De Amorebieta a Gijón solo por las bicis adaptadas

E. G. GIJON

GIJÓN

Estíbaliz Martín, con su hija Amaia,  en una de las bicicletas adaptadas de Gijón
Estíbaliz Martín, con su hija Amaia, en una de las bicicletas adaptadas de Gijón

«Ha sido una auténtica gozada dar alas a una niña que no puede caminar y vivir esta experiencia todos», agradece la madre de Amaia, una niña vasca con movilidad reducida que disfrutó de un fin de semana en bicicleta por la ciudad

03 jul 2019 . Actualizado a las 13:15 h.

«Ha sido una auténtica gozada vivir esta experiencia todos, dar alas a una niña que no puede caminar, dar libertad de movimiento a la par que una gran experiencia en familia». Quien así se expresa es Estíbaliz Martín, vicepresidenta de la Asociación para la Integración de Personas con Discapacidad de Amorebieta-Etxano y «orgullosa amatxu» (madre en euskera) de Amaia, una niña de diversidad funcional que ha podido disfrutar con su familia de un fin de semana sobre ruedas por Gijón gracias al servicio de bicicletas adaptadas del ayuntamiento.

Amaia, según explicó su madre en un mensaje de agradecimiento, tiene un alto grado de discapacidad debido a dos enfermedades raras que condicional su vida: «Es una niña con absoluta movilidad reducida que, a día de hoy, va en silla ortopédica infantil y, en breve, en silla de ruedas».

Pese a que tienen familia en Asturias, decidieron pasar el fin de semana en Gijón por este servicio que se ponía en marcha en 2017: «Hemos ido expresamente a Gijón por las bicis adaptadas que había visto previamente en la red. Las bicis de los demás viajaron desde Bilbao». La de Amaia, manejada por su madre, la consiguieron en Las Mestas.

«Nosotros éramos esa familia de cuatro que iba por todo el carril bici el sábado por la mañana gritando: ¡Gracias! ¡Gijón adaptada! ¡Sí, señor! La gente se paraba y se hacía fotos con nosotros. Pensaban que el servicio era nuestro y estuvimos explicando que era público y lo ofertaba el ayuntamiento».

La fotografía que acompaña estas líneas inmortaliza el momento en el que Amaia y su madre pasan por delante de las letronas de Gijón. «A cuanta más gente llegue mejor. En mi nombre, en el de mi hija y en el de toda mi familia, gracias de corazón», insiste la madre de la niña. Fue gracias precisamente a la familia de Nora, otra niña con necesidades especiales de la ciudad que anhebaba pasear en bici, que el Ayuntamiento de Gijón pasó a tener la primera flota de titularidad pública de bicicletas adaptadas para personas con movilidad reducida.

En 2016, aprovechando los presupuestos participativos municipales de 2017, sus padres propusieron que se creara una red pública de estas bicicletas. La propuesta consiguió los votos necesarios y el Ayuntamiento de Gijón adquirió cuatro bicis especiales de dos modelos distintos, ambos eléctricos, en los que una persona acompañante hace de conductora de la persona con dificultades de movilidad.

También en la playa de Poniente, desde el 1 de julio y hasta el 15 de septiembre, existe un servicio de atención a personas con movilidad reducida para el uso y disfrute del arenal, incluido el baño.