Los vecinos no tolerarán «vacaciones por precampaña» en Gijón

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Adrián Arias, en el centro, rodeado de miembros de la Plataforma Anticontaminación, en el Ayuntamiento de Gijón
Adrián Arias, en el centro, rodeado de miembros de la Plataforma Anticontaminación, en el Ayuntamiento de Gijón

El movimiento vecinal asegura que tomará las riendas en cuestiones como contaminación, movilidad, participación o el Plan de Vías en un curso en el que los políticos ya miran hacia las elecciones municipales

21 sep 2018 . Actualizado a las 08:47 h.

El movimiento vecinal gijonés acaba de empezar el curso con una convicción de fondo: los siete u ocho meses que restan hasta las próximas elecciones municipales no pueden ser un período de motores al ralentí en Gijón, y ellos mismos se van a empeñar en que eso no suceda. El próximo año, la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de GIjón cumplirá 30 años; una larga historia que en los últimos tiempos ha demostrado, según su presidente, Adrián Arias, que han sido capaces de «construir contrapoder» y de restar «hegemonía a la institución». De ahí que la FAV se encuentre ahora mismo con fuerzas para reclamar un «liderazgo colectivo» en una «lucha constante entre lo posible y lo institucional»; un discurso que puede sonar teórico pero que, para Arias, tiene una traducción muy práctica en el corto plazo, en los meses de posible estancamiento municipal ante el influjo de las urnas.

«Hay que asumir los tiempos electorales y que el nivel de trabajo del ayuntamiento va a bajar; sería ridículo pensar que eso no va a ocurrir. Pero nosotros no vamos a bajar el pistón, aunque la tentación va a existir. Los vecinos no nos lo permitirían y Gijón tampoco se lo puede permitir. La ciudad no puede estar de fiesta todos estos meses. El día a día es impepinable. Tenemos tres o cuatro asuntos a los que les vamos a dar caña. Si alguien piensa acomodarse porque estamos en precampaña, se va a llevar un disgusto muy grande». No es ya que los vecinos pongan deberes a la corporación o a otras administraciones. Se los ponen a ellos mismos. ¿Cuáles son esos «tres o cuatro asuntos»?

Participación

Es la cuestión de fondo, aquel del que depende todo lo demás. Durante los últimos años la FAV ha machacado en torno al déficit de canales de participación real de los vecinos en la normativa y en la práctica municipal. Lo que Adrián Arias describe como «una crisis de participación» desembocó en la retirada vecinal de los consejos de distrito o la convocatoria del Consejo de Ciudad. El conflicto sirvió para arrancar a la alcaldesa, Carmen Moriyón, el compromiso de que asumiría un proyecto de participación elaborado por los propios vecinos que es el primero de los deberes autoimpuestos que la FAV presentará en octubre. Está «a punto de salir de la cocina» en forma de un documento que integra un reglamento de participación, la renovación de los consejos de distrito y los procesos que definen «de forma integral» en todos los procesos participativos de la ciudad.

«Incluye cambios en los órganos, en los distritos, en las dinámicas de participación y en los responsables de dinamizar los espacios incorporando modelos de otras ciudades y mecanismos como las comisiones de seguimiento», explica Arias. Se trata de conseguir «poner todo eso en una ordenanza, un reglamento real» y luego, en un segundo momento, de «trabajarlo más estrechamente con los actores sociales y los grupos municipales» en un proceso que debería quedar resuelto en el primer tercio de 2019.

A pesar de los «muchos incumplimientos» y las críticas vecinales a ejercicios concretos de participación como los presupuestos participativos, ahora se pretende «fijarse menos en lo que se decide en concreto que en la estructura para poder decidir en el futuro». La FAV tiene toda la confianza en que el equipo de gobierno de Foro «va a poner toda su buena voluntad politica en que todo esto siga adelante». De otro modo, advierte, se estaría rebasando «una línea roja».

Movilidad

Mitigada la «crisis de participación», la de movilidad es el conflicto del momento en la relación entre el equipo de gobierno de Foro y los vecinos, tanto los de la FAV propiamente dicha como de las cerca de 80 entidades agrupadas en el Foro de la Movilidad que ayer tenía una convocatoria de la que el concejal del ramo, Esteban Aparicio, se ausentaba al cabo de una hora, pero que terminó por aprobar un Plan de Movilidad con una incierta puesta en marcha. Están recientes las conmociones tras la renuncia del exjefe de Tráfico y pieza clave en este frente, Ignacio Díaz, que los vecinos quieren que siga vinculado al proceso de un modo u otro. «En este asunto nos va a tocar remangarnos mucho», anticipa Adrián Arias, que ve los ánimos «muy calientes» y que, a diferencia de lo que sucede con la participación, dice no contar «con la voluntad política necesaria» por parte de Esteban Aparicio.

Ante la prespectiva de que «el trabajo del Foro se ponga en peligro por la miopia institucional» y de «volver a los tiempos oscuros después del talante de negociación y consenso» de Díaz, Adrián Arias echa de nuevo mano de la metáfora de la línea roja. Anular el Foro es cruzarla. Por eso, a la FAV le va a tocar en el corto plazo de este inicio de curso «defenderlo como lo que es, la herramienta de debate, propuesta, análisis y por tanto decisión de la movilidad en Gijón». Arias pone el énfasis en esa última función: «Y si no hay voluntad política de poner en marcha el Plan de Movilidad, el movimiento vecinal va asumir la propuesta de transformar la movilidad en esta ciudad, ya sea con el plan de manera formal con las conclusiones que se han ido dando, incorporadas al plan», buscando abrir «un cauce alternativo para que llegue a ser norma». Algo que cree que no va a ser fácil porque es en este terreno donde se está mostrando más claramente la tensión entre el empoderamiento vecinal y las resistencias de la institución «a entender en qué consiste el proceso participativo».

Medio ambiente

Los episodios de vertidos en la playa de San Lorenzo, las emisiones de partículas a la atmósfera «en especial estas últimas noches de septiembre», la reaparición de la regasificadora… El frente por la calidad medioambiental y contra la contaminación se ha convertido en uno de los motores del movimiento vecinal gijonés, y su presidente lo tiene muy en cuenta: «Es absolutamente imprescindible que ese eje lo trabajemos nosotros. La Plataforma [Anticontaminación] ha adquirido una madurez impresionante a nivel político y de concienciación, con varios elementos muy importantes: depuradora, elementos de nueva contaminación regasificadora, todo lo que tiene que ver con la calidad del aire y las industrias contaminatnes de la zona oeste y, por último, la vigilancia activa, ciudadana de todo eso», enumera Arias.

Por eso considera que ha llegado el momento de pasar «de marcar agenda, a ser capaces de cambiar agenda». Cree que hay ya señales de que eso se está consiguiendo por contraste con lo que considera el «silencio» de los responsables municipales de medio ambiente ante las recientes mediciones que muestran que «se han superado las medias, no los picos, las medias» de mínimos de contaminación por partículas fijadas por la OMS.

«Somos nosotros los que tenemos que poner eso encima de la mesa. Ya hemos demostrado que podemos hacer que las cosas cambien. Arcelor ha tenido que hacer un consejo 'sui generis' de relaciones ciudadanas y ha montado una comisión de medio ambiente con representantes de los sindicatos en la propia empresa. Eso los agentes sociales de aquí no lo habían pedido jamás, es un resultado del trabajo de la Plataforma vecinal», argumenta Arias.

Plan de Vías

Como el resto de los sectores gijoneses, políticos o sociales, no contaba la FAV con las decepcionantes declaraciones sobre el Plan de Vías y sus derivadas del secretario general de Infraestucturas del ministerio de Fomento el pasado martes en la Feria de Muestras. Pero tampoco les pilla del todo a contrapié en cuanto a estrategias. «Tenemos claro que siempre vamos a tener que ser el movimiento de zapa, recordando a la parte política e institucional que hubo un proceso de movilizaciones y reivindicaciones y que eso desbloqueó muchas cosas. Nos toca ahora de nuevo ser guardianes de ese cumplimiento, porque los políticos han dado ya muestras de incumplimientos varios», afirma Adrián Arias.

Casi contaban con ello en este principio de curso: «No podemos relajarnos. Tenemos que estar en estado de alerta y tensión. Nada más levantarnos de cualquier mesa de negociación ya tenemos que estar pensando cómo nos la van a liar, cómo nos van a engañar. Pensando cómo exigir que se cumpla lo prometido», agrega. ¿Cómo se concreta ese estado de alerta y tensión? «Un elemento muy importante en todo este proceso ha sido la unidad social y política, que antes estaba muy puesta en duda. Nosotros sufrimos esa división en nuestras carnes como responsables de lanzar la Plataforma por el plan de vías. Pero fuimos un buen pegamento, la padre que logró los consensos esenciales que ahora encabeza la alcaldesa. Fundamentalmente, lo que queremos es que no se pierda esa unidad de acción», recuerda Arias. Y es por lo que abogarán ante los enigmas para la gran obra ferroviaria que, al margen de la voluntad política, plantean la incertidumbre sobre los Presupuestos Generales del Estado, su prórroga o la posible convocatoria de elecciones anticipadas que podría derivarse de su fracaso.

«El ministerio manifestó su voluntad política. Ahora le toca asumir de manera clara los compromisos que se adquirieron con la ciudad. Se pueden discutir elementos técnicos, económicos, de adjudicaciones… pero el compromiso fue claro. Empezar licitaciones en octubre, iniciar el vaciado del túnel, empezar a licitar la llegada del Metrotrén a Cabueñes y recoger en el convenio de manera clara el soterramiento de vías hasta La Calzada», repasa Arias. Los vecinos están dispuestos a recordar este estribillo a quien sea menester y las veces que sea necesario.