El joven, de 22 años, permaneció más de dos horas y media ilocalizable después de su último pedido y fue hallado en estado de ebriedad con el ciclomotor de la empresa
23 ene 2018 . Actualizado a las 15:04 h.El pedido de comida no llegaba y su repartidor tampoco. Las llamadas de los clientes y de los responsables de la empresa de comidas no eran respondidas, así que cundió el temor a un accidente. Pero la Policía Nacional, a la que se dio aviso ante esa eventualidad, se encontró al repartidor perdido en estado de ebriedad a bordo del ciclomotor de la empresa. Ahora el joven, de 22 años, encara un posible delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol.
Transcurrieron dos horas y media entre el momento en el que el repartidor salió con su pedido de dos entregas de comida y el aviso de la responsable de la empresa a la Policía después de recibir, a su vez, aviso de que el segundo pedido no había llegado a destino. Decidió dar la alarma después de numerosas llamadas al móvil y mensajes de whatsapp sin contestación, temiendo un accidente o alguna otra incidencia. Poco después, los policías lo localizaron en las inmediaciones de su domicilio. El joven se comprometió a volver al trabajo para devolver el ciclomotor y dar explicaciones sobre su ausencia, pero el manejo del ciclomotor le delató. Las sospechas de ebriedad fueron confirmadas por las pruebas de alcoholemia realizadas por otra patrulla, esta de la Policía Local. Puesto que la tasa obtenida constituía un delito contra la seguridad vial, fue detenido. Además, tendrá que responder por una posible apropiación indebida del dinero de los pedidos y del cambio que portaba -un total de unos 100 euros- y por diversos daños causados en el ciclomotor denunciado por la empresa. Contaba con antecedentes por hurto uso de vehículo, lesiones y robo con violencia.