«No queremos que Cimavilla se gentrifique y que se respete nuestra identidad»

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

Concentración de los vecinos de Cimavilla en la plaza del Ayuntamiento
Concentración de los vecinos de Cimavilla en la plaza del Ayuntamiento

Los vecinos reclaman soluciones que mejoren la movilidad de las personas que viven en el barrio, sin renunciar a una reducción del volumen de tráfico

06 jul 2020 . Actualizado a las 10:53 h.

El anuncio de la peatonalización hasta septiembre de Claudio Alvargonzález y Tránsito de las Ballenas hasta septiembre cogió a los vecinos de Cimavilla de improviso. Una medida que, al dejar una única salida en coche por Emilio Muñiz ‘el negro’, limitaba en gran medida la movilidad de las personas que viven en el barrio histórico de la ciudad. Tras varias reuniones se logró permitir a residentes la salida por Tránsito de las ballenas durante unas horas al día. No obstante los vecinos creen que la medida sigue siendo perjudicial y solicitan una solución de consenso que permita, por un lado, la limitación al tráfico y, por otro, la vida diaria sin obstáculos de los ciudadanos que allí viven. El objetivo es evitar que se haga realidad en el barrio marinero un miedo que lo sobrevuela desde hace años: la gentrificación.

Sergio Álvarez, presidente de la asociación de vecinos Gigia de Cimavilla, explica que las movilizaciones de los vecinos «van más allá del cierre del Tránsito de las Ballenas» e incluyen un llamamiento para los «arreglos de calles y movilidad en Cimavilla». Con respecto a los cierres y peatonalizaciones cree que «hay que dejar una salida a los residentes. Si no conviertes el barrio en una ratonera».

En este sentido, destaca que desde el Ayuntamiento les han planteado la opción de «esperar al 30 de septiembre, ya que en julio y agosto quieren ganar espacio para peatones». Recuerda que la «primera propuesta era cerrarlo indefinidamente, pero conseguimos unos tramos horarios». No obstante la medida vigente «sigue siendo muy perjudicial para el barrio, porque lo partió en dos».

Recalca, pese a todo, que con la Corporación local existen «compromisos para el rebacheo de carreteras, estudio de la plataforma única para el barrio y, en este sentido, hay avances». Desde la asociación se van a organizar «talleres participativos con vecinos y vecinas para ver las necesidades que hay». La idea es realizar «un plan de prioridad residencial que respete la vida diaria del barrio». Quiere dejar claro que «Cimavilla está a favor de las peatonalizaciones, nosotros nos movemos por aceras que tienen diez centímetros».

Se muestran «siempre a favor de ganar espacio para el peatón, pero cuando haces un espacio para peatones tienes que tener en cuenta las características de tu ciudad». «Cimavilla es una península y hay que tener en cuenta y no vale cerrar. Gijón no puede dar la espalda al barrio marinero, que es el corazón de la ciudad», insiste.

«No queremos que Cimavilla se gentrifique y que se respete la identidad del barrio», añade. Considera que «las plataformas únicas pueden ser la solución, ya que reduces la velocidad y te da sensación de circular por una zona peatonal. Se respeta el tránsito prioritario de vecinos y vecinas, se puede aparcar…». Apunta que «hay muchos modelos y se puede hacer un buen casco histórico respetando a vecinos y vecinas».