Las quejas de los vecinos de la ciudad se concentran recurrentemente en cuatro consultorios. Manuel Cañete, presidente de la FAV, teme que estos problemas «se están cronificando» por la falta de personal e inversiones
30 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) denuncia el «colapso y cierre» de muchos centros de salud en la región y la ciudad. Según el relato que diferentes personas han trasladado a la entidad, algunos vecinos han tenido que llamar más de 350 veces al centro de salud de El Coto para pedir cita en pediatría (en un caso de un menor con síntomas de Covid) o han tenido que hacer lo propio en medio centenar de ocasiones para conseguir ver a su especialista en el de Contrueces.
Desde la FAV se denuncia que consultorios como Puerta la Villa, Contrueces, El Coto o Perchera están plenamente saturados y son, de manera recurrente, los que más quejas generan por parte de los vecinos. Manuel Cañete, presidente de la FAV, destaca que «la época en la que estamos no es la mejor para hacer un análisis, ya que tenemos la sexta ola y es un periodo semivacacional».
Pese a todo «llegan muchas quejas y aportaciones» que dan la sensación de «colapso y de que los centros de salud se han vuelto a atrincherar de nuevo para parar esta sexta ola». Desde su punto de vista, las «largas colas en PCrs, autocovid y en vacunación» se están viendo «en los centros de salud también», donde «de nuevo se están dilatando los tiempos de la atención, con los problemas añadidos que conlleva».
Destaca que «antes de la sexta ola Asturias y otras comunidades autónomas habían despedido a parte importante de los contratados para reforzar la primaria», por lo que la situación «nos pilla ahora en paños menores otra vez», ya que a la pandemia, en invierno «se le suman enfermedades estacionales, vacunas de la gripe y vacaciones». Denuncia que «las plantillas están bajo mínimos y la capacidad de atención es muy escasa».
Hace referencia a las «358 llamadas» que un vecino tuvo que hacer el lunes al consultorio de El Coto para concertar una consulta de pediatría para un menor con claros síntomas de Covid. Desde su perspectiva «esto no es casualidad, sino una muestra de que el sistema falla». «Si llamas tanto es porque lo necesitas», abunda.
Manuel Cañete también considera que el hecho de que «una vecina que tiene que ir a Contrueces se felicite porque a la llamada 50 le contesten es para tirarse de los pelos». En esta línea lamenta que «Perchera y Puerta La Villa están igual» en términos de saturación. Son, junto a los dos mencionados anteriormente, los que «presentan más problemas y quejas repetitivas». Insiste en que «hay centros que desde el principio han ido bien o muy bien, como Natahoyo o La Calzada, pero el resto es tremendo». Casi todo se debe, a su juicio, a «este déficit de personal que tenemos y denunciamos, también los profesionales».
Resalta que «esos datos no cambian» desde hace tiempo. «Los datos que a veces aportan desde Salud o el área V no concuerdan con la realidad que vemos», añade. Recuerda que cuando la FAV se reunió recientemente con la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, llevaron «una captura de pantalla de ciento y pico llamadas de un vecino». Considera que «hay mucho que hacer» ante una problemática que «es estructural. Lo decimos desde 2017 y 2018, cuando no sabíamos nada de la pandemia».
Como dato recuerda la manera en la que «se agruparon los centros de salud en verano para hacer frente a un problema», algo que se fue «tolerando y hoy se está cronificando». A su juicio «suena extraño que en un proceso como este se centralicen los centros de salud y se haga ir a los vecinos por la tarde a cuatro cuando tenemos 11 que podrían estar perfectamente abiertos».
Se teme que «el trasfondo es meternos a calzador prescindir de la atención sanitaria por la tarde». Independientemente de la situación de los consultorios, Manuel Cañete cree que la salud, nunca mejor dicho, del aparato asistencial en Gijón es mala. Por ejemplo, insiste en que «es difícil saber cuál es la plantilla del área V». A esto se suma que «este año se tenía que haber acabado la reforma de Cabueñes y no se ha empezado». En este tema se ha «dilapidado dinero público en estudios y licitaciones».
También pone sobre la mesa el «caso de Nuevo Roces», con una «quinta parte de población menor de edad y no tienen asistencia de ningún tipo, por lo que se tienen que desplazar, con lo que esto lleva». Todo esto deriva, desde su perspectiva, en que «están creciendo significativamente los datos de la atención privada, no tanto como en otras CCAA, pero teníamos un 10% de gente que reconocía estar en la privada. Hoy estamos en el 19 o 20%».
Teme que ya se esté dando, de facto, un «trasvase a la privada». «Cuanto más crezca eso, más se va a deteriorar la sanidad pública», concluye.
