El local de Gijón que cambia décimos de lotería no premiados por croquetas: «Al menos te vas con un buen sabor de boca»
GIJÓN
El local de comida casera a domicilio «Como en casa» ha estado este lunes y martes recogiendo los boletos no afortunados
25 dic 2025 . Actualizado a las 10:48 h.La vida está llena de caminos inesperados y, para aquellos gijoneses que compraron décimos de lotería sin suerte, el restaurante «Como en casa» tiene preparada una solución que seguramente pocos podían esperar. Este local de Gijón está llevando a cabo una iniciativa en la que intercambia décimos de lotería no premiados del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad por croquetas, un premio que puede saber a poco, pero que es mejor que nada.
Tal y como explica Fernando Trabanco, propietario de este negocio de comida casera a domicilio, este es el tercer año que llevan a cabo este proyecto, que comenzó en 2023 y que, «al ver que la gente respondía», se ha ido manteniendo en el tiempo. Este martes, último día en el que se podían recoger las croquetas, el gerente cuenta que están «un poco liados» por la cantidad de personas que acuden a intercambiar sus décimos.
Según afirma, la idea surgió tras ponerla en común con varios de sus trabajadores: «Se nos ocurrió hablando así entre todos, pensando en todos los décimos que había que tirar, porque todos llevábamos bastantes décimos y dijimos: "oye, pues mira, podíamos dar con cada décimo una croqueta", que tampoco nos supone mucho, —bueno, sí nos supone mucho, porque llevamos montones de ellas—, pero bueno, sucedió así».
Una de las pocas condiciones que se imponen desde «Como en casa» es que cada persona puede intercambiar como máximo doce décimos, ya que, de lo contrario, pueden verse saturados: «El primer año no lo pusimos limitado y, claro, nos vimos desbordados porque había gente que traía cien décimos. Entonces, este año y el anterior, lo limitamos a doce por persona».
Trabanco asegura que en las últimas ediciones se entregaron 400 kilos de croquetas, una cifra que, como mínimo, este año espera igualar: «Este año hicimos también 400 y tenemos ahí una remesa, por si acaso nos quedamos cortos. Pero unos 400 kilos como mínimo vamos a regalar, pero tenemos una remesa por si hay que seguir haciendo porque tenemos una cola bestial», afirma.
Explica este empresario que la gente se «sorprende» cuando se entera de esta iniciativa, pero que supone un alivio para ellos, ya que, al menos, el dinero invertido «no se pierde del todo». Y es que, según cuenta, sus clientes dicen: «al menos vienes aquí y te vas con un buen sabor de boca, porque la gente está agradecida, la verdad», sentencia.