Leonardo Padura: «Llevamos un año y medio viviendo en la locura y la improvisación»

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

Leonardo Padura a su llegada a la antigua Escuela de Comercio de Gijón
Leonardo Padura a su llegada a la antigua Escuela de Comercio de Gijón Marcos Gutiérrez

El autor cubano presenta en Gijón, Como polvo en el viento, su más reciente novela y la que considera su obra «más visceral»

20 oct 2022 . Actualizado a las 23:06 h.

Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras en el 2015, ha presentado en Gijón para toda Europa su última novela, Como polvo en el viento (Tusquets, 2020) en la antigua Escuela de Comercio. El acto sirve como prólogo de la XXXIV Semana Negra, que se celebrará del 9 al 18 de julio. Por diversos motivos el autor no podrá estar físicamente en Gijón el 17 de julio como estaba previsto. Este encuentro con Padura supone «un prólogo de lujo» al evento literario, en palabras del director de la Semana Negra, Ángel de la Calle.

De la Calle cree que es «una maravillosa novela» y un «canto a todo el mundo que Leonardo Padura ha ido creando a su alrededor». El literato cubano, que se encuentra en Asturias en su condición de miembro del jurado del premio Princesa de Asturias de las Letras, se felicita de poder presentar físicamente su nuevo libro después de «un año y medio viviendo en la locura y la improvisación» de la pandemia.

Padura recuerda con gran cariño su primera visita a Gijón. Tuvo lugar en el 88 «en condición de periodista». Cree que «ese primer viaje fue como una señal» que le unió a Asturias y Gijón. Resalta que de esa primera experiencia en el evento literario volvió a Cuba con «una maleta llena de libros» y las amistades de escritores como Juan Madrid y, sobre todo, Manuel Vázquez Montalbán, un autor «de gran carácter» que supuso una determinante influencia en su evolución como novelista.

Tras más de una decena de presencias en la Semana Negra considera que le une «una relación casi sentimental» con la ciudad, el certamen y la región. Define Como polvo en el viento como «una novela coral que habla en una primera lectura de la diáspora de toda una generación» de cubanos, a la que él pertenece, y a los que el paso del tiempo «va dispersando por diferentes lugares del mundo», como Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Puerto Rico y EEUU.

En un segundo plano «trata de la preservación de las cosas esenciales como la amistad y la pertenencia» de unos personajes que, pese a estar lejos de su hogar, «siguen siendo cubanos». Padura cree que se trata de la «novela más visceral» que ha escrito.

Desde su punto de vista «el novelista ha de tener un almacén en la memoria», que es la fuente de la que surgen los códigos que dominan una obra. Define los personajes de su último trabajo como «muy cubanos, pero a la vez universales».