Gijón baraja que los dueños de perros limpien con agua y jabón los orines

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Un gijonés echa agua jabonosa sobre el orín de su perro
Un gijonés echa agua jabonosa sobre el orín de su perro

La concejalía de Salud Animal pondrá en marcha en 2020 una campaña informativa sobre la limpieza de excrementos y otra sobre la obligatoriedad de colocar el microchip a los canes

18 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los comportamientos incívicos de los propietarios de perros que más quejas acumulan en cualquier ciudad es que no recojan los excrementos de sus animales en la calle. Y lo mismo ocurre con la presencia de orines caninos, tanto en las aceras, en las fachadas o en elementos del mobiliario urbano. También es una asignatura pendiente la implantación del microchip en los canes, que en Asturias es obligatorio desde que tienen tres meses de edad sea cual sea su raza y que debe realizar un veterinario acreditado.

Dos asuntos que, desde la concejalía de Salud Animal del Ayuntamiento de Gijón, se pondrán en el punto de mira a principios del 2020 a través de sendas campañas informativas para concienciar a los propietarios de perros de la ciudad, por un lado, de que recojan los excrementos y, por otro, de que identifiquen a sus mascotas.

Así, una de las campañas se centrará en la recogida de heces y la limpieza de orines para atajar este problema de convivencia e incluso de salud pública. «Quejas ha habido siempre, pero es verdad que hay calles que están más sucias que otras», indica la concejala de Salud Animal, Carmen Saras, que se muestra también partidaria de que en Gijón se siga el ejemplo de otros ayuntamientos españoles que exigen a los propietarios de canes que limpien con agua jabonosa los orines que sus animales hacen en las aceras.

Saras, que tiene entre manos la redacción de una nueva ordenanza municipal reguladora de la protección y tenencia de animales de compañía para adaptarla a las nuevas necesidades que se han ido generando desde que en 2011 entró en vigor la anterior, no descarta incluso que el uso de esas botellas con agua y jabón, o incluso vinagre, se recoja en el nuevo documento. «Hay que abrir el debate, pero no solo por los orines, sino porque en determinadas zonas metálicas, como pueden ser las farolas, o mármoles de escaparates se crea corrosión que hace perder el material y, a pesar de que Gijón es una ciudad lluviosa, quizá sea acertado tomar este tipo de determinaciones», indica.

Con la segunda campaña se pretende concienciar sobre la obligatoriedad de identificar a los perros en una ciudad en la que, según el Registro de Identificación de Animales del Principado de Asturias (Riapa), el censo está formado por algo más de 32.000 canes con microchip.

Esta campaña sería la primera municipal que se lleva a cabo en Gijón sobre un asunto que trae de cabeza, sobre todo, a las protectoras de animales abandonados que, en buena parte, carecen de microchip. La identificación mediante microchip, que también facilita que el propietario de un perro perdido lo encuentre con mayor facilidad, es obligatoria en Asturias desde hace 15 años y no hacerlo supone una falta grave que implica sanciones que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros.