Aurelio Martín: intuición política y vocación pública sin estridencias

Emilia Vázquez Menéndez PERFIL DE CANDIDATO

GIJÓN

22 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Conocí a Aurelio, el político, cuando llegué a la Junta General. Por aquel entonces él se estrenaba como consejero de Medio Rural y yo como diputada que debería encargarme, entre otros temas, de los de su consejería. Durante aquellos años trabajamos juntos y siempre encontré en él ayuda y consejo ante mi ignorancia en los temas agrarios sin que cayera en la impaciencia cuando era insistente ni tampoco en la prepotencia cuando trataba de disimular mi ingenuidad.

A partir de aquellos primeros años de relación fui descubriendo al Aurelio persona, político, diputado, consejero y ahora concejal, y todos ellos comparten una inquietud por la esfera pública, por el trabajo en las instituciones orientado siempre a las personas, por hacer las cosas bien sin estridencias, sin sentir la necesidad de ponerse medallas. No se trata de un pecado de humildad, sino más bien de discreción y perseverancia. Aurelio no es un político de grandes discursos elaborados, pero sí tiene la intuición política más afinada que me he encontrado a lo largo de mis años de militancia. Creo también que cuenta con una gran facilidad para llegar a las personas, quizá por esa falta de histrionismo tan al uso en la política actual, que le hace considerar al interlocutor, ya sea un ganadero, una vecina del barrio o un concejal de cualquier otro grupo político, alguien digno de ser escuchado y tenido en cuenta. La búsqueda del encuentro y del acuerdo define también otra de las características de Aurelio, sin abdicar, claro, de lo que considera la línea esencial de sus ideales o de su programa.

Creo que esta manera de ser y de estar hace que Aurelio sea un persona de fiar, alguien en quien se puede confiar. Puede que no te dé la razón cuando acudas a él, o quizá no pueda resolverte el problema para el que buscas una solución, pero lo que es seguro es que nunca te engañará para quedar bien o salir del paso.

Por estas y otras cualidades que fui conociendo durante los años en los que compartimos actividad política, empecé con el Aurelio político y acabé con el Aurelio amigo. Como la luna, todos tenemos una cara oculta, pero precisamente porque está oculta no se habla nunca de ella. Lo que está claro es que en estos tiempos convulsos, donde la verdad es un artefacto prescindible a tenor de lo que se escucha en el ámbito de la política, personas como Aurelio, tan normales, cercanas y honestas, son lujos que se convierten en indispensables.

* Emilia Vázquez, que además de amiga, fue diputada en la Junta General entre los años 2008 y 2015.