Así fue la tragedia que vivió Viviana, la madre del niño que murió en Nochevieja

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Un niño de tres años falleció anoche en Gijón tras atragantarse con una de las tradicionales uvas de Nochevieja en su domicilio, ubicado en el barrio del Natahoyo.Después de que el pequeño se atragantara con la uva, los padres avisaron a la Policía Local que se desplazó a la vivienda, en la calle Independencia, y evacuó al menor al hospital de Jove, según las mismas fuentes.El niño llegó al centro sanitario sin respiración ni pulso por lo que los intentos de reanimación que se le realizaron resultaron infructuosos.En la foto, la madre del niño, Viviana (i) acompañada de su hermano, Carlos (d), ante la vivienda familiar
Un niño de tres años falleció anoche en Gijón tras atragantarse con una de las tradicionales uvas de Nochevieja en su domicilio, ubicado en el barrio del Natahoyo.Después de que el pequeño se atragantara con la uva, los padres avisaron a la Policía Local que se desplazó a la vivienda, en la calle Independencia, y evacuó al menor al hospital de Jove, según las mismas fuentes.El niño llegó al centro sanitario sin respiración ni pulso por lo que los intentos de reanimación que se le realizaron resultaron infructuosos.En la foto, la madre del niño, Viviana (i) acompañada de su hermano, Carlos (d), ante la vivienda familiar Alberto Morante

La mujer metió los dedos en la boca del pequeño y su tío le golpeó el pecho, incluso una vecina le practicó los primeros auxilios

02 ene 2019 . Actualizado a las 22:23 h.

El 24 de abril habría cumplido los cuatro años. Le encantaban los vídeos, disfrazarse de Spiderman y las motos. Tiago Leonel Guamán Bustos era un niño que llenaba de alegría su casa del Natahoyo, donde vivía con sus padres y su hermano. Pero esta Nochevieja, en Gijón, una uva se le atragantó mientras sonaban las campanadas de Nochevieja y acabó con su vida. Su familia intentó hacer todo lo posible por reanimarle, pero no fue posible. Su madre le metió los dedos en la boca y su tío Carlos le golpeó el pecho. Incluso una vecina le practicó los primeros auxilios, pero sin éxito.  

Viviana, la madre de Tiago, de 39 años, no daba crédito a su desgracia a las puertas del hospital de Jove. Es madre de otro hijo de quince años, Kevin Alexis. Viviana vive en Gijón, donde llegó hace 18 años de Eduador. Asegura «estar en una nube, en una pesadilla». «Hay momentos en los que solo espero que sea un mal sueño y despertar», asegura. «Se me ha ido la mitad de mi vida. Esta casa está fría, porque ya no está él», dice.

Tiago comía uvas con normalidad y esta Nochevieja su madre le había puesto en una copa «unas tres o cuatro sin pepitas. No más». Pero, en el momento en que empezaron a sonar las campanadas con la de la entrada del 2019, el niño, que estaba sentado, empezó a ahogarse. Su madre le metió los dedos en la boca; su tío, Carlos, le golpeó el pecho, pero sin resultados. Muy nerviosos, avisaron Emergencias, pero les indicaron que la uvi móvil estaba en Cabueñes y que iba a tardar. Y mientras llegaba al lugar la patrulla de la Policía Local, salieron a la calle en busca de ayuda. Una vecina se topó con ellos en la esquina y le practicó los primeros auxilios, pero la situación no mejoró.

Los agentes que se personaron en el lugar de los hechos actuaron rápido y decidieron llevar a la madre y al niño en el coche patrulla directamente al Hospital de Jove. Pero el pequeño Tiago apenas tenía pulso. Una vez en el hospital, el equipo médico que lo atendió le extrajo la uva e intentó reanimarlo durante más de una hora, pero el corazón del pequeño dejó de latir.