Urre y Urko se incorporan a la «familia» canina de la Guardia Civil de Gijón

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Los dos cachorros serán adiestrados en la búsqueda de explosivos durante 12 meses

12 sep 2020 . Actualizado a las 12:26 h.

Un labrador retriever llamado Urre y un pastor alemán que responde por Urko. Son los dos cachorros de siete meses de edad que acaban de incorporarse al Servicio Cinológico de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón. Recién llegados del Centro Militar de Cría Caballar de Ávila, una vez que completen un adiestramiento de 12 meses en la búsqueda de explosivos pasarán a formar parte de la unidad, sin duda, como miembros destacados.

Según explican en la Comandancia de Gijón, para ser seleccionados, los perros deben tener una perfecta conformación musculoesquelética y aplomos correctos, además de un carácter equilibrado. Muchos de ellos tiene como padres a perros que han pertenecido o pertenecen las escuelas cinológicas principalmente de la Guardia Civil, pero también de Ejército y la Guardia Real, habiendo demostrado durante su vida de trabajo útil una calidad excepcional.

Las características principales que un perro debe tener para ser adiestrado en algún tipo de búsqueda policial es la curiosidad (tienen que ser perros curiosos), juguetones (puesto que para ellos la búsqueda consiste en un juego) y de carácter, para que no sean fácilmente influenciables y puedan trabajar en entornos hostiles.

Urre y Urko realizarán adiestramientos diarios con los guías asignados que consisten en aplicación de técnicas de juego mediante las que se les enseña a buscar las diferentes sustancias u objetos en todo tipo de escenarios (barcos, aviones, domicilios, montaña…)

La vida útil de un perro de búsqueda suele ser de unos 9 o10 años. En la Comandancia de Gijón hay actualmente cuatro perros dedicados a búsqueda de drogas y explosivos y tres de rescate de personas, cuya dependencia es la XIV Zona de la Guardia Civil de Asturias.

«El apoyo de estos perros en el trabajo policial es muy importante, aportando una ayuda inestimable a la labor de la seguridad en eventos tanto lúdicos como deportivos en los que se pueda prever una afluencia importante de personas, como pueden ser los dispositivos de seguridad del Descenso del Sella, Motorbeach y Longboard, o la entrega de los premios Príncipe de Asturias y Pueblo ejemplar de Asturias que se realizan anualmente», explican desde la Comandancia.

También constituye un pilar indispensable para el control de drogas y explosivos en lugares de tránsito de personas y material diverso como el Aeropuerto de Asturias y el puerto de El Musel de Gijón o el Centro Penitenciario de Asturias. De hecho, durante el año 2019, el Servicio Cinológico de Gijón participó en más de 350 reconocimientos de centros estratégicos, como puertos, aeropuerto, centro penitenciario y edificios públicos, además de formar parte de numerosos controles en carretera, controlando la posible existencia de drogas o explosivos de más de 250 vehículos y 960 personas.