Las líneas de la ciudad recuerdan que se recomienda ir con las ventanillas abiertas durante todo el trayecto
14 oct 2020 . Actualizado a las 12:12 h.El gerente de la Empresa de Transporte Urbano de Gijón (Emtusa), Juan José Piniella, ha anunciado este miércoles que iniciarán a partir de mañana una campaña de concienciación entre los pasajeros a fin del uso correcto de las mascarillas en todo momento.
Para ello, Emtusa contará con voluntarios de Protección Civil, quienes en las distintas líneas y en diferentes tramos horarios, llevarán a cabo esa labor de concienciación, tanto lo que se refiere a la obligación de llevarla puesta durante todo el trayecto como a su uso correcto.
También se recomienda que las ventanillas del autobús permanezcan abiertas de forma permanente. Piniella, en rueda de prensa, ha aclarado que es una recomendación, dado que el conductor no puede estar velando constantemente de que esto se cumpla.
En cuanto a la labor de Protección Civil, ha indicado que habrá un punto de encuentro en la plaza del Humedal, y a partir de ahí se repartirán los voluntarios, tutelados por el jefe de Tráfico e inspectores de Emtusa, para que puedan subirse y compartir trayecto en las principales líneas y a las horas de mayor demanda.
En este sentido, ha comentado que empezarán este jueves diez voluntarios, y a partir de ahí se verá si se necesitan más y en función también a la disponibilidad de los efectivos de Protección Civil.
Piniella ha señalado que salvo tres o cuatro casos muy puntuales, en los que ha habido que recurrir incluso a la Policía Local, la gente se comporta como exige la situación.
Este ha destacado que a través de estas dos medidas, la ventilación y la concienciación sobre el uso de las mascarillas, esperan recuperar la confianza de los viajeros en un transporte público como el autobús.
Asimismo, ha explicado que Emtusa tiene en funcionamiento en hora punta 74 autobuses, la misma cifra que en 2019, cuando la demanda de este transporte era un 35 por ciento superior a la actual. Piniella ha recalcado que, salvo cuestiones imprevistas, todas las líneas tienen una frecuenta entre siete y diez minutos y algo «más relajadas» en la hora valle.
Eso sí, todos los días se evalúa la situación por si es preciso reforzar en alguna línea, a fin de evitar aglomeraciones o sensación de sobreocupación que cause malestar en los viajeros.
PÉRDIDA DE VIAJEROS
Ha resaltado que en 2019, cuando se cerró el año con 19 millones
de viajeros, se podía llegar a tener unos 65.000 viajeros diarios, cuando ahora solo ha habido unos seis días en los que se llegó a los 42.000.
También ha habido variaciones en la hora punta de la tarde, que antes era entre las 18.00 y las 20.00 horas, mientras que ahora ya no se da tanta densidad de viajeros, algo que ha achacado a los cambios de hábitos, al teletrabajo o a la pérdida de empleo.
Piniella ha defendido, con base a estudios realizados a nivel europeo, que los riesgos y los focos de contagio no están en el transporte urbano, sino en reuniones familiares, de ocio o trabajo. En esta misma línea, ha incidido en que el riesgo de contagio en el transporte público no alcanza ni el uno por ciento en el transporte público.
En cuanto a la principal fuente de contagio que se atribuye a los aerosoles, ha apuntado que en el caso del transporte público en autobuses debería de estar controlado con el uso correcto de las mascarillas.