Armon construye en Gijón un segundo buque rápido de pasaje para Baleària

La Voz REDACCION

GIJÓN

Instalaciones de Astilleros Armón, en Gijón
Instalaciones de Astilleros Armón, en Gijón Astilleros Armón

Propulsado por gas natural, será bautizado con el nombre de la bioquímica Margarita Salas

01 nov 2022 . Actualizado a las 22:54 h.

Los astilleros Armon en Gijón han iniciado para Baleària la construcción de un segundo buque rápido de pasaje y carga dotado con motores duales a gas natural que prevé tener listo para 2024 y que será similar al primero que entregó a la naviera valenciana el año pasado para hacer rutas por el Mediterráneo.

El nuevo fast ferry será bautizado con el nombre de la bioquímica asturiana Margarita Salas, una de las científicas más destacadas de España, y será una versión mejorada del Eleanor Roosevelt, considerado el primer buque rápido en disponer de ese tipo de motores, con los que, según informa Baleària, mantiene su apuesta por esta energía como combustible de transición.

Según el presidente de Baleària, Adolfo Utor, se trata de un buque que «combinará las prestaciones más competitivas del Eleanor Roosevelt con una serie de novedades en su diseño e ingeniería para elevar la experiencia del cliente».

Este nuevo barco, que al igual que su gemelo tendrá 123 metros de eslora, 28 metros de manga y una capacidad para transportar 1.200 pasajeros y 400 vehículos, introduce como novedades una segunda cubierta con un salón de butacas en proa y el doble de terraza en popa, con un servicio de bar en el exterior.

A nivel técnico, la naviera aumentará un 10% la potencia del Margarita Salas respecto su barco homólogo, con la instalación de cuatro motores duales a gas natural de 9.600 kW, que le permitirán alcanzar una velocidad de servicio de 35 nudos.

Este barco será el décimo de Baleària con motores duales a gas natural, una tecnología versátil que también puede consumir un cien por cien de biometano, así como mezclas de hidrógeno verde de hasta un 25 por ciento, unos gases renovables neutros en emisiones de CO2 considerados las energías del futuro.

Desde hace un año Baleària se ha visto obligada a reducir el uso de este combustible por el crecimiento disparado de su precio, aunque lo considera como una energía de transición, informa Efe.