El incendio fue «más espectacular que otra cosa», según fuentes del Grupo Riestra

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

«En realidad, fue solo un montón de chatarra», afirman fuentes de la empresa, cuyas instalaciones vitales fueron preservadas de las llamas por el viento que soplaba hacia Gijón

05 ene 2018 . Actualizado a las 13:16 h.

El mismo viento que cubrió Gijón con una sobrecogedora nube negra se convirtió en el mejor aliado de la empresa donde se produjo el gran incendio de la tarde del jueves, el Grupo Riestra. A pesar de la espectacularidad de las llamas y sus efectos, las instalaciones de la firma en San Andrés de los Tacones, en cuyas tres divisiones trabajan unos 40 empleados, no se ha visto afectada en partes vitales. Y ello gracias a que -hasta bien entrada la madrugada- el fuerte viento sopló de forma continuada en dirección a Gijón y mantuvo así el fuego alejado de las dependencias administrativas y piezas clave, como el molino fragmentador. Este último podría haber sufrido algún daño, pero no hasta el punto de impedir su funcionamiento. Otras máquinas, como la grúas que permaneció en el corazón de las llamas durante todo el incencio, sí parecen haber quedado destruidas.

Según confirman fuentes de la empresa, y a la espera de que cesen definitivamente los trabajos de enfriamiento de la zona afectada, el siniestro, aun siendo «un contratiempo curioso», fue más espectacular que otra cosa dada la naturaleza del área afectada, «menos de la mitad» de los alrededor de 3.000 metros cuadrados de la empresa. «En realidad fue una montaña de chatarra, lo que pasa es que en ella había aceites y otros materiales» que produjeron las gigantescas llamas.

Mientras la cúpula del Grupo Riestra se mantiene reunida para examinar la situación, hoy en el desguace solo se trabaja en tareas administrativas y están paradas las tareas de carga y descarga. También es pronto para cuantificar los daños, a la espera de que la aseguradora evalúe las consecuencias del siniestro; el segundo, por cierto, que se produce en las instalaciones de Riestra en solo un año. El primero fue de mucha menor magnitud, pero la circunstancia ya ha provocado que grupos de la oposición municipal como Xixón Sí Puede se pregunte por las razones de esa proximidad entre los dos siniestros, y también por las dificultades que impidieron utilizar las tomas de agua teóricamente disponibles en la industria a los bomberos.