«A veces la tristeza se apodera de Gijón, que está mancada y por eso grita de dolor»

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

Nacho Vegas
Nacho Vegas Paula Fernández

El cantautor gijonés, que dice levantarse con el pie «extremo izquierdo» promete para el día 29 un concierto en el teatro de la Laboral que va a dejar «en cuatro chispas» el incendio que destruyó el Licèu

18 dic 2018 . Actualizado a las 14:53 h.

Nombre: Ignacio Vegas

Edad: 44 añazos recién cumplidos

Lugar de nacimiento: Xixón

Ocupación: Cantor

 -¿Algún motivo en particular para dar hoy los buenos días? 

-Que seguimos vivos.

-¿A qué hora se ha levantado?

-A las 9:43 (siempre miro el reloj al despertar y no sé por qué pero suelo retener la hora exacta).

-¿Con qué pie?

-Con el extremo izquierdo.

-¿Qué ha desayunado?

-Un zumo natural de manzana, una y jengibre, café solo y aguado y algunos cigarrillos.

-¿Y con qué noticia, buena o mala, se ha desayunado?

-Con una buena, la del repunte de venta de entradas desde que cambiamos la ubicación del concierto de Xixón al Teatro de la Laboral.

-¿Su primera alegría de hoy?

-La visita que me hizo a mediodía mi amigo Juan. Estaba atascado con una canción y él me puso de buen humor.

-¿Su primer cabreo?

-Atascarme con esa misma canción. La mayor parte de mis cabreos son conmigo mismo.

-Imagínese que se levanta alcalde, ¿qué deberes se pondría para hoy?

-Paralizar inmediatamente la administración concursal que pretende desahuciar a 37 vecinas de La Camocha y garantizarles su vivienda.

-Si yo fuese foriatu y tuviese que elegirme una canción que contuviese la esencia de esta ciudad, ¿cuál me cantaría?

-Voy a serle sincero; hay gente escribiendo canciones maravillosas mucho mejores que las mías, pero nadie le está cantando a Xixón como yo. Le cantaría Ciudad vampira.

-Toca y canta en casa el día 29 y promete «un concierto especial» para sus paisanos. ¿Qué les dará de especial?

-¿Recuerda aquel incendio hace años que destruyó el Licèu de Barcelona? Eso fueron cuatro chispas comparado con lo que va ocurrir el 29 en la Laboral. Le vamos a prender fuego al teatro. Metafóricamente hablando, claro.

-¿Qué tendría que pasar para que también se sintiese en casa cantando en la plaza de El Bibio?

-Déjeme aclarar una cosa: nosotros consideramos que no era el sitio adecuado para que un concierto nuestro sonara en condiciones, y al Metrópoli le preocupaba que el ritmo de venta de entradas no era el que esperaban. Para garantizar un buen sonido y no perjudicar al festival decidimos asumir nosotros todos los riesgos económicos y cambiar la ubicación al mejor espacio permanente de aforo medio que tenemos en la ciudad. Aunque Metrópoli ya no sea responsable del concierto nos sigue apoyando con la logística, así que todos contentos y tan amigos. Dicho esto, yo me alegro de el Bibio se utilice para realizar eventos culturales. Yo siempre he sido antitaurino y deseo, como mucha gente, que lleguemos a resignificar completamente las plazas de toros prohibiendo que en ellas se haga de la tortura animal un espectáculo. Mientras tanto, me alegro de que se hable de el Bibio en referencia a cualquier evento que no sea la Feria de Begoña.

-¿Y qué tendría que pasar para que enviase una invitación al portavoz del PP, que probablemente no le ha visto nunca en directo?

-Nada, nunca invitamos a representantes políticos de ningún signo por el mero hecho de serlo. Tampoco creo que Pablo González tenga mucho interés en vernos en directo.

-¿Le incomoda tocar en la antigua Universidad Laboral (por si los fantasmas)?

-Como decía, estoy muy a favor de resignificar los espacios públicos, y en este caso creo la cultura es la mejor manera de hacerlo. La Universidad Laboral fue construida por el franquismo con mano de obra esclava. Afortunadamente eso ya no ocurre. Si no contamos los falsos autónomos utilizados por la FSA para trabajar en Laboral Centro de Arte, claro.

-Le dejan elegir un monumento para sustituir al Pelayo de la plaza del Marqués. ¿Qué propondría?

-No sé, ¿tiene que ser un monumento? Pondría un árbol precioso. No sé si es posible trasplantar ahí en medio un texu o una ancina, pero sería bien guapu. Más qu’esi paisanón que ye má feu qu’el demoñu.

-Ahora imagine la canción o el álbum con la que quisiera cantar al Gijón de dentro de unos años. ¿Cómo le gustaría poder titularlo?

-Auge y caida de Tini Stardust y Las Leyendas Urbanas.

-¿Qué carátula tendría?

-Un pinchu tortilla apunto de ser devorado por un fartón.

-¿Y quién haría el mejor coro para acompañarle?

-El Coru Antifascista Al Altu La Lleva. Siempre.

-¿Dónde le gusta perderse en la ciudad?

-Uy, llevo toda la vida viviendo aquí y todavía me pierdo a veces por El Llano así que ahí mismo, que si cansas de andar siempre puedes dar con una sidrería buena.

-¿A qué le gustaría que la Lloca del Rinconín le dijese adiós para siempre?

-A la tristeza que a veces se apodera de una ciudad que está mancada y por eso a veces grita de dolor.

-¿Qué es lo mejor que se puede comer y beber en esta ciudad?

-Puede beberse de todo: desde el agua del grifo, que aquí es mejor que cualquiera que venga envasada en plástico, hasta la sidra o la cerveza hecha aquí. Y para comer tenemos al Cantábrico que nos provee bien. Y si no, nos llega de Escocia, Galicia o Bretaña. Todo queda en las naciones celtas.

-¿Qué le falta a esta ciudad para ser perfecta?

-Las ciudades son imperfectas por naturaleza. Una ciudad es su gente, y gran parte tuvo que emigrar, así que tal vez lo que más le hace falta a Xixón es gente que pueda vivir digna y orgullosamente aquí.

-¿Y qué le sobra?

-Puxarra. Medioambiental y humana.

-¿A quién le cantaría A ver la ballena, pero en el sentido más castizo de la expresión?

-Oiga, yo no he venido aquí a hablar de Pablo González, no insista.

-¿Y a quién invita a unos culines con dos docenas de oricios para acabar el día?

-Ayer mismo, a Ester Roldán, una buena amiga mía, gran arquitecta y componente del coru Al Altu La lleva, que se sometió a este mismo interrogatorio hace muy poco.

-¿Qué les va a desear hoy a sus paisanos y paisanas antes de echarse a dormir?

-Bones nueches; mañana siguimos lluchando y cantando.