El Polígono defiende el circuito de «pump track» frente al bloqueo burocrático

GIJÓN

Los chavales del Club BikeTrial Gijón, en una escapada al viejo «el Campillo»..Los chavales del Club BikeTrial Gijón, en una escapada al viejo «el Campillo».
Los chavales del Club BikeTrial Gijón, en una escapada al viejo «el Campillo».

El proyecto está diseñado y la obra licitada pero los terrenos, al ser propiedad de Fomento, requieren de un permiso que no llega. Los vecinos convocan un acto de protesta en «el Campillo»

11 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En junio de 2005, los vecinos del Polígono se animaban a recuperar la parcela, entonces llena de maleza, situada enfrente del instituto Número 1, en la calle Puerto de Vegarada, para crear un circuito ciclista de saltos. Se le llamó el Campillo y, durante un par de años, fue el enclave perfecto para los amantes y los aficionados de este deporte. Sin embargo, cuando la maleza volvió a crecer y la implicación municipal se quedó por el camino, «el deterioro fue desde entonces continuo» y los usuarios fueron desapareciendo. El presidente de la asociación de vecinos del Polígono de Pumarín, Manuel Cañete, explica que se propuso al Ayuntamiento de Gijón recuperarlo como circuito de pump track y saltos y, este año, se vieron gratamente sorprendidos al incluirse en los presupuestos municipales una partida de 60.000 euros para llevarlo a cabo. El proyecto está diseñado y la obra licitada. Solo hay un obstáculo: los terrenos son del Ministerio de Fomento, con lo que se requiere su permiso para llevar a cabo la obra.

«El campillo» lleno de aficionados, en sus buenos tiempos..«El campillo» lleno de aficionados, en sus buenos tiempos.
«El campillo» lleno de aficionados, en sus buenos tiempos.

«Se ha ido dilatando en el tiempo tanto pese a que insistimos muchas veces que la respuesta del ministerio, pese a que se esperaba en noviembre, sigue sin llegar y si no se inicia antes del 31 de diciembre se perderá dicha inversión», asegura Cañete. Por ello, la asociación de vecinos del Polígono ha invitado a ciclistas de todas las edades a participar el próximo sábado, a partir de las 12.30 horas, en un acto de protesta en el Campillo para reclamar que las obras se inicien de inmediato. «Creamos una comisión de trabajo con usuarios, algunos especialistas a nivel nacional e internacional y, en marzo, nos pusimos a trabajar. E incluso vino una empresa de manera voluntaria que se dedica a construirlos para hacer el proyecto», indica. El pump track es un circuito que permite a los ciclistas, con bicicleta de montaña o BMX, desarrollar sus habilidades sobre la bici sin pedalear si quiera, puesto que con la ayuda de las rampas y los obstáculos, se consigue el impulso necesario para recorrerlo.

Los 60.000 euros que cuesta pasarían a remanente si la obra no se inicia este año

Y el que se había diseñado para esta parcela de Gijón iba a ser uno de los mejores de España, apto para todos los públicos e incluso para skaters y patinadores ya que su estructura iba a ser hormigonada. Aún está a tiempo de serlo. «Las partidas municipales que se acuerdan en los presupuestos, en caso de no ejecutarse, pasan a ser remanente. Las obras tienen que ejecutarse en el año y este es un compromiso importante para Gijón, en el que se habían implicado muchas personas», recuerda. Además de ocho corredores gijoneses que se mueven en circuitos internacionales, también se contaba con el apoyo de la escuela del Club Biketrial Gijón, que tiene alrededor de 60 alumnos que siguen practicando en el Campillo.

«Es una pena que el proyecto se vaya a perder por una cuestión burocrática. Hasta ahora lo que hemos conseguido es que hagan una limpieza y lo sieguen cada cierto tiempo. Y es increíble, porque en cuanto se limpia ves cómo se llena de chavales. El circuito tiene demanda y vendrían decenas y decenas e incluso podría albergar competiciones. Este acto reivindicativo del próximo sábado es el esfuerzo último que podemos aportar para que se ponga en marcha. Ya nos hemos cansado de picar en la puerta del ayuntamiento», lamenta Cañete, que aprovecha para poner de manifiesto que el Polígono está plagado de deficiencias en general. 

«Es la desidia total. Hay muchas cobras aprobadas y se alargan o no se ponen en marcha». Un ejemplo reciente es la obra de la plazuela central del barrio, que se inició en abril, «se alargó, llegó el verano, se volvió a levantar todo y ahora otra vez sigue empantanada». Este jueves, de hecho, se abordará el asunto en la asamblea de vecinos. Otro ejemplo es el carril bici que conecta con la pasarela que llega hasta el parque de Moreda, una obra sencilla en apariencia y que se ha ido alargando en el tiempo.