Así va a funcionar la zona de bajas emisiones en Gijón

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Plano que muestra la jerarquía viaria planteada en el Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura de Gijón
Plano que muestra la jerarquía viaria planteada en el Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura de Gijón

Los distintivos ambientales de Tráfico serán obligatorios para circular o aparcar en la ciudad en el primer trimestre de 2021

25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de España, que declaraba la emergencia climática el pasado 21 de enero, obligará a al centenar y medio municipios con más de 50.000 habitantes del país a implantar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para restringir el tráfico de vehículos y reducir las emisiones contaminantes. El Ministerio de Transición Ecológica ultima el anteproyecto de la Ley de Cambio Climático que incluye esta medida de la que, en un principio, se había planteado el año 2023 como fecha para su entrada en vigor en todas esas ciudades. Aún debe concretarse, pero el retraso que viene acumulando España en la implantación de estos espacios con bajas emisiones, ya que solo existen las experiencias de Madrid y Barcelona, sin dida será determinante y más si se tiene en cuenta que, en Europa, la primera ZBE en implantarse fue en Estocolmo en 1996.

El borrador de la futura nueva ordenanza municipal de Movilidad de Gijón, sobre el que sigue trabajándose con la idea de iniciar próximamente su proceso de aprobación, plantea que, una vez que el documento entre en vigor, al año se implante la obligación de exhibir el distintivo ambiental que clasifica a los vehículos por su potencial contaminante. Es decir, que en el primer trimestre de 2021, si la ordenanza se aprueba como se prevé en los próximos meses, todo vehículo que circule o estacione en la ciudad deberá tener su distintivo ambiental. Salvo los vehículos clasificados como A si, para entonces, la Dirección General de Tráfico no ha creado el distintivo, que en todo caso tendrían tres meses una vez creado.

Los diferentes tipos de distintivo
Los diferentes tipos de distintivo DGT

El borrador, en todo caso, también señala que a partir del 1 de enero de 2021, los vehículos sin distintivo ambiental en Gijón ya no podrán aparcar en las zonas de estacionamiento regulado (ORA) con la excepción, por ejemplo, de los residentes en sus respectivas áreas, que tendrían de plazo hasta el 31 de diciembre de 2024, y de los vehículos comerciales e industriales que tengan autorización cuando entre en vigor la ordenanza, hasta el 31 de diciembre de 2021. Aún así, el documento recoge que hasta el 1 de enero de 2025 no se prohibiría la circulación por todas las calles de Gijón a los vehículos sin distintivo ambiental.

Y, en el caso de los taxis, el borrador de la ordenanza solo permite la circulación de los que tengan los distintivos de cero emisiones y eco, pero establece que hasta el 31 de diciembre de 2022 podrán seguir circulando los de las categorías A y B, mientras que los de la C hasta el 31 de diciembre de 2027. Los taxis adaptados para sillas de ruedas tendrán una moratoria aún mayor.

Hay que recordar que existen cuatro distintivos ambientales: los que identifican a los vehículos menos contaminantes, y también los más escasos circulando por calles y carreteras, son de Cero emisiones (eléctricos e híbridos enchufables con una autonomía superior a 40 kilómetros) y Eco (híbridos enchufables con autonomía por debajo de 40 kilómetroos, no enchufables y los propulsados por gas). Y los dos que identifican a los más contaminantes: C (turismos y furgonetas de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014) y B (de gasolina matriculados a partir de enero del año 2000 y de diésel a partir de enero de 2006). Quedan sin etiqueta los vehículos de gasolina matriculados antes de enero de 2001 y los de diésel anteriores a 2006. Y, en el caso de los pesados y de más de ocho plazas, anteriores a 2005.

¿Qué es una zona de bajas emisiones?

Es un área en la que está restringido el acceso a determinados vehículos debido a sus emisiones contaminantes que se establece a un área amplia dentro de la ciudad y que permite la entrada a los que cumplen con los estándares de emisiones menos contaminantes. Según los estudios que se vienen realizando sobre las ZBE que llevan años en marcha en Europa, para paliar el problema de la contaminación en las ciudades estas zonas deben estar acompañadas de otras medidas que fomenten la disminución el uso del vehículo privado como mejoras de calidad de los espacios urbanos y accesos peatonales, de la infraestructura ciclista y del transporte público.

En esa línea, la futura ley de Cambio Climático que prepara el Gobierno también da prioridad a los desplazamientos a pie, en bicicleta u otros medios de transporte alternativos que no contaminen, que también se recoge en el borrador de la ordenanza de Gijón. Sobre la zona de bajas emisiones, también contempla su implantación con medidas especiales de regulación de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos. Medidas enfocadas a reducir las emisiones contaminantes procedentes del tráfico, disminuir su intensidad y promover una movilidad sostenible, favoreciendo el transporte público colectivo y medios o vehículos menos contaminantes.

¿Cuál será su funcionamiento?

Además de las zonas de bajas emisiones de Madrid y Barcelona, son varios centenares las experiencias que ya están en marcha en la Unión Europea para saber qué es lo que está funcionando en ese objetivo de mejorar la calidad del aire que respiran los habitantes en el centro de las ciudades. Algunas medidas en funcionamiento son la aplicación de tasas para los vehículos sin distintivo, la prohibición directa de acceso a los coches más antiguos (el borrador de la ordenanza gijonesa recoge la excepción de los vehículos históricos ante la prohibición general de circular sin distintivo ambiental), el servicio de transporte público gratuito los días de alta contaminación o la circulación alterna según la matrícula de manera puntual.

El gobierno local decidirá qué medidas concretas se aplican en Gijón, previo consenso con los agentes implicados, pero en su momento se mostró interés por la filosofía de Madrid Central. Una de las medidas que se destacó precisamente en una reciente visita a Gijón de los impulsores de Madrid Central pasa por que los vehículos más contaminantes paguen más por aparcar en las zonas de aparcamiento regulado.

A este respecto, el borrador de la ordenanza recoge que las zonas de la ORA en Gijón estarían divididas en cuatro colores según su uso. Las zonas naranjas serían exclusivas para residentes, las verdes para uso mixto de rotación y residentes de duración limitada según horarios establecidos, las azules de uso mixto como en la actualidad y las rojas que serán exclusivas para rotación por un periodo breve de tiempo. El pasado noviembre comenzaba la instalación progresiva de 230 parquímetros inteligentes para modernizar la gestión de la ORA, cuyas nuevas zonas se establecerán, según el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, «con consenso político y social, y bajo criterios técnicos de movilidad».

Martín, además, ha insistido en varias ocasiones en que la nueva ordenanza tiene como objetivos destacados darle prioridad al peatón, a la bicicleta y a todo lo que tenga que ver con el transporte público y colectivo en detrimento del coche, que en la actualidad ocupa casi un 80% del espacio público de Gijón. Y la idea es revertir ese porcentaje a favor del peatón y la movilidad sostenible.

¿Cómo estará delimitada?

En su momento se abordarán la ordenación del área de bajas emisiones, así como sus puntos de acceso y los criterios de su funcionamiento, pero hay trabajo previo ya hecho en el Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura de Gijón (PIMSS), que está pendiente de una evaluación ambiental para su aprobación definitiva. Este plan dibuja un mapa de jerarquía viaria en el que se marca en color verde un área de prioridad no motorizada, en la línea de una zona de bajas emisiones, que ocupa todo el centro urbano desde Poniente hasta el Piles. Este mismo mapa colorea de azul el área de velocidad limitada, que abarcaría prácticamente toda la trama urbana que no está incluida en la zona de bajas emisiones ni en el área de prioridad residencial de Cimavilla.

El borrador de la ordenanza de Movilidad, en todo caso, establece que la velocidad se limitará a 30 kilómetros por hora «en gran número de calles con el consiguiente impacto para la seguridad vial de peatones y ciclistas, así como la movilidad y autonomía de determinados colectivos (menores, personas mayores, con movilidad reducida o con discapacidad).

De hecho, como ya se había adelantado desde la concejalía de Movilidad, en todas las calles de un único carril por sentido la velocidad máxima serán 30 kilómetros por hora, mientras que en las que tengan más de un carril en alguno de sus sentidos, se podría limitar la velocidad en toda la vía o en uno de sus carriles. Y, en las calles de plataforma única de calzada y acera, la velocidad se limita a 20 kilómetros por hora, como en Cimavilla.