Inspección de Trabajo advierte a Cabueñes de que el tiempo que su plantilla usa los equipos de protección Covid supone «un riesgo grave» para su salud

Marcos Gutiérrez REDACCIÓN

GIJÓN

Entrada a unidades de cuidados intensivos en Cabueñes
Entrada a unidades de cuidados intensivos en Cabueñes

En su «último requerimiento» avisa a la Gerencia del Área V de que un reiterado incumplimiento de las comunicaciones realizadas por parte de la Inspección podría suponer la remisión de las actuaciones «al Ministerio Fiscal»

12 ago 2022 . Actualizado a las 11:01 h.

El pasado 27 de julio de 2022, tras dos años y 4 meses, la Inspección de Trabajo envió a la Gerencia del Área Sanitaria V «un último requerimiento» para tomar cartas en el asunto «en el plazo máximo de 1 mes», en materia de adopción de medidas para reducir el estrés en la plantilla de Cabueñes y crear protocolos de uso y tiempo máximo de utilización de los Equipos de Protección Individual frente a la Covid.

En concreto se alerta de que, de acuerdo con lo expuesto en la misiva enviada y a partir de la información recabada, los tiempos que parte de la plantilla pasan con estos equipos puestos llegan a «unos límites que pueden constituir un riesgo grave para la seguridad y la salud del mismo». Fuentes de la Corriente Sindical de Izquierdas en la sección sindical del Área V resaltan que «en abril de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia por el covid 19, cuando en la sanidad pública estábamos trabajando en la que, probablemente para todas nosotras, ha sido la experiencia profesional más complicada, enfrentándonos a un virus del que todo el mundo desconocía todo, con cambios de protocolos por parte del Ministerio de Sanidad prácticamente cada semana, sin material de protección adecuado, e incluso con la prohibición expresa de la utilización de una simple mascarilla quirúrgica al personal que no trabajaba con pacientes positivos».

En esos momentos, «y tras numerosos intentos ante la gerencia del Área por parte de la Corriente Sindical de Izquierda para conseguir unas condiciones de trabajo y unos equipos de protección adecuados a la gravedad de la pandemia a la que nos enfrentábamos decidimos, ante la total ausencia de soluciones, presentar dos denuncias en Inspección de Trabajo, una referente a la nula protección del personal que no trabajaba en unidades COVID y otra para los compañeros de las unidades más relativa a material, calidad de los EPI's y tiempos de trabajo sin el Equipo de Protección Individual».

Denuncian que «solo se podía descansar, con un poco de suerte, 30 minutos, y en ese tiempo tienes que quitar el EPI, cambiar el uniforme porque está chorreando de sudor y lo que te sobra, unos 5 minutos, para tomar un pincho, beber o ir al baño». Denuncian que «numerosas sociedades científicas y la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales, recomiendan para evitar un daño mayor al beneficio que se obtiene con los equipos de protección, reducir el número de horas de trabajo con ellos. Sin embargo, en Cabueñes permanecíamos las 7 o 10 horas de la jornada sin poder pasar a realizar otro trabajo en el que no se requiriera llevar el equipo completo». «Hemos visto numerosas lesiones en compañeras provocadas por el uso prolongado de las gafas de protección, y problemas a más largo plazo, como cefaleas persistentes a pesar del tiempo transcurrido, pérdida de agudeza visual... a todo esto, este verano le tenemos que sumar el trabajar con un equipo de protección toda la jornada, con una ola de calor como no se recuerda, y con la mayoría de las habitaciones orientadas al sur», añaden.

La gerencia, de acuerdo con lo que denuncia la CSI, «desoyó reiteradamente los diversos requerimientos de Inspección de Trabajo en lo relativo a los tiempos de trabajo con equipo completo». En la carta remitida a la Gerencia del Área Sanitaria V, la funcionaria firmante resalta que ha realizado «sendos requerimientos en materia de prevención de riesgos laborales en relación con el estrés laboral derivado de la carga de trabajo, así como del uso prolongado de los equipos de protección individual».

Ese uso excesivo, de acuerdo con lo expuesto por la inspectora, se estaría produciendo «tanto en los servicios de UCI como en los de hospitalización». Los «sucesivos requerimientos» realizados por esta funcionaria habrían sido «contestados indicando la adopción de determinadas medidas», tales como el «refuerzo de plantillas y/o adaptación de las condiciones de trabajo». No obstante, «a la vista de la información recibida por esta inspección resultan de todo punto insuficientes en orden a reducir o minimizar en lo posible los riesgos comunicados». Según lo investigado por esta inspectora, los tiempos del personal COVID 19 llevando un EPI completo puesto alcanzan «unos límites que pueden constituir un riesgo grave para la seguridad y la salud del mismo». En efecto, en una de las plantas se habrían detectado, en el mes de enero, enfermeras que trabajan sin EPI completo en turno de noche un mínimo de «20 minutos» y un máximo de «una hora» durante sus jornadas. 

En la misiva remitida a la Gerencia del Área Sanitaria V se apunta que, en aplicación de la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales se formula un «nuevo y último requerimiento» para que se proceda a «establecer protocolos de trabajo adecuados, debidamente avalados por el Servicio de Prevención», con indicación expresa de las condiciones y el tiempo en que han de llevarse los equipos de protección.  

Se trata de un protocolo que ha de comunicarse de manera clara a los trabajadores del centro, así como a los representantes legales de los trabajadores. Asimismo se hace «expresa advertencia» de que en base a la normativa establecida en materia de «ilícitos penales contra la seguridad y salud laboral», un reiterado incumplimiento por parte del empresario de los requerimientos previos por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social «constituye uno de los supuestos de posible remisión de las actuaciones» por parte de la Inspección «al Ministerio Fiscal».