La iglesia de La Milagrosa ha acogido un multitudinario funeral por el Jefe del Servicio de Urología, al que se recordó como «un hombre bueno y dialogante»
20 mar 2019 . Actualizado a las 19:10 h.El mismo dolor y casi también el mismo estupor que causó en el Hospital de Cabueñes la repentina muerte de su Jefe de Urología, el doctor Javier Mosquera Madera, se han vivido esta tarde en la iglesia parroqula de La Milagrosa durante el funeral por el especialista fallecido en la mañana de ayer durante una reunión con compañeros de su servicio. Toda la comunidad profesional del hospital gijonés ha llenado a rebosar la iglesia de la avenida de Schulz para arropar a la esposa de Mosquera, Anabel Sánchez Rodríguez, y al resto de sus familiares.
Especialmente afectados han aparecido sus compañeros de Servicio, que fueron testigos de la terrible situación vivida ayer cuando sobrevino la hemoptisis que causó el fallecimiento del especialista, por el que nada se pudo hacer a pesar de su rápido traslado al servicio de Urgencias. Algunos de ellos abandonaban el templo entre lágrimas incluso antes de finalizar los oficios. Otros comentaban el especial pesar que ha causado la inesperada pérdida de quien han calificado una y otra vez como «un hombre bueno», un «excelente compañero y profesional» y «un hombre accesible y dialogante».