El gijonesismo y la madera de líder de Alberto López-Asenjo

Juan Carnicero Prieto PERFIL DE CANDIDATO

GIJÓN

21 may 2019 . Actualizado a las 09:52 h.

Mi primer contacto con Alberto López-Asenjo es muy reciente. Me lo presentó un amigo común, charlamos sobre su reto de lograr la Alcaldía de Gijón, su ilusión por semejante reto, y ya desde el minuto uno vi que tiene todos los requisitos para llevar a Gijón a buen puerto.

En reunión hablamos sobre tus tiempos jóvenes, cuando estudiaba en el Colegio de la Inmaculada de Gijón y sobre su participación en diversos concursos hípicos formando parte del equipo de equitación del Club Hípico Astur.

Los dos somos muy de ir de sidras junto a buenos amigos para disfrutar con las tertulias chigreras en las sidrerías típicas. De hecho, Alberto es miembro de la Real Academia del Mar y de las cofradías gastronómicas Yuma, Oricio, de la Anchoa del Cantábrico y del Colesterol.

Me da rabia cuando pesonas que no le conocen dicen que no sabe andar por Gijón, y me molesta oirlo precisamente por lo que comenté sobre su infancia en la ciudad, donde su padre trabajaba como veterinario inspector de la Administración del Estado. Vaya si no conocerá Gijón, cuando su mujer, Yolanda, es gijonesa y en la ciudad nacieron sus tres hijos.

Alberto despuntó tempranamente como líder nato, por lo que se marchó de Gijón, como por desgracia lo tienen que seguir haciendo muchos jóvenes a día de hoy. A su marcha de la ciudad en 1986 ya era funcionario del Estado como técnico en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y después pasando por la Embajada de España en Rabat (Marruecos) y también en 1996 en Bruselas, como Representante Permanente de España ante las Comunidades Europeas y constantemente en distintos destinos en París, Roma, etc.

Como se ve, Alberto reúne experiencia como gestor y como conocedor de cómo tiene que ser una ciudad moderna para los tiempos en los que vivimos.

* Juan Carnicero Prieto es vicepresidente de Divertia y directivo de OTEA