Deva reivindica la esencia de las fiestas de prao: «Hay muchas iniciativas privadas manejando los festejos»

GIJÓN

La comisión de las fiestas de San Salvador ha publicado un manifiesto para que las tradicionales romerías «no pierdan su esencia» ante el auge de promotores y grupos empresariales
05 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Defendemos les fiestes auténtiques, no les que vienen con talonariu y promotores». Es el alegato que hace la comisión organizadora de las fiestas de San Salvador de Deva, a través de sus redes sociales, a las puertas del verano asturiano, durante el que se celebrarán miles de tradicionales romerías por pueblos y parroquias de toda la región.
Las fiestas de prao son una auténtica seña de identidad de Asturias. Verbenas al aire libre, en las zonas verdes de los pueblos y barrios, donde no falta la música tradicional, la comida y la bebida, los juegos para los más pequeños y las actividades comunitarias y vecinales. La comisión de festejos de Deva quiere estos eventos «no pierdan su esencia» ante el auge de las iniciativas de promotores privados y grupos empresariales.
Desde 1963, los residentes de esta zona rural de Gijón van «cogiendo el relevo de generación en generación» para organizar sus fiestas «por y para los vecinos», tal y como explica el actual presidente de la comisión Aitor Álvarez. «Desde hace un tiempo, sentimos que hay muchas iniciativas privadas manejando los festejos en Asturias y para nosotros, se pierde mucho valor», comenta. A su juicio, las fiestas de prao «son un tema de comunidad, de vecindad» alejado del negocio: «Nos juntamos todos, organizamos una comida, actividades culturales. Nosotros llevamos la barra y cuidamos todos los detalles. No vamos contra nadie, pero creemos que es como debería ser».
En su manifiesto, sostienen que «detrás de cada fiesta de prau auténtica, hay un grupo de vecinos dejándose la piel». Concretamente, en el caso de las fiestas de Deva, son 15 los miembros de la comisión que organizan actividades todo el año de cara a la celebración de agosto: «Una semana después de terminar, empezamos a preparar y organizar las fiestas del año siguiente. Hacemos un mercado tradicional con artesanos en otoño, hacemos amagüestu, en mayo hacemos espicha. El trabajo que hay detrás es continuo», explica su presidente. «Es la manera de que las cosas se hagan con cariño y de corazón. Si te viene una empresa, ya empieza a hacerse todo teniendo el cuenta solo lo económico con los precios caros y la comida y la bebida malas», añade.
Respecto a la polémica surgida el año pasado en relación a las fiestas de prao y la reclamación realizada por la asociación hostelera Asturias de Noche, pidiendo una «normativa clara» que regulara este tipo de verbenas, Álvarez recuerda que todos los organizadores de este tipo de eventos «cumplen las legislaciones» a rajatabla, desde los horarios pautados hasta las condiciones de seguridad: «Es que si no fuera así, no tendríamos los permisos para celebrar las fiestas. Estamos totalmente adaptados a los tiempos y nos piden las mismas exigencias que a los conciertos o los festivales».
Este verano, la parroquia gijonesa celebrará San Salvador entre el 8 y el 10 de agosto y contará con la participación de orquestas como Tekila o Grupo Beatriz. En un momento en el que la profesionalización amenaza con desvirtuar el alma de las fiestas populares, esta comisión de festejos reivindica con fuerza el modelo vecinal y comunitario que ha caracerizado a estas celebraciones durante décadas con un mensaje claro: «La fiesta ye del pueblu, ¡que nun muerra!»