El varamiento del ejemplar y el de una tortuga laúd en Xagó suma 25 casos en 2018: un registro superior al de anualidades anteriores según el Cepesma
14 dic 2018 . Actualizado a las 13:44 h.No era un calderón, sino probablemente -aunque no con total seguridad- el cachalote pigmeo que ha aparecido esta mañana sin vida en las aguas del Puerto Deportivo de Gijón: el mamífero marino cuyo avistamiento, varado en las arenas de la playa de San Lorenzo, causó anoche cierto revuelo en redes sociales, era finalmente según todos los indicios un ejemplar de de 'Kogia breviceps', localizado e identificado esta mañana cerca de la punta de Liquerique, junto a la rada gijonesa. No obstante, Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma) no es concluyente al cien por cien sobre el hecho de que se tratase de un mismo animal, aunque el que apareció en el arenal de San Lorenzo sangraba por la boca, según quienes lo avistaron; una circunstancia que explicaría su muerte y el posterior arrastre aguas adentro por la marea de la noche. El 112 ha procedido a su retirada para los análisis correspondientes.
No es fácil avistar este tipo de cetáceo, «muy huidizo y sensible», según Laria. A pesar de ello, el Cepesma protagonizó hace unos años el único caso de recuperación con vida y devolución al mar de otros dos ejemplares de cachalote pigmeo, uno de ellos en la playa de Peñarronda, en Tapia de Casariego, y otro de 150 kilos en San Juan de Nieva. A pesar de su pequeño tamaño, se les considera cachalotes por su estructura anatómica y la ubicación de la boca en la zona inferior del cuerpo, y -a diferencia de sus parientes los cachalotes enanos- habitan las aguas cantábricas, donde se mueven a gran profundidad para alimentarse fundamentalmente de cefalópodos.
Una tortuga laúd varada en Xagó
Hoy mismo se ha producido otro varamiento en las costas asturianas: el de una tortuga laúd localizada, también sin vida, en la playa de Xagó. A falta de los días que quedan para finalizar el año, el Cepesma ha registrado a lo largo de 2018 25 de estos casos contando cetáceos, tortugas y tres focas; un número ´«más alto que el de otros años», según Luis Laria, y que podría ser mayor teniendo en cuenta que el organismo que preside solo recibe los casos detectados por particulares e instituciones. Durante las dos semanas que quedan de mes aún podrían producirse más, dado que es una época de importante presencia de este tipo de animales en la costa asturiana.