La optimista historia de superación de Víctor, con daño cerebral

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Víctor, con Olga, su auxiliar «favorita» y que ha tenido un papel clave en su recuperación
Víctor, con Olga, su auxiliar «favorita» y que ha tenido un papel clave en su recuperación

«Ha empezado a caminar, a hablar y nos sentimos arropados y queridos», agradece su hija al equipo del sanatorio Covadonga, en el que está ingresado su padre. Su recuperación opta al premio de la Fundación Optimista

11 jul 2019 . Actualizado a las 17:46 h.

Víctor es transportista y tiene 52 años. En octubre de 2018 sufrió un accidente de tráfico que le produjo un daño cerebral adquirido. Permaneció un mes en coma en el Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA). «No nos daban muchas posibilidades de recuperación y prácticamente nos dijeron que se quedaría en estado vegetativo», cuenta Adriana, la hija de Víctor, en un vídeo en el que presenta la historia de su padre, que hoy ha recuperado parte de su movilidad, está empezando a hablar y se siente muy motivado.

«Gracias a la compañera de la habitación de al lado conocimos la unidad de daño cerebral adquirido del sanatorio Covadonga», prosigue Adriana, que explica que desde el pasado 12 de febrero su padre está ingresado en este centro de Gijón y que jamás se hubiera imaginado los avances conseguidos desde entonces. «Está trabajando con la logopeda, con la fisio, con la terapeuta ocupacional, con la neuropsicóloga, le visita también el neurólogo… Ha empezado a caminar, a hablar y nos sentimos arropados y queridos», agradece Adriana al equipo del sanatorio gijonés, poniendo especial énfasis en la atención que su padre recibe de las auxiliares, «que le motivan un montón y, sobre todo, está Olga, que es su auxiliar favorita».

Con ella, Víctor tiene una complicidad «increíble». El papel de esta auxiliar ha sido clave en la recuperación de Víctor que, según indica también su hija, «siempre ha sido una persona alegre y positiva», a la que le gusta dar paseos y pasar tiempo con sus familiares y amistades. «Después de todo este tipo podemos afirmar que traerlo a esta unidad fue la mejor decisión y que por fin vuelve a salir el sol en nuestras vidas», concluye, llena de optimismo.

Y precisamente la historia de superación de Víctor opta a ser la Historia Más Optimista en la quinta edición de los Premios Fundación Optimista, con los que se pretende contribuir a la mejora de las personas hospitalizadas fomentando y reconociendo iniciativas que contribuyan a la creación de un entorno optimista para el paciente y su familia. La categoría de Historia Más Optimista es una de las que se resuelve mediante una votación popular, que finaliza el próximo 30 de septiembre, a través de de internet en este enlace.

De momento, la de Víctor ya es la segunda historia más votada de las 12 que se han inscrito en una categoría que, en la anterior edición de estos galardones, se reconoció al HUCA con un quinto premio a la Historia Más Optimista con el proyecto denominado El milagro de los bastones, que fueron la tabla de salvación de una paciente de cáncer de mama.