Los nuevos retos de Fernández-Escandón al frente de la patronal del metal

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Ulacia y Fernández-Escandón
Ulacia y Fernández-Escandón J.L. Cereijido | EFE

Reconoce que el tamaño de las empresas es un hándicap y aboga por la especialización, la internacionalización, la dimensión empresarial y la innovación

21 abr 2022 . Actualizado a las 20:13 h.

El nuevo presidente de Femetal, Antonio Fernández-Escandón, se ha comprometido este jueves a trabajar «sin descanso» para tratar de anticiparse a las exigencias del mercado y a mantener el sector metal como pilar fundamental de la economía regional. Así lo ha destacado en la asamblea extraordinaria de Femetal en su sede en Gijón, en la que ha sido proclamado como presidente al frente de la entidad, en la que ha dado el relevo a Guillermo Ulacia, que ha ostentado ese cargo los últimos ocho años.

Fernández-Escandón ha hecho repaso a las vicisitudes que ha tenido que atravesar el metal, especialmente desde la crisis financiera de 2008, que conllevó que casi 300 empresas se quedaran en el camino. Ha remarcado que el sector soportó la adversa coyuntura económica, si bien ha advertido de que los desafíos aún continúan, como la digitalización y la economía baja en carbono en una región con una fuerte dependencia de combustibles fósiles. Es más, ha asegurado que las amenazas siguen aumentando. Ha aludido a la pandemia de la COVID-19, a la crisis energética, a los retos de la descarbonización y a unos fondos Next Generation que siguen esperando «con cierta ansiedad».

Con todo, ha considerado que se requiere una fiscalidad equilibrada y homogénea en el territorio nacional y una regulación medioambiental que no sea un obstáculo perenne para la actividad empresarial. Además ha llamado la atención sobre la importante ruptura de la cadena de suministro de materias primas, la mayor de la historia, según él. Ha lamentado que, pese a ese contexto, el Gobierno español sigue adelante con los planes de descarbonización, que conlleva que las empresas sufran elevados costes energéticos, ralenticen su producción y se ponga en riesgo inversiones.

No obstante, ha animado a que, pese a los riesgos del mercado, no se pierda de vista las oportunidades que hay. Asimismo, ha apuntado que, con la guerra en Ucrania por la invasión rusa, la competitividad de las empresas del sector dependen de la capacidad de reacción del Gobierno español para paliar sus efectos. Aun así, ha destacado que la actividad del sector metal asturiano en 2021 creció un 21 por ciento de media y supone el 70 por ciento de las exportaciones regionales, el 11 por ciento del PIB autonómico y el 52 por ciento del empleo industrial.

Eso sí, ha reconocido que el tamaño de las empresas es un hándicap. En este sentido, ha apuntado que la integración de las principales cadenas de valor como suministradoras de servicio de las empresas tractoras será una de sus prioridades, de cara a que las pequeñas ganen dimensión y las grandes sean más competitivas. Quiere, en definitiva, que la industria metal no solo crezca en tamaño, sino en cifra de negocio también, siendo consciente de que la coyuntura actual hace que las empresas tengan «unas cuentas maltrechas, con márgenes muy ajustados o incluso inexistentes». A ese objetivo debe contribuir, según Fernández-Escandón, una apuesta por la I+D+i, así como un fomento de la colaboración público-privada y de la digitalización y de la automatización.

Ha abogado, igualmente, por la especialización, tanto en los procesos de fabricación como en los de los servicios a la industria. «Internacionalización, dimensión empresarial, innovación centrarán los objetivos de mi trabajo», ha asegurado sobre su mandato de cuatro años en Femetal. Ha reclamado, asimismo, una transición ecológica que sea realmente justa, en la que las empresas no se vean sobrecargadas de endeudamiento para hacer frente a los incrementos «desmesurados» de costes. A su juicio, es preciso encontrar un equilibrio que permita a las empresas seguir desarrollando su actividad en condiciones razonables y competitivas, sin perder la capacidad de liderazgo en el mercado y financieramente saneadas.

Fernández-Escandón también ha agradecido el trabajo realizado por Ulacia estos años. Especialmente ha agradecido su capacidad para anticipar las tendencias y exigencias del mercado y por el legado que deja. Le ha indicado, a este respecto, que no quieren perder su capacidad ni su empuje, por eso le ha animado a aceptar la Presidencia de Honor del clúster Metal Industry 4.0, creado bajo su Presidencia.

Ha explicado, asimismo, que acababa de finalizar su etapa a los mandos de Zitron, cuando le trasladaron la idea de presentarse a presidir Femetal, de la que ha indicado que durante 26 años formó parte de la junta directiva. Es por ello, que ha señalado que espera ahora de devolver a Femetal y a sus empresas todo lo que le han dado en estos años, a lo que ha dicho desear estar a la altura.

Fortalecimiento

Ulacia, por su lado, ha considerado que su decisión de no optar a la reelección tras ocho años de mandato es la correcta, una vez alcanzadas, según él, las metas que se habían propuesto. Se va, por tanto, por «coherencia, autolimitación y disponibilidad para dejar el cargo», pero también por la creencia de que si bien Femetal es imprescindible en el ecosistema socioeconómico de Asturias, no así la persona que lo ha dirigido estos últimos ocho años. De Fernández-Escandón, ha opinado que Femetal va a salir fortalecida con su nombramiento. Ha querido, eso sí, lanzar un mensaje: «Asturias tiene alma industrial y corazón de acero», ha resaltado.

Ha incidido, asimismo, en que se est haciendo un gran esfuerzo para que la sociedad entienda en que terreno se está jugando el futuro. Ha afirmado, unido a ello, que se necesita más y mejor innovación, no solo tecnológica, sino social y colaborativa también, además de confianza en las empresas y en sus capacidades.

Durante la asamblea se han podido escuchar mensajes pregrabados de despedida a Ulacia y de bienvenida al nuevo presidente de Femetal. Entre los agradecimientos escuchados durante la asamblea a la labor de Ulacia estos ocho años, está el del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien ha expresado su agradecimiento a Ulacia por su trabajo hecho por los empresarios no solo de Asturias, sino del país. Ha aprovechado, al tiempo, para darle la bienvenida a Fernández-Escandón, al frente de Femetal. Garamendi ha remarcado que Asturias es «el comienzo de nuestro gran país y una pieza fundamental en el concepto que es España», ha resaltado.

Por parte de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), ha hablado su presidenta, María Calvo, quien ha resaltado de Ulacia que supo defender «con rigor, seriedad y eficacia» los intereses de un sector clave en la economía asturiana. Entre sus logros, ha apuntado al impulso del clúster de Fabricación Avanzada, que les sitúa, según ella, en un lugar estratégico en el ecosistema de innovación española. Además, ha recalcado que su trabajo ha sido clave en FADE. En cuanto al nuevo presidente de Femetal, ha visto un gran acierto el haber elegido a Fernández-Escandón, del que ha apuntado que representa el rostro de la internacionalización de la empresa asturiana, estando al frente de una empresa líder mundial en el campo de la ventilación.