Se agrava la situación de déficit previa a la pandemia y, según denuncia SICEPA/USIPA-SAIF, se impone a los eventuales trabajar un tercer fin de semana al mes
12 ago 2020 . Actualizado a las 18:15 h.Antes de que la pandemia lo trastocara todo, ya se venían denunciando de forma reiterada las carencias que se venían gestando hace años, entre ellas el déficit de personal sanitario, de la atención primaria del área sanitaria V (Gijón, Villaviciosa y Carreño), que, «dadas las circunstancias especiales que acontecen, se ponen de manifiesto de forma más acuciante». Así lo denuncian desde la entidad sindical de SICEPA/USIPA-SAIF, en donde advierten del creciente malestar entre el personal facultativo por las decisiones que se están adoptando desde la gerencia del área para cubrir las necesidades sanitarias de la población, con la imposición a los médicos eventuales de un tercer fin de semana al mes durante el verano y solicitar, primero, voluntarios entre los titulares para que realicen una jornada de 12 horas en los puntos de atención continuada además de las tres guardias semanales que realizan al mes.
«Como ni aún así se consiguieron cubrir todas las necesidades, el siguiente paso fue enviar mediante orden escrita, con tan sólo unos días previos de antelación, la obligación y asignación de turnos de fin de semana a médicos titulares», indican desde el sindicato sanitario, en donde señalan que el déficit de personal sanitario es «resultado de una mala planificación y gestión de los recursos durante la última década». Como ejemplos de esa gestión mencionan los contratos de condiciones «precarias en cuanto a sobrecarga de horas» y la «falta de estabilidad», que han originado «el éxodo de profesionales» de Asturias, o «la nula previsión a largo plazo de las jubilaciones y la escasez y demora en el tiempo de resolución de las oposiciones».
Todo ello, critican, trajo consigo como resultado que la mayor parte del año entre un cuarto o un tercio de las consultas no se sustituyan, «una media de entre 40 y 50 consultas diarias, añadiendo domicilios, avisos urgentes del 112 y la inevitable burocracia» y «profesionales agotados física y psicológicamente que no pueden realizar su trabajo garantizando la calidad asistencial que los pacientes merecen por falta de tiempo en consulta».
Si esta era la situación de partida antes de que la pandemia de la Covid-19 llegara, el sistema de atención primaria de Gijón ahora «está a punto de ser derrumbado, tal y como venimos vaticinando los profesionales de los equipos y no por culpa de la pandemia, que lo único que ha hecho es poner aún más de manifiesto las carencias del sistema actual».
Gota que colma el vaso
La situación se ha agravado durante esta crisis sanitaria, ante la que «somos conscientes de que requiere una especial dedicación», indican desde el sindicato, en donde consideran que las exigencias de la gerencia del área sanitaria es la «gota que colma el vaso» dentro de un colectivo de profesionales «que llevan años siendo exprimidos lentamente por parte de la administración, reivindicando siempre mejores condiciones para garantizar la correcta asistencia sanitaria que la atención primaria debería dar a la población».
Además, consideran que este tipo de «guardias forzosas» debería de ser una excepción «y no una norma como ocurrirá si no se toman las medidas adecuadas para solventar la falta de personal en el área sanitaria». Añaden también que, pese a esta situación de hartazgo, ven como «día a día nadie pone remedio a los problemas y estos se van incrementando mermando el ánimo y la capacidad de trabajo de los médicos de atención primaria, que además en esta pandemia hemos estado y estaremos en primera línea, a pesar de lo que se digan en algunos medios».
SICEPA/USIPA-SAIF, ante todo esto, considera que el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) debería plantearse «si quiere una atención primaria de calidad o de cantidad», aportando soluciones reales «a una situación que como se pone de manifiesto empeora cada día». Entre otras, mencionan «contratos más estables que atraigan a profesionales de otras comunidades, fidelización de los facultativos que se formen en Asturias, mejora en las condiciones laborales de los eventuales, reducir la eventualidad o incentivos».
