Los ecologistas se plantan ante el «disparate ambiental» de la planta de pirólisis de El Musel

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

Zona de El Muselín
Zona de El Muselín Coordinadora Ecologista

Denuncian que el equipamiento puede generar residuos «altamente tóxicos» en un área de la ciudad que ya presenta «los peores datos de contaminación de partículas de toda España»

14 nov 2022 . Actualizado a las 13:01 h.

La Coordinadora Ecologista de Asturias, ante el anuncio de que continúa el proyecto para instalar una planta de pirolisis en el puerto del Musel, recuerda que, «de acuerdo con lo establecido en el Reglamento de emisiones industriales aprobado por Real Decreto 815/2013 de 18 de octubre, se definen como instalaciones de incineración o coincineración todas las instalaciones de pirólisis como la proyectada, pero no consta que los vecinos de Gijón y Carreño, colindantes de este peligroso proyecto, sepan de lo que implica para su lado este proyecto».

La entidad resalta que la pirólisis, en varias de sus fases, «puede producir residuos sólidos o líquidos que pueden ser altamente tóxicos y, como tales, aumentarían la contaminación en una zona no podemos olvidar que el área de Gijón ya presenta los peores datos de contaminación de partículas de toda España».

Desde la coordinadora se afirma que la planta «va estar a menos de un kilómetro de los vecinos del Muselín» y a menos de dos kilómetros de los de Jove, Portuarios y Xivares. La entidad apunta que, durante los procesos de combustión y enfriamiento de gases, se genera gran cantidad de sustancias químicas «de forma descontrolada» y que «de algunas de ellas se tiene poco conocimiento sobre sus efectos potenciales para la salud y el medio ambiente y de otras se sabe que son extremadamente peligrosas».

Considera que es necesario «tener en cuenta que los residuos que entren en esta planta tienen unas características físicas y químicas complejas y que, por tanto, variarán y serán difíciles de caracterizar durante el funcionamiento continuo de la planta. No será posible conocer las sustancias químicas que entran y, menos aún, aquellas que se formen y se liberen al medio ambiente».

Recuerda que hace pocas semanas los vecinos de Noreña se manifestaron «contra una planta similar pero mucho más pequeña de pirólisis que les querían poner», por lo que «ya sorprende que los de Gijón y Carreño acepten este disparate ambiental cerca de sus casas en un puerto que cada día se vuelve más peligroso».