Los cimientos de la playa de San Lorenzo, al descubierto

GIJÓN


Los fuertes temporales que se vienen sucediendo desde Navidad dejan al descubierto la base natural de piedras y escombros, con grandes balsas de agua en la zona pegada al muro

04 mar 2018 . Actualizado a las 17:42 h.

Los cimientos del muro de la playa de San Lorenzo han vuelto hoy a quedar, durante la bajamar del mediodía, al descubierto en la zona más occidental de la playa. Hasta el punto de que el acceso al arenal se complicaba en cierto modo al tener que sortear las grandes piedras y el agua acumulada en las inmediaciones de rampas y escalones entre las escaleras 2 y 8. 

La considerable pérdida de sedimento ha dejado el arenal, en la zona pegada a la estructura del muro peatonal, convertido en un auténtico pedregal e incluso han quedado a la vista todos los pivotes de madera del antiguo balneario de Las Carolinas a la altura de la escalera 3 que, como explica el geólogo Germán Flor Blanco, «aparecen cada cierto tiempo». 

Este fenómeno, según explica el geólogo, se debe a los diversos temporales que se han ido sucediendo desde las pasadas navidades y que hoy han dejado el arenal en niveles similares a los de 2015, cuando también quedaban al descubierto las enormes piedras y escombros que conforman la base de la playa más pegada al muro de San Lorenzo. Flor recuerda que es un suceso complemente normal desde el punto de vista científico y que ocurre de vez en cuando  debido a que los fuertes temporales arrastran el sedimento arenoso de la playa descubriendo la base natural de piedras. 

La arena siempre se recupera

«No hay un patrón, simplemente cuando los temporales son fuertes o muy continuos ocurre. Es impredecible y ya lo hemos avisado. Lo mejor es dejar que la naturaleza actúe y, si en verano no se ha recuperado la arena, habrá que empezar a preocuparse, pero siempre se recupera», asegura Flor, que calcula que el arenal podría volver a la normalidad en abril o en mayo. 

En 2015, según recuerda, el efecto de las mareas a causa de los fuertes temporales dejó al descubierto aún mucho más. «Esto demuestra que es una cuestión de dinámica de oleaje, Cuando hay muchos oleajes la playa pierde arena y, cuando estamos sin ellos como ocurrió entre 2015 hasta las navidades de 2017, la playa recupera sedimento», indica, explicando que es algo que ocurre en el arenal de Gijón y en todos los de la costa Cantábrica. 

En el caso de la playa gijonesa, además de en 2015, los cimientos entre la escalera 1 y La Escalerona ya habían quedado también al descubierto en 2009, cuando la costa era azotada por vientos de hasta 190 kilómetros por hora y olas de más de diez metros de altura. Y lo mismo había ocurrido en años anteriores, como en 2006 y 1992. 

Quienes más disfrutaron de las zonas de agua acumulada junto a la estructura del muro peatonal fueron los perros cuyos propietarios aprovecharon el buen tiempo para dar un paseo por una playa que, al menos durante esta bajamar, presentaba su cara más desnuda.