uno de los órganos vitales de la barriada gijonesa, Avelino Alonso. Apenas un mes después de su prejubilación, una de las personas que mejor ha conocido la evolución de la zona en las últimas tres décadas presenta al potencial visitante de estos días un barrio «que ha pasado de ser un barrio esencialmente obrero a ser un barrio residencial, con todo lo que eso implica, y que muy poco tiene que ver con aquel del año 90, en plena reconversión, cuando la zona era una guerra todos los martes y los jueves por las movilizaciones de la Naval».

«La Calzada ha sufrido un cambio radical en la estructura sociológica. La mejoría de la calidad de vida, como corresponde a un barrio residencial, es total, y la adaptación del barrio a la sociedad a la que vivimos, una sociedad postindustrial, se ha dado de una manera muy tranquila pero muy sólida. Es un barrio nuevo, con una sociologia nueva», señala Alonso. El exdirector del Ateneo de La Calzada se apresura a precisar que eso tampoco tiene por qué ser necesariamente «un canto al progreso», por su parte.

«Estos cambios tienen sus pros y sus contras. Si profundizáramos en el cambio en la forma de pensar y ver el mundo, en la cultura de la gente, el cambio es enorme; pero, para mal, son cambios que han traído una sociedad más individualista, de gente que se siente empoderada y por eso cree que no necesita el apoyo del colectivo. El gran valor que se ha ido perdiendo es la fraternidad», reflexiona Alonso que, con todo, cree que algo de ese cemento humano sigue funcionando en La Calzada: «Es verdad que el barrio aún conserva el sentido de pueblo, de barrio en sentido tradicional; la gente se conoce, te saluda, conversas con el que te encuentras en la cafetería... un sentido de aldea que es también calidad de vida. Yo vivo en El Llano, y ahí se ha perdido eso. En pocas zonas de la ciudad se conserva eso tan agradable y tan bonito».

Para el recién llegado, o para el de casa, que circule estos días atraído por el Festival y tenga tiempo para salir de los cines y dar una vuelta por el barrio, Avelino Alonso recomienda sin titubear que procure subir hasta la Campa Torres. «Allí va a tener una visión de GIjón, y no solo panorámica, de todo lo que es Gijón, desde el yacimiento, el puerto, la ciudad... Es la panorámica por excelencia por la ciudad». Pero sobre todo le aconseja patear la calle y dejarse coger por la vida del barrio: «Que pasee por el barrio, que se meta en los chigres, que intente catar la vida de barrio que aún queda aqui. Es un valor que está desapareciendo»