La situación límite de los gatos callejeros en Gijón

Elena G. Bandera
E. G. BANDERA GIJÓN

GIJÓN

El calendario solidario de la protectora Gijón Felino
El calendario solidario de la protectora Gijón Felino

Gijón Felino, la protectora que hasta ahora asumía las esterilizaciones en la ciudad a la espera de un plan municipal que no acaba de arrancar ni de convencer, se ve superada ante la falta de voluntariado y los casos de animales enfermos y malheridos

26 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Elena Vigil-Escalera, la presidenta de la asociación Gijón Felino, reconocía esta semana verse superada por no poder dar abasto con todas las situaciones que se generan en torno a los gatos callejeros en Gijón. Esta protectora que, hasta ahora ha asumido los costes de las esterilizaciones de gatos callejeros de la ciudad, lleva gastados más de 12.000 euros en lo que va de año porque se han ido haciendo cargo también de animales enfermos, envenenados, atropellados e incluso con heridas de perdigones. Pero es la falta de personas voluntarias que ayuden en las capturas, así como de casas de acogida para los animales que se están recuperando, lo que ha saturado la labor de esta asociación.

«La gente pasa mucho de los gatos. Gijón no es una ciudad animalista, es una ciudad de perros y la gente se implica poco con los gatos de la calle y no encuentras voluntarios que te echen una mano», explica Vigil-Escalera.

«Al final somos una asociación que somos personas que trabajamos y, en nuestro tiempo libre, nos dedicamos a esto y estamos recibiendo todas las llamadas que debería estar recibiendo un ayuntamiento, pidiéndonos ayuda y acabas no pudiendo abarcarlo todo. Y, este año nos hemos ido encontrando con el añadido de que hay animales heridos en la calle y, si el Ayuntamiento de Gijón tuviera un plan CES (captura, esterilización y suelta), podríamos dedicarnos a estos animales, pero al final te estás dedicando a todo y no das para más», insiste Vigil-Escalera.

Demasiados gatos enfermos o heridos

Pone un ejemplo: el gasto de casi 600 euros que han supuesto los cuidados veterinarios de una gata que fue encontrada a finales de agosto en Sotiello, con un fémur roto por un perdigonazo y que requirió de una operación complicada. Está en su casa y aún le quedan 15 días de recuperación para que apoye la pata en firme, tras habérsele retirado las agujas la semana pasada. Y, mientras tanto, se le ha descubierto una afección pulmonar por la que tendrá que hacérsele una endoscopia.

«El dinero que hemos gastado en ella, como en otros casos que nos han ido surgiendo y menos mal que los veterinarios que colaboran con nosotras nos hacen un descuento, serviría para castrar una colonia entera», dice Vigil-Escalera, que pone como ejemplo también el caso de un gato envenenado por cuyo tratamiento la asociación desembolsó unos 800 euros. En Gijón hay más de cien colonias registradas, a las que habría que sumar las que no están censadas, que son muchas más, como se viene diciendo una y otra vez desde hace más de tres años.

El plan CES municipal que no acaba de convencer

Y precisamente hace tres años el Ayuntamiento de Gijón aprobaba un plan CES que, después de semejante tardanza en su puesta en marcha, iba a activarse este mismo mes que está a punto de terminar, en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Asturias, que recibirá una dotación económica para hacerse cargo de los tratamientos en una serie de clínicas.

«A las protectoras ese plan no nos convence porque hablan de coger a las gatas y soltarlas en el mismo día de la operación. Tenemos muchas dudas y preguntas, y de hecho enviamos un escrito con todo ello al ayuntamiento», explica Vigil-Escalera. En el ayuntamiento la respuesta fue que se pusieran en contacto con el Colegio de Veterinarios. «Tenemos el problema de que hay demasiadas camadas y cachorros y de que a partir de febrero el 80% de las gatas de la calle están preñadas, con lo que necesitarán un tiempo de recuperación en vez de soltarlas en el mismo día», añade, asegurando que no está dispuesta a coger a gatos de la calle para el Plan CES si supone un riesgo para el animal.

«A los machos sí los soltamos al día siguiente, pero a una hembra siempre pedimos un mínimo de 48 horas», indica, insistiendo en que no está dispuesta a colaborar «en algo que vaya a perjudicar a los animales» y que «tenemos un montón de dudas sin contestar».

Colonias alimentadas por particulares

Sea como fuere, mientras tanto, son los particulares y asociaciones como Gijón Felino quienes se están haciendo cargo de los más de mil gatos callejeros que debe haber en Gijón. «Lo que les doy de comer a las colonias de las que me encargo sale de mi dinero como particular, no de la asociación, porque ese dinero solo lo dedicamos a castrar y a coger cachorros para darlos en adopción vacunados, desparasitados y con microchip. El pienso que aportan las cuidadoras de otras colonias también sale de su bolsillo», indica Vigil-Escalera, que también muestra su preocupación por los casos en los que esas cuidadoras, a menudo personas mayores, se han puesto enfermas y han tenido que buscar, a veces sin demasiado éxito, gente que continuara con su labor.

Este año, como decía al principio, parte de los gastos de Gijón Felino se han ido también a los tratamientos de gatos heridos o enfermos. «Al final en la asociación, por circunstancias laborales que van surgiendo, estamos dos personas, y una ahora está ingresada, y no podemos abarcarlo todo, pero la gente ha respondido: hemos podido pagar más de 12.000 euros porque hemos tenido ese dinero, aunque siempre colaboran los mismos o sale parte de nuestros bolsillos», dice Vigil-Escalera, que confía en poder seguir asumiendo casos con las ventas del calendario solidario de Gijón Felino. «Es una manera de ayudar para poder afrontar todos los gastos», agradece.

La propuesta de Emulsa de prohibir dar de comer a los gatos en la vía pública

También apunta que a la mayoría de los gatos de la calle se les da de comer en solares abandonados. «Emulsa va a proponer prohibir alimentar a los gatos en la vía pública, pero aparte de que tendrían que cambiar la ordenanza municipal, al 90% de los gatos no se les da de comer en la vía pública, sino en solares abandonados a cuyos propietarios deberían exigir que los acondicionen o, si no lo hacen, multarles o asumirlo el ayuntamiento y pasarles los costes. Y hay un montón de solares en condiciones nefastas sin que el ayuntamiento haga nada».