La cartelera de Gijón hace 50 años: 11 cines y sesión continua

E. G. B. GIJON

GIJÓN

La cartelera del 26 de agosto de 1969 en Gijón, sobre una vista de la calle Corrida, con el cine María Cristina, en los años 70
La cartelera del 26 de agosto de 1969 en Gijón, sobre una vista de la calle Corrida, con el cine María Cristina, en los años 70 Museo del Pueblo de Asturias

Del Brisamar aún queda un mural, del Goya nada y, de los nobles edificios construidos para ser cines, se mantienen las fachadas que aún recuerdan ese glorioso pasado del ocio cinematográfico en una ciudad que, en los 60, llegó a tener casi una treintena de salas de proyección activas

26 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Adivina quién viene esta noche era el gran éxito de la cartelera del 26 de agosto de 1969. Hace justo 50 años y cuando en Gijón se proyectaban películas en 11 cines diferentes, cuatro de ellos con sesión continua, en la que el espectador entraba cuando quería y podía quedarse al siguiente pase. En la cartelera que publicaba el periódico Voluntad aquel 26 de agosto, que era martes, faltaba el cine Roma, que al día siguiente proyectaría una sesión doble con títulos de los que nadie se acuerda.

Pero en la memoria de muchos gijoneses sí se mantiene el recuerdo de los casi 30 cines y otros espacios de proyección, aunque no todos aparecieran en las carteleras de la prensa, que se contaban a finales de los 60 y principios de los 70. Cines familiares, o en los que los espectadores se sentían como en casa, con butacas a veces más o menos incómodas, con colas que en ocasiones daban vuelta a las manzanas en las que se ubicaban y con infinidad de recuerdos para las varias generaciones que se sentaron en las butacas de los cines que resistieron hasta los años 90.

El Ayuntamiento de Gijón, en marzo de este año, editaba precisamente su historia en la publicación titulada Cines, teatros y salones de variedades en Gijón (1896-2018), obra de Rafael Suárez-Muñiz, en la que a través de una exhaustiva investigación desgrana los orígenes, las localizaciones y las características de todos los cines y los espacios de proyección que hubo en Gijón.

Estos son los lugares actuales que ocupaban los cines que recoge esa cartelera de hace justo 50 años, de la que hoy solo sigue activo el teatro Jovellanos. Algunos de aquellos cines, ubicados en los edificios más nobles, convivieron, ya a partir de los 80, con los multicines Hollywood, Bulevar y Centro, que también siguieron su misma suerte, e incluso en los 90 con los Yelmo que se mantienen hoy, junto al autocine, como únicas ofertas cinematográficas en un Gijón que, entre 1930 y 1950, fue la ciudad media española con mayor número de salas de proyección.

Hernán Cortés

Estuvo abierto entre 1958 y 1994. La construcción del céntrico edificio, con cine, sala de fiestas, despachos, viviendas, hotel y bajos comerciales, fue un hito arquitectónico en Gijón. El cine tenía unas 1.400 localidades y había cerrado por primera vez en 1985, para reabrir de nuevo en 1990. Tras su cierre definitivo, acabó convirtiéndose en el actual Casino de Asturias que, en su cuarta planta, recuerda su pasado cinematográfico con el Centro de Interpretación del Cine de Asturias.

Brisamar

Este cine estaba ubicado en la calle Castro Romano, en Cimavilla, y estuvo abierta entre 1965 y 1981. No proyectaba grandes éxitos comerciales, sino cine de arte y ensayo y además en versión original con subtítulos. Tenía unas 450 butacas. El cine hoy es un garaje que aún mantiene en una de sus paredes exteriores un gran mural dedicado a los Lumiére que estaba el vestíbulo de esta sala que introdujo en el Gijón de la transición películas como Novecento o El último tango en París.

Albéniz

Ligado al teatro Arango, abrió también en 1951 y cerró siete años antes, en 1992. Tenía algo menos de 600 localidades y era un cine de reestrenos, que proyectaba las películas que previamente se habían visto en el Arango. En sus últimos años se dividió en dos salas y, en la actualidad, alberga una sala de conciertos que ha mantenido Albéniz como nombre.

Teatro Arango

Estuvo abierto entre 1951 y 1999, siendo el último de los cines históricos que cerró sus puertas. Tenía unos 1.100 asientos repartidos en el patio de butacas, graderío y palcos. Su cierre removió conciencias tras la pérdida de todos los cines antiguos de la ciudad, pero los intentos por recuperarlo para la actividad cultural de la ciudad no fructificaron y acabó convirtiéndose primero en un centro de estética y, tras su cierre, recientemente en una hamburguesería, siempre manteniendo la fachada original por estar protegida.

Cine FAC

FAC es Fraterna Ayuda Católica, aunque haya habido otras interpretaciones de estas siglas, porque este cine que estuvo abierto con este nombre entre 1959 y 1979 nació ligado a la iglesia de San José, ocupando parte de la casa rectora a la que se accede desde la calle de Pedro Duro. Pasó a llamarse en 1983 cine Royal y estuvo operativo hasta 1987, dejando a un lado entonces su vínculo religioso y siendo otra sala de reestreno. En 1987 se convierte en la sala Quiquilimón que quienes fueron niños entonces recordarán perfectamente. Cerró como sala de cine y teatro infantil en 2003.

Avenida

Se había inaugurado en 1935, tenía capacidad para 700 espectadores y estaba situado en la esquina de avenida de Álvarez Garaya y la calle de Donato Argüelles. Ocupaba un edificio que había sido diseñado por el arquitecto Manuel del Busto, que fue derribado en 1970, año en el que el cine cerró sus puertas.

Cine Ideal

Estaba ubicado en la calle de Joaquín Fernández Acebal, enfrente del Mercado de San Agustín, que albergaría hasta 201 los únicos cines que resistieron en el centro de Gijón. Era un cine que tenía una larga historia a sus espaldas puesto que sus orígenes eran el Salón Ideal, que se había inaugurado en 1927 en otro emplazamiento cercano y que tenía capacidad para 350 personas. Pasó a llamarse Cinema Juventud en 1939, coincidiendo con una etapa en la que quiso orientarse a un cine más escolar, hasta que en 1946 volvió a proyectar cine comercial. En 1962 se reabre en su última ubicación, un edificio de nueva construcción con capacidad para unas 600 personas, y estuvo activo hasta 1975.

Goya

El cine Goya ocupaba la actual parcela del hotel Begoña
El cine Goya ocupaba la actual parcela del hotel Begoña

Su precedente había sido el primer cine que abrió sus puertas en Gijón en 1910, el Versalles. El edificio anterior se reconstruyó y el cine Goya inició su andadura en 1932, al final del paseo de Begoña en el lugar que hoy ocupa el hotel del mismo nombre, con la proyección de una película muda. En su última etapa se pasó al cine S, una clasificación que lleva casi 40 décadas extinguida y en la que entraban películas, en plena transición y con censores de por medio, como Emmanuelle o el primer Mad Max de Mel Gibson. Cuando el Goya cerró sus puertas en 1981 también había estrenado Holocausto caníbal.

Robledo

El teatro Robledo, uno de los cines de la calle Corrida hasta principios de los 90, se había inaugurado en 1917 y el edificio fue obra del arquitecto Manuel del Busto. Tenía 1.000 localidades repartidas en patio de butacas, entresuelo y sus dos anfiteatros, con palcos incluidos. Cerró sus puertas en 1991 y el edificio, que había dado categoría a los cines de la ciudad, se reconvirtió en viviendas y oficinas, respetándose la fachada en su remodelación.

María Cristina

Era el segundo cine de la calle Corrida, se había inaugurado en 1943, también obra de Manuel del Busto, y cerró dos años después que el Robledo, en 1993. Llegó a tener casi 800 localidades y, tras la pérdida de su característico letrero amarillo, también fue reconvertido en viviendas.

Natahoyo

En la época de la cartelera estaba al inicio de la avenida de Galicia, se había inaugurado en 1932 y había albergado torneos de boxeo en los años 40. Cerró sus puertas en 1972 y el edificio, que también había sido diseñado por Manuel del Busto con su hijo, fue derribado en 1992.

Roma

No aparece en la cartelera del 26 de agosto de 1969, pero estaba en activo. Pero no lo estuvo mucho más porque cerró un año después. Se había inaugurado en 1933 y estaba situado en el número 51 de la calle de los Moros, en un edificio que también fue diseñado por los del Busto. Con casi 350 butacas, fue el cine Roxy hasta que en 1938 el franquismo obligó a españolizar su nombre. En 1970 cerró sus puertas y hoy, en un nuevo edificio, aún se mantiene Roma en un rótulo de la fachada.