Pedro Costa rescata la memoria de la luz en el claroscuro de «Vitalina Varela»

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Pedro Costa, en el Festival Internacional de Cine de Gijón
Pedro Costa, en el Festival Internacional de Cine de Gijón FICX

El director portugués presenta en Gijón su última película, con la que compite en la sección oficial

22 nov 2019 . Actualizado a las 16:35 h.

El director portugués Pedro Costa, considerado un innovador del cine experimental, ha dicho haber tratado de recuperar «la memoria de la luz» en su última película, Vitalina Varela, filmada en un «claroscuro profundo» que busca adaptarse a la situación y la acción de los actores. Costa compite con esta cinta, que lleva por título el nombre de la actriz protagonista, en la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón, donde ha tenido lugar su estreno en España.

El cineasta ha dicho en un encuentro con la prensa que buscó captar «la memoria de la luz en un espacio» en el que brilla Vitalina Varela, que por este papel obtuvo el Premio a la Mejor Actriz del Festival de Locarno. La película, que se alzó con el Leopardo de Oro en Locarno, narra la historia de una mujer de Cabo Verde que consigue viajar a Lisboa tras la muerte de su marido como hilo conductor de un relato que exhibe las condiciones de vida de los estratos sociales más bajos.

Costa, que ha rodado el largometraje con una fotografía de claroscuro profundo, ha dicho que ha estudiado las condiciones de luz ambiente para adaptarla a la situación y al movimiento de los actores. Ha explicado que esa forma de trabajar forma parte de su propio lenguaje cinematográfico, aunque para ello muchas veces tenga que pasar hasta tres semanas para rodar un solo plano. Fiel a sus planteamientos estéticos como partidario del cine directo, Costa ha afirmado que todas sus películas se iniciaron a partir de sentimientos que ha experimentado en su vida personal.

El primer encuentro que tuvo con Vitalina Varela, que también interpretó papeles en Caballo Dinero y Centro Histórico, «fue tan intenso» que «inmediatamente» supo que tenía que hacer una película.

La figura de Vitalina caminando por las calles desiertas del pueblo de Fontaínhas, en el municipio de Póvoa de Varzim, cuando estaban buscando localizaciones le pareció «tan bella y sugerente» que le disparó las ideas sobre el tono que le iba a dar a la obra.

Costa, quien ha considerado que el cine contemporáneo «es muy violento», ha avanzado que su próxima película se rodará en la lengua del lugar y «y no habrá subtítulos», informa Efe.