¿Volverá a erigirse el kiosco de Pachín de Melás en la plaza del 6 de Agosto?

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Mario Suárez del Fueyo, junto a la maqueta del kiosco de Pachín de Melás
Mario Suárez del Fueyo, junto a la maqueta del kiosco de Pachín de Melás

Xixón Sí Puede propondrá en la comisión de Urbanismo la reconstrucción de «La Farola», el establecimiento decó propiedad del escritor y asturianista quemado por falangistas durante la Guerra Civil

03 may 2019 . Actualizado a las 14:18 h.

Xixón Sí Puede formalizará ante la Corporación saliente una propuesta para que sea reconstruido el célebre quiosco de Pachín de Melás en la plaza del 6 de Agosto. Con el último aliento del mandato a punto de concluir, la formación de la que es portavoz Mario Suárez del Fueyo llevará a la comisión de Urbanismo la aspiración -más de una vez formulada desde distintos ámbitos- de rehacer el kiosco Jovellanos -conocido popularmente como «La Farola», por la que remataba el establecimiento- que regentaba el escritor y asturianista muerto en la cárcel de El Coto después de ser hecho prisionero tras la entrada de las tropas franquistas en Gijón.

«Es la mejor manera de rendirle homenaje», ha declarado el portavoz morado en la presentación de su iniciativa, junto a la maqueta del coqueto kiosco decó realizada por los alumnos del Real Instituto de Jovellanos, expuesta en la reciente muestra conmemorativa de los 225 años de la institución fundada por el ilustrado. Precisamente, la iniciativa de Pachín de Melás permitió que los restos de Jovino, enterrados en la antigua iglesia de San Pedro, fueran salvados de su quema por elementos anticlericales recién iniciada la contienda.

«El objetivo es recuperar este quiosco, un espacio que no era un quiosco al uso, sino que además de vender libros y periódicos, era un lugar que irradiaba cultura», apunta el portavoz de XsP. Un reconocimiento por esta labor que ya tuvo en 2013 por parte de la Asociación de Quiosqueros de la ciudad que le rindió un homenaje en la Semana Negra nombrándole quiosquero honorífico a título póstumo.

Postal de principios de siglo, en la que se puede ver el kiosco de Pachín de Melásen entre arranque de las calles Corrida y Moros, en la parte superior a la derecha
Postal de principios de siglo, en la que se puede ver el kiosco de Pachín de Melásen entre arranque de las calles Corrida y Moros, en la parte superior a la derecha

El quiosco, levantado en 1914, desapareció bajo las llamas que según el testimonio de la propia hija de Pachín de Melás prendieron militantes falangistas. Según recuerda Ramiro Gómez Delgado en su prólogo a Gijonismo, fue un «buen centro de promoción» que funcionó «como agencia de corresponsalías de periódicos regionales y nacionales» de los muchos diarios locales, españoles y de ultramar en los que colaboró el escritor.

«Es un asunto pendiente desde hace mucho tiempo y, a pesar de que estamos a finales de mandato, en estos momentos se están sentado las bases para la licitación del próximo mobiliario urbano para el año que viene, por lo que entendemos que dentro de esa licitación se debería incluir la reproducción del quiosco», ha selañado Suárez del Fueyo, En su opinión, la ciudad está en deuda con «Emilio Robles Muñiz, Pachín de Melás, considerado el padre del teatro costumbrista asturiano, autor teatral y de mónologos, novelista, editor y periodista».

La biografía de Robles Muñiz deja transparentar la del Gijón de su tiempo. Nació al pie de Cimavilla en 1877 en el seno de una familia numerosa y de escasos recursos. Inicialmente trabajó como obrero mecánico, aunque fue autodidacta y se formó hasta convertirse en maestro de Ajuste en la Escuela de Industrias, ubicada donde está actualmente la parte moderna del colegio Jovellanos.

Fue militante socialista durante un tiempo y firmó numerosos artículos en clave reivindicativa del obrerismo en diarios locales y de organizaciones políticas. Tuvo que huir a Langreo durante unos años para evitar las represalias, que no consiguió esquivar cuando las tropas nacionales tomaron Gijón. Encarcelado en El Coto, falleció en 1938 a causa de la enfermedad pulmonar que padecía mientras esperaba juicio.

Su carrera literaria empezó a despuntar en 1904 con el Premio del Certamen Científico Literario otorgado a la obra La Güelina,  y siguió con Gijonismo, recuerdos de la niñez, Les vieyures de Pinón: colecciones de cuentos y coses en bable. Creó la Biblioteca Popular de Escritores en Asturianu (1918), la colección de Novela Asturiana y participó en el homenaje a Pin de Pría en 1923. En este aspecto, Suárez del Fueyo ha destacado «su sesgo asturianista que fue evolucionando a lo largo de los años» y que le llevó a solicitar al Gobierno de la República un Estatuto de Autonomía para Asturias.