La expareja de la gijonesa que apuñaló a su bebé:  «Ni sospeché ni lo supe»

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Padre del bebé supuestamente asesinado por su madre en Gijón, momentos antes de entrar al Palacio de Justicia de Gijón
Padre del bebé supuestamente asesinado por su madre en Gijón, momentos antes de entrar al Palacio de Justicia de Gijón

Asegura que mantenían una relación normal, con posibles altibajos como cualquier pareja y que su finalidad de ejercer como acusación particular es que se haga justicia «y, como todo padre, defender a mi hijo»

12 may 2021 . Actualizado a las 12:39 h.

La expareja sentimental de la gijonesa acusada de asesinar de 53 puñaladas a su bebé y padre del recién nacido, D.B.S., ha asegurado este miércoles que la finalidad de ejercer la acusación particular es que se haga justicia «y como todo padre, defender a mi hijo».

Así lo ha asegurado durante la tercera sesión del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, en el que la procesada ha reconocido los hechos.

Según ha declarado, mantenían una relación normal, con posibles altibajos como cualquier pareja pero en ningún momento, «ni sospeché ni lo supe», ha apuntado sobre si sabía del embarazo de su pareja. Ha señalado que ambos no comían saludablemente por no saber cocinar bien y habían engordado ambos, por lo que no desconfió nadie de que ella pudiera tener algo más de barriga. Ha incidido en que los dos querían tener hijos, uno o dos, aunque no a corto plazo.

«Le gusta tenerlo todo controlado, es una persona muy suya», ha apuntado sobre la procesada. No tenía problemas con su familia ni tampoco económicos, según su ex pareja sentimental. Tampoco le consta que hubiera estado en tratamiento psiquiátrico. Asimismo, ha confesado que sí se siente culpable de no haber detectado la situación, con relación al embarazo, y evitar el asesinato de su hijo.

Este ha señalado que llevaban unos siete u ocho años de relación sentimental antes de los hechos, de los que los dos últimos habían convivido en el piso de Nuevo Roces que había comprado su padre. Asimismo, ha explicado que trabajaba a turnos y que justo ese día llegó antes. Ella le pidió el día de los hechos que comprase unas compresas antes de llegar a casa porque había tenido un quiste y no le quedaban. Al llegar a casa, vio unas gotas de sangre en el pasillo desde el baño a la habitación. Lo que le llamó la atención fue que no lo hubiese limpiado.

Ella estaba en el sofá y le dijo que había tenido una pérdida y que no le había dado tiempo a limpiar. Sí que había cambiado la ropa de cama y recordó que había hechado agua oxigenada. El colchón estaba dado la vuelta, pero no se enteró de ello hasta que les detuvieron y registraron la vivienda.

El bebé no estaba en la casa cuando llegó que él supiera. «En ningún momento vi un bebé en mi casa», ha asegurado. Él se puso a fregar y luego bajó a la perra para dar un paseo por el barrio. Al día siguiente, ella no comentó nada de ir al médico.

Ese día se enteraron del hallazgo del cadáver del bebé, que se lo comunicó un amigo. «Te quedas un poco tocaó», ha apuntado, pero no le dio más importancia porque no llegó a sospechar de ella. Cuando hablaron entre ellos del tema, y al comentario de él de cómo alguien podía tirar un bebé al contenedor, ella le dijo que «no los iban a pillar», según él.

«Llegó a dudar de que fuera mío», ha apuntado, a lo que ha incidido en que pensó que igual ese hubiera sido el motivo de que lo hubiera hecho. También ha indicado que al día siguiente de los hechos fueron a cenar y luego de copas. También fueron de vacaciones a la zona de Levante con unos amigos poco después. «Unas vacaciones normales», ha apuntado, sin cambios en el comportamiento de ella. Ella incluso llegó a contarles que había visto en redes sociales que le habían puesto un mote al bebé y lo hizo «descojonándose de la risa».

El hombre, visiblemente emocionado, ha explicado cómo ha cambiado su vida, como es el haber tenido que abandonar la vivienda. También ha estado en tratamiento. En respuesta a su abogado, el joven relacionó inicialmente el quiste relatado por ella con uno que supuestamente había tenido un año y medio antes.

También contó que ese verano habían ido de excursión con los padres de ella y que se habían bañado, sin que nadie notara que estaba embarazada. Ha dicho, además, que desconocía que había tenido previamente dos abortos.

En el juicio ha declarado también una amiga de ambos, del grupo con el que la procesada y su pareja habían salido de copas de noche el mismo día que encontraron el bebé. Ha indicado que ella estaba «perfectamente» esa noche, al tiempo que ha negado que ella le contara que estaba embarazada. También ha relatado que se veía que la pareja tenía buena relación.

Otra de las amigas que han testificado señaló que la acusada no le dijo que estaba embarazada pero sí que alguna vez hablaban entre ambas de tener hijos. Sí que tiempo atrás había acompañado a la acusada para que esta abortara, sin que nadie más lo supiera. Tanto esta amiga como la anterior han confirmado que en un grupo de whatsapp que tenían los amigos la procesada había opinado que no iban a pillar a los culpables del caso del bebé.

Otro amigo que ha declarado en la sesión de este día ha afirmado que desconocía el embarazo de ella. También indicó que no notó «nunca» cambios en la pareja -acusada y acusación particular- tras el hallazgo del bebé asesinado. «Como si no fuera con ella», ha añadido sobre las conversaciones que tuvieron sobre el caso estando de vacaciones. «Ella tenía más carácter que él», ha indicado de la procesada y la ex pareja. «Ella estaba pasada de peso», ha apuntado por otro lado sobre que no sospechó del embarazo.

Por parte de la madre de la ex pareja sentimental de la acusada, ha apuntado que tenía «muy buena» relación con ella, aunque era «reservada». Sí que sabía que querían hijos, pero «para nada» notó el embarazo, ya que los dos habían engordado «tres o cuatro kilos». Su hijo está desde entonces «bastante alterado, fuera de sí algunas veces». También declaró el padre del joven, quien coincidió en que la relación de la pareja era normal y desconocía el embarazo.

53 puñaladas

De acuerdo al relato del Ministerio Fiscal, en la mañana del 1 de agosto de 2019, la acusada, cuando estaba sola en su vivienda de Gijón, en la que residía con su compañero sentimental, dio a luz a un bebé vivo de 2.670 gramos de peso, de sexo varón, siendo su embarazo a término.

El mismo día, con la intención de acabar con su vida y antes de las siete de la tarde, hora a la que su compañero sentimental regresaba del trabajo, la acusada, utilizando un cuchillo de cocina, asestó al bebé 53 puñaladas en distintas partes del cuerpo, que le provocaron la muerte.

Después de matarlo, la acusada metió al bebé, unido por su cordón umbilical a la placenta, en una mochila, que tiró con el cuerpo dentro en el interior de un contenedor de basura situado en la misma vía. Todo ello antes de que regresara su compañero sentimental. El bebé fue encontrado por un ciudadano la noche del día siguiente, a las 02.30 horas aproximadamente, dentro del contenedor.

La acusada había ocultado el embarazo a su pareja sentimental, con la que convivía, y a todas sus amistades y familiares, por lo que nadie conocía su estado. En el momento de los hechos su pareja se encontraba en el trabajo y le mintió, por teléfono y cuando volvió a la vivienda, ya que le dijo que la sangre que había por distintas zonas de la casa era a consecuencia de un sangrado masivo que había sufrido por un quiste en un ovario. Tras la exploración ginecológica con posterioridad al hecho realizada a la acusada por el servicio de ginecología del HUCA, se comprobó que no tenía ningún quiste en los ovarios. El compañero sentimental de la acusada resultó ser el padre del bebé fallecido. La pareja no tenía más hijos en común. La acusada no padece alteración alguna de sus facultades.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía, con la agravante de parentesco, y solicita para la acusada la pena de prisión permanente revisable y el pago de indemnizar al padre del bebé con 50.000 euros.

Por su parte, la acusación particular solicita también prisión permanente revisable y el pago de una indemnización al padre del bebé de 105.000 euros, que pretende donar al Patronato San José, informa Europa Press.