David Alonso: «El equipo de gobierno se ha instalado en la falta de diálogo y la soberbia»

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

David Alonso, portavoz de Por Gijón
David Alonso, portavoz de Por Gijón

El portavoz de Por Gijón cree que se va a «fraccionar la ciudad» si desde el ayuntamiento se gobierna «a golpe de decisión» unilateral. Considera que recuperar el consenso en torno a la Intermodal «va a llevar muchos meses, si es que se consigue»

13 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de 2019, David Alonso se embarcaba con Por Gijón en un nuevo proyecto político tras abandonar su desempeño como concejal de Xixón Si Puede. Tras no obtener representación en el Ayuntamiento en las pasadas municipales, pese a haber logrado 3.000 votos, el portavoz de este aún joven partido cree que los siguientes comicios pueden suponer un salto para la formación. Considera que los fondos de reactivación Next Generation EU pueden suponer una buena base para cerrar cuestiones pendientes de años como la del Plan de Vías. Desde su punto de vista, el actual equipo de gobierno «se han instalado una actitud de ‘yo lo sé todo y los demás, nada’», a la hora de aprobar cuestiones como la ordenanza de movilidad. En su opinión, la solución al problema más acuciante de la ciudad, la contaminación, pasa por «reconocerlo» y no «mirar hacia otro lado».

--En los pasados comicios conseguían 3.000 votos, a pesar de ser una formación prácticamente recién nacida. ¿Cómo de optimistas son de cara a mejorar esos resultados y lograr representación en la Corporación Municipal para las próximas elecciones?

--Cuando concurrimos a las elecciones el partido tenía unos meses. Hay que reconocer que no obtener representación fue un palo duro y nos costó tres o cuatro meses valorar lo que suponía haber puesto sobre la mesa una formación nueva, con apenas recorrido, aunque yo fuese una persona más o menos conocida en la política municipal. El resto de la gente eran personas que se acercaban a la política por primera vez, hastiadas de cómo estaban las cosas. Desde ese septiembre hasta aquí me ha sorprendido ver que no descendíamos, sino que aumentábamos poco a poco. Desde hace medio año más o menos, no sé si por lo que está pasando en el Ayuntamiento de Gijón o por otras claves que no manejamos, hemos ido creciendo de manera interesante, algo que nos permite trabajar, estar en los barrios y denunciar determinadas situaciones. Estamos contentos y con ilusión de cara a lo que pueda pasar en 2023.

--¿Cuáles cree que son las prioridades de Gijón ante el escenario tras la pandemia y gestión de los fondos de reactivación Next Generation EU?

--Nosotros tenemos tres claves. La primera es que creemos que va a venir menos dinero del que se dice que va a venir. Estamos poniendo demasiados huevos en la misma cesta y eso no va a solucionar los problemas estructurales que tenemos en muchos ámbitos. La segunda es que se está hablando de ideas. Muchas pueden ser interesantes, pero nosotros insistimos en que no se está trasladando de momento a proyectos concretos. Por último, nosotros consideramos que se debería plantear que con ese dinero podamos acabar lo que tenemos empezado. Y sin ir más lejos podemos referirnos al Plan de Vías. Ya que los fondos europeos van a primar los desarrollos en verde, qué mejor que poner sobre la mesa un plan para liberar 14 ó 16 hectáreas en el centro de Gijón concebidas en exclusiva para una zona verde, dotadas además de equipamientos públicos que mejoren la vida en la ciudad.

--¿Sigue pensando que la decisión de ubicar la nueva estación intermodal en Moreda es un «desplante a toda una ciudad»?

--Me pasé años diciendo que la ubicación de la estación no era el problema que teníamos con el Plan de Vías. Lo que había que hacer es un documento por el que pudiéramos acogernos al Principado y a Fomento para la inversión. Por el documento que se consensuó en 2019 por todos los partidos políticos, incluido el PSOE, es por lo que yo hoy me pregunto: «¿Qué implica ir a Moreda». Pues equivale a romper un documento y el Ministerio no firma convenios de integración como el que hace churros. Es un tema muy complejo que conllevará, al menos, de 18 a 24 meses. Es decir, que la ciudad va a estar parada dos años por a unas obras de las que se lleva hablando tres décadas. Son todo cuestiones interesadas para conducir el debate a retrasar todo para que el Estado no invierta en Gijón, y de esta manera tenemos esta situación. No es que no me guste Moreda, lo que sí que no me gusta es que hayamos tardado tantos años en tener un convenio en el que estaban todos los partidos políticos, que venía del PP, los socialistas asumieron y los populares no discutieron después para que hoy se rompa. Pegar todos esos pedazos va a llevar muchos meses, si es que se consigue.

--¿Qué opina de la Ordenanza de Movilidad que recientemente ha entrado en vigor?

--El equipo de gobierno ha logrado crear dos trincheras. En una están los que se muestran a favor de lo verde y la sostenibilidad y en la otra los que están en contra. Desde Por Gijón no defendemos el uso desmedido del coche, sino lo que implica el sentido común. Evidentemente, las ciudades cuanto más verdes y practicables logres hacerlas mejor. Pero todo esto que estoy diciendo tiene que implementarse a través de un plan de movilidad que, por cierto, ya había. En el plan de movilidad estábamos todos los agentes en el debate: partidos, transporte, pequeño comercio, autónomos… todos en un foro en el que se discutía, se llegaba a acuerdos y tenías un plan de la ciudad. A golpe de decisión lo único que lograrán es fraccionar la ciudad.

--Por lo que se deduce de su respuesta parece que echan en falta capacidad de diálogo en el equipo de gobierno, ¿es así?

--La política se trata de crear consensos y más si cabe en la municipal. Si logras que partidos que se ubican en espectros distintos se pongan de acuerdo en trazar una calle, hacer una zona verde, remodelar edificios que no estén en las debidas condiciones… el mensaje que lanzas a la ciudadanía de Gijón es positivo. Pero eso implica ceder. El actual equipo de gobierno me ha sorprendido. Yo pensaba que lo tenían fácil, porque la última parte del anterior mandato fue caótica. Pero es que se han instalado en no dialogar, cierta soberbia y una actitud de «yo lo sé todo y los demás, nada». Creo que es algo malo para la ciudad y supongo que ellos a nivel interno tampoco vivirán entre rositas.

--¿Padece Gijón un problema grave a causa de la falta de plazas libres de aparcamiento?

--Sin duda. Se están suprimiendo plazas sin habilitar otras. Creer esto no quiere decir que pensemos que tiene que haber tres millones de plazas. Volvemos a lo anterior. Lo que tiene que haber es un plan de movilidad y una cosa que se niegan a implementar, que no es otra que los aparcamientos disuasorios. Si quieres incentivar que la gente coja menos el coche puedes hacerlo a las bravas y vas a tener un resultado en muchos casos complejo y que probablemente se revierta. Pero también puedes hacerlo con mano izquierda, estableciendo aparcamientos disuasorios, en rotación, otros de pago pero que no supongan un sablazo, con paradas de autobús, bicis y comunicación fluida a pie con el resto de la ciudad. Si estableces eso para la gente que trabaja o viene de visita puedes ir retirando aparcamientos de otras zonas. Y seguramente se generarán quejas, pero ahí es donde entraría la comprensión. Si no se hace esto tenemos un problema que genera caos circulatorio, tener que andar pintando y repintando calles…

--¿Qué puede o debe hacerse frente al a todas luces grave problema de polución en la ciudad?

--Lo primero, reconocerlo. Decir que el problema de contaminación que padecemos en la ciudad es de origen industrial, focalizado en la zona oeste. No es de recibo que Arcelor siga con el filtro del sínter sin instalar. Todas las medidas que se tomen después van en paralelo a esto. A partir de ahí está muy bien que digas que vas a implementar medidas contra la polución desde la base de unos planes, pero es que el del oeste no va a decir nada nuevo con respecto a los anteriores. Tenemos, por ejemplo, la estación móvil del Lauredal, de propiedad municipal. Parece que habrá una fija dependiente del Principado insertada en la red. Pues decreta picos, no se informa a la población y no se adoptan soluciones. No te digo que se tomen medidas agresivas, pero lo que tienen que lograr es que la gente vea que se asume que se tiene un problema. Lo que no se puede hacer es mirar hacia otro lado. Hay una ordenanza aprobada en 2017, de la que nadie habla, que les da potestad desde el ámbito municipal para implementar planes si hay situaciones concretas. No es cierto que no tengan la capacidad. Lo que denunciaban los que antes estaban en la oposición, ahora en el gobierno no lo ven.

--Recientemente denunciaban la grave situación de los aliviaderos de El Piles.

--Se ha abierto un debate sobre la situación de El Piles, lo cual está bien, pero las medidas que se tienen que tomar sobre el río no han de suponer la generación de nuevos problemas. Hay vertidos legales y sobre eso hay que actuar. El Piles tiene un problema básico y es que, con perdón, en él se vierte mierda en enormes cantidades. Si no solucionas eso y te centras en el futuro pozo de tormentas, sin invertir en la red de colectores… si demuestras que lo puedes hacer en paralelo, desde Por Gijón lo vemos estupendo, si es que tienes capacidad de inversión. Si no, lo primero es la suciedad y los detritus. El resto es anécdota.

--¿Se fía del informe de la Autoridad Portuaria que hace unas semanas apuntaba al Castillo de Salas como origen inequívoco de los vertidos de carbón en San Lorenzo?

--Es un informe de parte. Yo no puedo poner en solfa el trabajo técnico de investigación. Lo que sí hablo es del sentido común, que te lleva a pensar que hay un estudio del INCAR que determina que el problema no está ahí, sino en El Musel. A la vez el puerto reconoce que va a hacer numerosas inversiones en temas de pluviales, procesos para generar menos contaminación… como el Plan de Vías, el Castillo de Salas forma parte de una especie de leyenda urbana de la ciudad. Echarle la culpa es la solución fácil. Alguien que conozca cómo funciona el proceso de carga y descarga de graneles en El Musel no puede creer que eso no tenga ninguna incidencia sobre la playa.

--EcoJove, SoccerWorld, el antiguo edificio de Flex, los terrenos de Naval Gijón… uno de sus caballos de batalla son el buen número de fincas, inmuebles o proyectos de desarrollo residencial fallidos de la ciudad que terminan carentes de uso, ¿qué se debe hacer para recuperar todos esos proyectos fantasma?

--Forma parte de un modo de hacer política basado en tirar hacia delante y dejar cosas atrás por buscar nuevos proyectos. EcoJove debería asumirse que es un desarrollo que ya no va a llevarse a cabo jamás. Hasta el día de hoy siguen sin hacerlo. En el plan de 2019 hubo que dejar un espacio diciendo que se iban a construir 1.900 viviendas que no se van a hacer, porque no va a haber ni inversión, ni demanda, ni necesidad. En el caso de Flex el problema viene de una presión urbanística. Se está esperando a que eso se acabe desarrollando con un proyecto que llevaría unas torres blancas espectaculares, que si algún día se ve a lo mejor será dentro de treinta años… luego está el tema del SoccerWorld, que es distinto. Es un terreno público sobre el que sí se debería actuar desde el ámbito municipal. El Ayuntamiento tiene desde hace años un problema con las denominadas ejecuciones subsidiarias. Y es que no tiene personal. Si ve que hay una situación de deterioro se tiene que poner en contacto con el propietario y si no quiere saber nada, el Ayuntamiento lo debe ejecutar y pasarle la factura. Este trámite debería de ser rápido y ágil, pero se multiplica años en el tiempo. Esa es la causa de que tengamos decenas de edificios, equipamientos e instalaciones en estado de abandono, porque no se ponen recursos. Este equipo de gobierno dijo que los iba a poner y, de momento, no lo ha hecho.

--También se puede hablar de abandono, en este caso más de contenido y relevancia que físico, en el caso de LABoral centro de arte. ¿Cómo se puede recuperar y repensar este espacio?

--La clave de este equipamiento es que se pensó como un tractor cultural que, a todas luces, no ha sido. La inmensa mayoría de la ciudad no lo ve como una instalación practicable o una visita obligada. Queda fuera del ámbito de consumo de cultura. El Ayuntamiento dice que no tiene competencia… pero se pone dinero. Y como se hace esto y, evidentemente, debería de haber una relación directa entre el Principado y Gijón para esta cuestión se tienen que sentar. Esto hay que reactivarlo. O lo hacemos o nos planteamos otras soluciones. Lo que no podemos hacer es dejarlo como está. Lo que queremos es que haya esa reunión y se informe de ella. Hasta ahora no ha logrado ser un centro de innovación cultural o, al menos, no ha podido trasmitirlo. Y eso no es culpa de la gente que está ahí, sino del Principado y de la dejación del Ayuntamiento de Gijón. Ahí tenemos un potencial enorme del que no estamos sacando partido.