Los Locos meten a una nueva generación en el callejero gijonés

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

La inauguración del parque dedicado al grupo de pop-rock congrega en Nuevo Roces a familiares, músicos y representantes municipales

22 oct 2018 . Actualizado a las 15:00 h.

Si alguien -en particular, alguien por debajo de los 45 o los 50- se pregunta a partir de hoy por qué hay un parque en Nuevo Roces al que llaman «de los Locos», una placa se lo explicará todo a pie de zona verde, entre la avenida de Roces y la calle BC. Allí le quedará claro: no se recuerda algún manicomio demolido en sus terrenos o ni se da testimonio de que el vientu les castañes sople con especial fuerza allí y haga a los vecinos más propensos a la perder la cabeza; es sencillamente el cumplimiento de algo que Gijón debía al «mejor, más popular y más influyente de los grupos asturianos» de la década de los 80 del pasado siglo. Eso no se dice la placa. Lo ha dicho de viva voz la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, momentos antes de descubrir el pequeño monolito donde una imagen del fotógrafo Nacho Orejas y un texto de Boni Perez rinden homenaje a Los Locos, el primer grupo gijonés de pop-rock en conquistar su rincón en el callejero de la ciudad. Su inauguración significa también -y así lo ha destacado el propio Boni Pérez- la irrupción de toda una generación, la de los baby-boomers, en el nomenclátor gijonés. Algo que, ha bromeado Boni Pérez, «se agradece antes de que pasemos del boom al crack».

No pocos de los protagonistas de aquel escenario musical y cultural han acudido hasta el barrio de reciente construcción en los confines de la ciudad para dar calor a la memoria de Los Locos, empezando por los propios integrantes de la banda y la familia de quien más se ha echado de menos este mediodía en Nuevo Roces: Carlos Redondo. La memoria del músico fallecido en accidente de tráfico junto a Igor Medio en 2004 ha estado viva en el que ya es, en una cuarta parte, su parque a través de su mujer, Sara, y su hijo, Guillermo, quien ha posado en su nombre junto a Paco ‘Loco’ Martínez, Jaime Belaústegui, el letrista Boni Pérez ante la placa diseñada por Ángel Heredia.

De sus méritos ha hablado la alcaldesa. Su valor como pioneros de la fusión del pop, el punk y el soul en la escena musical de la España ochentera. Las memorables letras de Boni, en las que muchos veían «inspiración cinematográfica». Su aportación como productores e impulsores de muchos de los grupos que vinieron detrás y a los que se les colocó en las manos la bandera del Xixón Sound… Un legado que, ha confesado Boni Pérez, aún le conmueve ver reconocido tantos años después. «Todavía me sorprende que se me acerque gente y me diga que Los Locos fueron una banda muy importante para ellos», ha confesado, antes de unas palabras de Paco Martínez, tan destroyer e iconoclasta como de costumbre.El músico y productor se ha dedicado a sí mismo (y al resto de la banda y las familias) el momento, y ha evocado agradecido también la aportación de nombres recordados como Pedro Bastarrica o René de Coupaud y presentes, como el promotor Toño Barral, decisivo en la carrera de la banda.

El propio Barral ha escuchado su agradecimiento entre un grupo donde se reconocía a muchos otros allegados e históricos de aquel panorama germinal: Divi, de Los Sangrientos (vistiendo la legendaria cazadora de flecos de Carlos); Fano y Santi, de Los Últimos de Filipinas; Tito, de Australian Blonde; Ramón Prendes… También nombres de referencia en la programación municipal de la Edad de Oro de la programación de espectáculos en Gijon, como Miguel Acevedo, de quien partió la iniciativa.

Pero el futuro ha estado tan presente como el pasado. Al menos, el futuro del callejero de las ciudades y pueblos asturianos y «la puerta que se ha abierto», según lo ve Boni Pérez, para que se cuelen en él muchos más nombres de esos músicos «que nos hacen la vida tan agradable». Paco ‘Loco’ ya ha puesto ahí a Jerónimo Granda o a Nacho Vegas mientras otros apostaban por una venidera «avenida del Xixón Sound». Y, por cierto, Paco Martínez también ha dejado caer que el sitio es perfecto para un festival en el que ha dicho estar dispuesto a tocar. Si lo ha dicho de coña, ya hay quien le ha tomado la palabra en serio. No sería, desde luego, ninguna locura.