Dos horas y pico que se han pasado volando (en el cielo de Gijón)

La Voz GIJÓN

GIJÓN

Unas 20.000 personas han disfrutado del 12+1 Festival Aéreo de la ciudad en un espectáculo que tuvo prólogo nocturno y al que ha dado brillantez el buen tiempo

15 jul 2019 . Actualizado a las 16:39 h.

Los presagios eran excelentes y el cielo ha cumplido sobre Gijón por partida doble: un tiempo excelente y una espectacular coreografía aeronaútica que ha congregado a miles de espectadores para disfrutar bajo el sol del Festival Aéreo de Gijón; el que hace 12+1 y que, por primera vez, tuvo prólogo nocturo con las acrobacias dibujadas con pirotecnia de la patrulla Aerosparx que anoche dejó embobados a todos los paseantes de la playa de San Lorenzo y zonas limítrofes. Ya a plena luz del día, el resto de las 30 aeronaves que este año han formado parte del programa han cumplido con las expectativas de los muchos aficionados a este tipo de acontecimientos, que también han tenido -un año más- sus detractores. A estos les llegó el turno por la tarde con la ya también tradicional Folixa pola Paz celebrada en el Pueblu d'Asturies.

Patrulla Aerosparx
Patrulla Aerosparx Michel Banach

Pero la mañana ha sido del estruendo de los reactores, los dibujos de vapor en el cielo, las coreografías aéreas de alta precisión, los simulacros de operaciones o de combates aéreos con aviones de época y las exhibiciones de dominio tecnológico de los aires. La exhibición ha incluido por primera vez la participación de la Guardia Civil con un helicóptero AS 365 Dauphin y un aeroplano Casa CN 235 en un programa en el que se han ido sucediendo patrullas como la Voltige francesa, la Blue Circle italiana, la ASPA de helicópteros Colibrí; auténticas estrellas de este tipo de festivales como el piloto Jorge Macías a bordo de un Laser 300 y aeronaves tan poderosas y espectaculares como el EF-18, un Harrier II Plus, un P-51 Mustang junto a reliquias como el A-1 Skyraider, Zlin Trener Master o el DHC-1 Chipmunk y naves de salvamento y extinción de incendios: Canadair o las familiares en Asturias del Helimer Cantábrico y el SEPA.

La exhibición ha transcurrido sin incidencias, salvo la ausencia de uno de los aviones italianos. El resto, para quien gusta de un Festival Aéreo que ha echado a pesar de las críticas fuertes raíces en Gijón, perfecto. Dos horas y pico que se han pasado volando.