Un año de prisión para el gijonés que pidió fotos porno a una niña de 12 años

Europa Press GIJÓN

GIJÓN

El acusado ha aceptado la condena tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y acusación particular

30 ene 2018 . Actualizado a las 20:51 h.

El hombre acusado de mantener una conversación de contenido sexual y pedir material pornográfico a una menor de 12 años, que contactó con él por WhatsApp en respuesta a un anuncio de venta de un teléfono móvil, ha aceptado un año de prisión por un delito de abuso sexual a menor de 16 años, tras llegar a un acuerdo de conformidad con Fiscalía y acusación particular.

Además, se le impone el pago de una indemnización de 500 euros a la víctima, así como la prohibición de acercarse a ella a menos de 500 metros o de su domicilio, lugar de trabajo o centro de estudios durante un periodo de dos años. Durante ese tiempo tendrá prohibido también comunicarse con ella por cualquier medio. Se le condena, asimismo, al abono de costas, incluidas las de la acusación particular.

El acusado ha escuchado el acuerdo por videoconferencia, al no residir en Asturias, mientras que en la sala del Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón lo ha hecho la víctima, acompañada de sus padres. 

Inicialmente, el Ministerio Fiscal pedía para el procesado año y medio de cárcel y una indemnización de 400 euros. De acuerdo al relato fiscal, el 17 de mayo de 2017 a partir de las 22.00 horas, el acusado mantuvo contacto telefónico a través de WhatsApp con la menor, de 12 años. Ella le llamó interesada por un teléfono Iphone 7 que el acusado vendía por 120 euros en una página de Internet. El hombre, que en todo momento supo que la menor llamaba por el teléfono móvil en venta, inició la conversación con ella diciéndole que el precio había subido pero se lo podía dejar al anunciado a cambio de un favor, según relata el fiscal.

En el transcurso de la conversación, y pese a repetirle la menor el propósito de la llamada y que tenía 12 años, el acusado aprovechó para mantener con ella una conversación de contenido sexual, instándola a hablar de sexo, llegando a decirle que le mandaría no uno sino dos teléfonos a cambio de hablar por ese medio y llevar a cabo prácticas de masturbación juntos. Le pidió también que le enviara una foto e insistió en que la menor le dijera qué mas le podía dar de porno para enviárselo, siempre según el escrito de acusación del Ministerio Público.