La moción de censura entra a tientas en la semana decisiva

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

La reunión prevista para mañana entre PSOE, XsP e IU marca el inicio real de un proceso que tiene en el tiempo y en varios tipos de desconfianza sus peores enemigos

17 jun 2018 . Actualizado a las 09:40 h.

Es verdad que Pedro Sánchez ha dinamitado al menos por dos veces el concepto de verosimilitud en el juego político español. Y que desde su homérico retorno al liderazgo del PSOE y su improbable ascenso a La Moncloa nadie en este país puede atreverse ya a descartar nada por descabellado que parezca. Pero la moción de censura contra Carmen Moriyón -que también retornó hace dos semanas del museo de los descartes desempolvada por un Aurelio Martín claramente imbuido de épica sanchista- se topa de entrada con un tipo de limitación mucho más objetiva y terca que cualquier dificultad política: la que impone el tiempo. La opción para que PSOE, Xixón Sí Puede e IU consigan ahora, aunque sea a posteriori, lo que no se logró en junio de 2015 resurge a deshoras y con los plazos muy tasados. Nadie, de hecho, se la esperaba después de dos renuncias y a menos de un año de las municipales. Cuando en la tarde de este lunes, si nada se tuerce, los tres posibles lados del tripartito gijonés se vuelvan a sentar -PSOE e IU, a hablar; XsP solo a escuchar- el cronómetro empezará a correr en una cuenta atrás que, en el mejor de los casos, no terminaría con el candidato desconocido en el despacho de la alcaldía antes de julio muy bien entrado, con agosto encima y el siempre remolón septiembre justo después. Por otra parte, ahí está el fatídico 18 de julio en el que es preciso que el ayuntamiento presente a Hacienda un plan financiero para evitar la intervención. De ahí que no sean pocos los que se preguntan, en cualquiera de los tres partidos y fuera de ellos, si merece la pena el sofocón en un contexto que, además, tanto en el PSOE como en XsP es mucho más agitado internamente que hace tres años.

Las dudas

Por otra parte, cunden también en todas partes, y también dentro y fuera, las voces que se preguntan si merece la pena tomar las riendas del poder local en circunstancias tan apuradas. Hay quien apunta a las dificultades estrictamente técnicas, administrativas y financieras para reconducir la situación contable de un ayuntamiento en peligro de intervención tras quebrar la regla de gasto. No basta con querer desviar recursos a gastos sociales, paralizar la obsesión por las amortizaciones de préstamos que se le achacan a Foro, replantear la gestión de las obras locales o meter mano a los pozos negros en el saneamiento que han acabado desaguando en San Lorenzo. Hay que saber y poder hacerlo en un tiempo récord y bajo la vigilante férula del Estado. Por otra parte, se temen las inercias de los siete años de gestión forista. «No arriendo la ganancia», comenta una informada voz del socialismo local. Como otras del entorno de IU, teme que la imposibilidad de cambiar el rumbo en un buque tocado y con tan poco margen, lejos de promover la ilusión de los ciudadanos en la que Aurelio Martín tanto parece confiar, acabe volviéndose en contra de los nuevos capitanes del navío cuando los ciudadanos vuelvan a ser también votantes. Y que Foro en particular y todo el flanco centroderecha sea capaz de sacar réditos de ello la próxima primavera

El 'pause' de XsP

Por otra parte, el momento en el que se replantea la posibilidad de este paso se superpone a complejos procesos internos, al menos en dos de los partidos de la izquierda local. Por lo que respecta a XsP, las primarias de Podemos Xixón, el núcleo de su plural composición, son el motivo del 'pause' que los morados han impuesto a la moción. Aunque la imagen se descongelará con secretario general reafirmado (Mario Suárez del Fueyo) o renovada secretaría general (Verónica Rodríguez), y la escucha del lunes tendrá que empezar a ser también habla... aunque no antes de que el nuevo Consejo Ciudadano y por una consulta a los inscritos decidan la última palabra. La diferencia en la gestión de los prolegómenos a ese doble refrendo se ha convertido en materia de confrontación entre ambos candidatos en la campaña que hoy termina con los últimos votos. Suárez del Fueyo ha detenido toda la maquinaria y denunciado las «presiones» internas y externas para mantenerla siquiera al ralentí participando en los encuentros técnicos que han sostenido PSOE e IU; Rodríguez ha exigido (en vano) varias veces ir adelantando consultas y conversaciones en los órganos de XsP para que el día que Podemos Xixón recomponga los suyos se esté en condiciones de no partir de cero. En su opinión, su rival no ha querido retratarse en plena liza electoral. Del Fueyo ha reiterado hasta la saciedad que no había legitimidad posible. Salvo, quizá, la retrospectiva: la de los Consejos Ciudadanos y las asambleas (y las consultas ciudadanas que XsP admite que «la experiencia» no invita a repetir) que hace cinco años rechazaron con vehemencia apoyar como alcalde a José María Pérez.

No piense en candidatos

Porque ahí es donde empiezan, al margen del tiempo, las dificultades estrictamente políticas del entendimiento. Mientras no se diga otra cosa, Suárez del Fueyo se atiene a la vigencia de aquel veto casi furibundo de junio de 2015 contra Pérez desde XsP. Su discurso se refuerza ahora con la casuística local de entendimientos y complicidades, siempre algo vaporosos, con IU en las políticas sociales y sobre todo con el nuevo contexto político de las confluencias; lo que el portavoz morado llama el «espacio» de XsP e IU, traducido en una suma de votos que arroja un edil más que el PSOE. El razonamiento no encuentra reciprocidad política en IU, al menos no de forma unánime. Pero deja claro, eso sí, que la cuestión del candidato que algún día deberá de encabezar la moción si se decide ir adelante con ella solo tiene de momento un cariz negativo: solo se sabe con certeza que XsP no quiere a José María Pérez. Pérez, a su vez, no ha dicho nada similar de Suárez del Fueyo, pero es fácil suponer que corresponde. Y el resto es un festival del autodescarte.

Aurelio Martín -en teoría, el mejor candidato para un consenso por su posición intermedia entre los dos reticentes, y quizá también como premio a la insistencia- se ha expulsado de la quiniela desde el primer momento. Las razones no son del todo claras, pero su razonamiento es que en realidad no importa quién sea el alcalde o la alcaldesa, porque eso lo elegirá la ciudadanía dentro de un año. El candidato o candidata de la moción sería menos un regidor o regidora con bastón de mando que el gestor en una gestora. Suárez del Fueyo, a quien reiteradamente se ha achacado el apetito personal de alcaldía, lo desmentía de raíz el pasado jueves y para demostrarlo se tachaba también de la lista. Y José María Pérez está con Martín en que no toca hablar de candidaturas sino de programas y de entendimientos. No ha dicho que no radicalmente, pero como mínimo posterga el asunto y en cualquier caso se agarra, como en 2015, a la lógica del partido más votado. Con todo, la insistencia por todas las partes en la cuestión del candidato tiene bastante del viejo asunto del «no piense usted en un elefante». «No pensemos en candidatos», repiten todos. Y cuesta pensar en otra cosa. Sobre todo, porque alguno hará falta si la cosa prospera a lo largo de la semana.

Las heridas reabiertas del PSOE

Entretanto, uno de los efectos de la moción ha sido el de reabrir las heridas que el PSOE gijonés parecía estar cicatrizando tras año y medio de confrontación abierta. La última asamblea local no solo dejó constancia de la desconfianza de tipo más bien práctico y político que plantea a algunos afiliados el posible acceso a la alcaldía en las circunstancias ya descritas; también reveló que hay un sector que no está dispuesto a conceder a José María Pérez el tipo de poder que le daría acceder a la alcaldía, y la ventaja que eso le otorgaría por norma estatutaria ante las primarias que decidirán el candidato para 2019. Es sabido lo que ocurrió en esa la Casa del Pueblo esa noche: Pérez muy ofendido y en un momento político extremadamente convaleciente después de su derrota en las primarias de la FSA y de la derrota de su opción en las primarias locales, se sintió cuestionado en lo más hondo: puso a disposición de la Ejecutiva de Iván Fernández Ardura su portavocía, y la Ejecutiva la mantuvo por unanimidad en sus manos. ¿Refuerza ese refrendo la posición de Josechu? Internamente, parece más bien otro de los gestos de Fernández Ardura para poner paz. Pero es un mensaje interno. No es probable que ese refrendo tenga proyección fuera ni conceda a Pérez más fuerza representiva de una Ejecutiva local que ha conseguido ciertos acercamientos a XsP. Porque sobre todo, XsP sigue desconfiando de cualquier PSOE posible como verdadero agente del cambio. En definitiva, si José María Pérez no fuese aceptado en ningún caso, y descartados sus dos homólogos, ¿qué otros concejales podrían entrar en la negociación? Nombres como Monchu García, Nuria Rodríguez y la segunda edil de IU, Ana Castaño podrían ser barajados. Pero no será en primera ronda, desde luego.

¿Y las políticas? El efecto San Lorenzo

A todo esto, ¿qué sucede con las políticas, con la prioridad en la negociación? Hay una coincidencia radical en la mala gestión de Foro, en la parálisis municipal, en la tristeza inversora, en el deterioro de las políticas sociales (aunque también profundas discrepancias en medidas como la Renta Social Municipal)... Pero no parece que las dificultades en los entendimientos vayan a venir en la sincronización de las urgencias programáticas. Con todo, los vertidos al Cantábrico, la 'crisis de San Lorenzo' se ha convetido en las últimas dos semanas en el asunto crucial por excelencia. No solo por la importancia sentimental, emblemática, vital de la playa para el playu o por su centralidad en los atractivos turísticos de la ciudad: sobre todo ha sido tomada como el ejemplo capital de la mala gestión de Foro, uno de esos asuntos que colma definitivamente el vaso para quienes vuelven a hablar de la urgencia de una mocion de censura.

¿Basta con la urgencia? Se sabrá esta semana. No pocas de las fuentes internas de todos los partidos emiten un «cierto pesimismo» que enturbia el porvenir de la moción contra Foro como los vertidos han enturbiado el Cantábrico. Pero ya se ha visto que en 48 horas el panorama puede cambiar casi por sí mismo, según revelaba el sábado Carmen Moriyón, y las aguas volver a la excelencia. Sin duda, confía en que el tiempo haga la moción de censura de sus rivales políticos lo mismo que ha hecho con los coliformes que invadieron la bahía, pero con plazo fijo para incordiar. Lo único seguro es que el lunes 18, además de la reunión a tres bandas, arranca oficialmente la temporada de baños. Hora de mojarse.