Así se va a integrar la avenida del Molinón en el parque Isabel la Católica

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Pasará a ser peatonal, con nuevo arbolado y zonas de estancia para ampliar el pulmón verde de Gijón con 12.000 metros cuadrados más

05 dic 2019 . Actualizado a las 20:14 h.

La avenida del Molinón, que separa el parque de Isabel la Católica del Kilometrín entre la rotonda del Piles y el estadio municipal, no volverá a reabrirse para el tráfico rodado. El gobierno municipal, aprovechando que estos días se celebra en Madrid la Cumbre Mundial por el Clima, ha querido presentar un proyecto que recupera este espacio para el peatón cambiando el cemento actual por árboles y zonas verdes que conectarán el río Piles con el parque de Isabel la Católica.

Este proyecto, que supondrá que este emblemático pulmón verde de Gijón se amplíe en 12.000 metros cuadrados más, suprimirá por tanto las aceras, los aparcamientos en cordón y los dos carriles para coches de la actual calle, que en todo caso lleva desde el verano cerrada al tráfico por la ejecución de las obras del pozo de tormentas del parque de Hermanos Castro sin que se haya registrado trastorno alguno en la circulación rodada.

De hecho, estos meses, con la celebración de la Feria de Muestras y otros importantes eventos deportivos de por medio, han servido como prueba para ratificar que la transformación de esta calle en un gran espacio verde, con zonas de estancia y un camino central de 4,5 metros de ancho de uso peatonal, tendrá un impacto «mínimo» en el tráfico de vehículos que mueven los equipamientos de la zona, que utilizan otras vías de acceso al entorno de El Molinón y el recinto ferial como la avenida de Torquato Fernández Miranda.

A cambio, aparte de ganar más espacios de calidad medioambiental para los peatones, se toma una medida en la línea de las medidas de mitigación del cambio climático y de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas para la Agenda 2030, que ya están siendo el eje de las políticas municipales de los ayuntamientos que buscan promover el bienestar de todos sus habitantes. «Las administraciones y los ciudadanos tenemos que tomar medidas y ésta es una muy concreta, pequeña pero con un contenido simbólico importante con la que queremos visualizar no solo que convertimos cemento en parque, sino también demostrar cuáles son las prioridades de este gobierno», explicaba hoy el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, durante la presentación del proyecto.

Y esas prioridades pasan por impulsar medidas sostenibles que ayuden a cuidar el medio ambiente y, entre ellas, devolver el suelo público a los peatones. También el concejal de Mantenimiento y Obras Públicas, Olmo Ron, quiso recordar dos de las frases de la alcaldesa, Ana González, en este sentido: «Cuidar Gijón para que Gijón nos cuide» y «recuperar Gijón para los peatones». En la actualidad, el tráfico rodado ocupa el 85% del espacio público de Gijón.

La idea de transformar en parque la avenida del Molinón, según explicaron los concejales, surgió en la concejalía de Medio Ambiente en colaboración con el servicio municipal de parques y jardines precisamente al cerrar la calle al tráfico con motivo de las obras del pozo de tormentas, que iban a obligar a tener que reponer la calzada y las aceras. La propuesta supondrá un coste de 1,3 millones de euros que serán financiados por la Empresa Municipal de Aguas (EMA) y por la empresa que ejecuta las obras del pozo de tormentas, que iba a tener que destinar una partida presupuestaria de gran envergadura -que supone el 50% del coste del proyecto medioambiental planteado- para restaurar la calle tras los trabajos que se siguen realizando en la actualidad, con lo que ese dinero se incorpora a la financiación del proyecto de peatonalización y ampliación del parque de Isabel la Católica.

Las obras de transformación de la calle en zona verde podrían empezar, teniendo en cuenta la marcha de las del pozo de tormentas, a mediados de 2020 con la idea de que esté culminada a finales del año, según calcularon los concejales. La inversión de 1,3 millones de euros dejaría en casi tres millones la inversión que se va a realizar en este mandato en el parque de Isabel la Católica, puesto que la de este proyecto se sumaría a la anunciada para realizar mejoras y mantenimiento en las zonas verdes que ya existen y en el sistema hidráulico de los estanques, que es de 1,65 millones de euros en cuatro años.

El diseño

El nuevo espacio se articula en base a ese camino central de uso peatonal (que sólo podrá ser utilizado por vehículos de mantenimiento y emergencia) y sobre el que se van incorporando distintos accesos peatonales y rodados de ambos lados, que se amplían en dimensión y complementan con espacios estanciales y ajardinados. La mayoría de la superficie se convierte en zona verde y arbolada.

Como se trata de un proyecto sostenible, en su ejecución se van a tener varios aspectos que realmente consigan que se trate de un espacio que responsa a esa sostenibilidad. Así, se van a reutilizar materiales en la ejecución de la obra, como son parte de los áridos existentes que se utilizarán para realizar la base de los nuevos viales peatonales y zonas de estancia, que dispondrán de espacios diferenciados equipados con mobiliario accesible y parterres de especies arbustivas y vivaces que fomenten la biodiversidad. El bordillo de granito de las actuales aceras también se reciclará en el nuevo diseño.

Asimismo, al disminuir de manera considerable la superficie de cemento, se aumentarán las permeables por lo que no será necesario enviar agua a las reses de saneamiento. Las zonas verdes, además, tendrán como elemento fundamental el arbolado, que articulará el conjunto del espacio creando un dosel de especies caducifolias.

El nuevo sistema de iluminación con el que se dotará a este nuevo espacio verde será de bajo consumo. El objetivo, en este sentido, es que el espacio funcione como un corredor ambiental que conecte el río Piles con el parque de Isabel la Católica. En la actualidad, la zona destinada a viales ocupa 6.577 metros cuadrados y, la de aceras, 5.500. Tras el nuevo diseño, el espacio destinaría 8.050 metros cuadrados a zonas verdes, 370 a parterres, 2.380 al camino central y 1.270 metros cuadrados a zonas de estancia.