La IA al servicio de la industria y el medio rural: CTIC apuesta por la innovación tecnológica con impacto humano

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

IN ASTURIAS

Eva Castaño, Alberto Fonzález, Marta Tamargo, Enrique López, Daniel Sánchez, Marta Muñoz y Pablo Coca
Eva Castaño, Alberto Fonzález, Marta Tamargo, Enrique López, Daniel Sánchez, Marta Muñoz y Pablo Coca

El Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación ha sido elegido por la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) como referente nacional para mostrar la labor que realizan estas entidades

07 oct 2025 . Actualizado a las 17:19 h.

Innovación, sostenibilidad y compromiso son tres palabras que definen al Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC). Reconocido por el Ministerio y especializado en digitalización, gestión de datos e inteligencia artificial, el CTIC trabaja estrechamente con numerosas empresas asturianas. En el marco de Meetech Spain 2025, que se celebrará el próximo 13 de noviembre en Madrid, la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) ha seleccionado al CTIC como referente nacional para mostrar la labor diaria de estas entidades en la implementación de tecnología e innovación en soluciones de valor para empresas y entornos rurales.

Fundado en 2003 e inspirado en los centros tecnológicos emergentes de Países Bajos y Finlandia, el CTIC nació con una premisa clara: el desarrollo tecnológico no conoce fronteras. Más de veinte años después, el centro aplica más de veinte tecnologías a lo largo de la cadena de valor del dato, utilizándolas para resolver necesidades y desafíos tanto en el ámbito empresarial como en la salud y el bienestar de las personas. 

Con sede en Gijón y Peón, este centro tecnológico cuenta con un equipo multidisciplinar. Según Pablo Coca, director general del CTIC: «En un centro de innovación podríamos esperar encontrar ingenieros, informáticos o graduados en telecomunicaciones y matemáticas. En nuestro caso, también contamos con perfiles de ciencias sociales y humanidades, que resultan fundamentales. Tenemos licenciados en arte, historia, psicología, filología, entre otros». Para el CTIC, el componente humano es esencial en el desarrollo de nuevas tecnologías. «Aunque la Inteligencia Artificial nos pueda ayudar a la hora de gestionar una empresa o una pyme, la última decisión tiene que ser humana», añadía Daniel Sánchez, Responsable de AI empresarial de CTIC.

Actualmente, el CTIC centra su labor en tres ámbitos principales. En primer lugar, busca impulsar el desarrollo económico de las empresas, fomentando también su sostenibilidad. En segundo lugar, pretende generar un impacto positivo en territorios inteligentes; como recuerda Pablo Coca, «en nuestros comienzos, el CTIC gestionaba los telecentros que garantizaban que todos los concejos de Asturias contaran al menos con un punto de acceso a internet». Por último, el centro se dedica a extraer y digitalizar el conocimiento existente en cada territorio, transformándolo en información útil para el desarrollo local y empresarial. 

Hoy en día, el CTIC colabora con más de 25.000 empresas a nivel regional para impulsar la transformación digital y la innovación tecnológica. Por un lado, participa en proyectos de innovación disruptiva junto a empresas con un alto nivel de madurez digital, aplicando tecnologías emergentes como inteligencia artificial, blockchain o computación cuántica. Por otro lado, el centro también desarrolla proyectos de innovación incremental con empresas que aún se encuentran en niveles moderados de digitalización, ayudándolas a avanzar de manera gradual hacia la transformación tecnológica. 

La Inteligencia Artificial al servicio de la industria 

Empresas como Industrias Lácteas Monteverde o TEKOX, ambas con más de 70 años de historia familiar, se benefician del apoyo del CTIC mediante el uso de inteligencia artificial predictiva y de simulación. Un ejemplo destacado es el caso de TEKOX, dedicada a la fabricación de material eléctrico de baja tensión. Según Alberto González, director de operaciones de TEKOX, «gracias a la recopilación de datos, hemos podido analizar los patrones de mercado de nuestros clientes, lo que nos permite anticiparnos a las necesidades de materias primas y evitar roturas de stock». 

En el caso de Industrias Lácteas Monteverde, la inteligencia artificial ha permitido registrar y conservar el conocimiento acumulado por los maestros queseros a lo largo de los años, asegurando que las recetas originales se mantengan intactas sin importar la generación al frente de la empresa. Además, la tecnología ha facilitado una producción más uniforme de los productos, la IA aconseja a la empresa, entre otras cosas, cómo distribuir los litros de leche de forma adecuada, lo que se traduce, asegura Daniel Sánchez, «en un sello de calidad». 

Nuevas interacciones entre el humano y la máquina

La inteligencia artificial abre un abanico de posibilidades en la forma en la que los humanos interactuamos con la tecnología, permitiendo explorar nuevas maneras de percepción, colaboración y aprendizaje. En este contexto, el CTIC ha desarrollado Athenea, un laboratorio de vanguardia diseñado para que la interacción entre las personas y los sistemas tecnológicos sea natural,  cómoda y eficiente. ç

Athenea, laboratorio para experimentar la interacción persona-máquina
Athenea, laboratorio para experimentar la interacción persona-máquina

El laboratorio cuenta con una plataforma inmersiva de teleoperadores, así como trajes y guantes hápticos que permiten recibir estímulos a través del tacto. Además, incorpora gafas de realidad virtual y mixta que sitúan al usuario en el centro de la acción. También dispone de un robot colaborativo, que amplía las posibilidades de experimentar escenarios de trabajo compartido entre humano y máquina, junto con sistemas de monitorización y registro de la actividad cerebral, ofreciendo así una visión más profunda de la percepción del usuario. 

Esta tecnología representa una apuesta estratégica por poner a las personas en el centro del proceso de digitalización. «No se trata solo de mostrar tecnología, sino de generar experiencias que permitan comprender cómo estas herramientas pueden mejorar la toma de decisiones, reforzar la seguridad y abrir nuevas oportunidades en sectores como la movilidad, la salud o la industria», señalan desde el CTIC.

LA IA al servicio de la eficiencia energética y el medio rural

Con el objetivo de llevar los avances tecnológicos a las zonas más alejadas del centro urbano, en 2019 nace CTIC RuralTech, el primer centro de inteligencia territorial e innovación tecnológica para el medio rural en España. Con más de 17.000 metros cuadrados y conservando el legado de Ramón Álvarez de Arriba, RuralTech mantiene en funcionamiento la antigua escuela ganadera, que hoy opera como escuela infantil y primaria. 

Influencia de CTIC RuralTech en el valle de Arroes, Peón y Candanal
Influencia de CTIC RuralTech en el valle de Arroes, Peón y Candanal

RuralTech se centra principalmente en dos ámbitos, por un lado, el factor tecnológico y por otro el de comunidad. «Queremos involucrarnos en las necesidades de los vecinos de Peón, Arroes y Candanal, trabajar con ellos y mantener un vínculo cercano con la comunidad». Un acercamiento que se reforzó tras el reconocimiento de esta zona asturiana como Pueblo Ejemplar por los Premios Princesa de Asturias en el año 2023. 

Pero el compromiso de CTIC con el entorno rural no termina ahí. El CTIC impulsa además una línea estratégica dedicada al cambio climático y la huella de carbono orientada a transformar los sectores agroganadero, forestal y rural mediante la digitalización avanzada, la sonorización y la analítica ambiental aplicada. «Nuestra propuesta de valor se cimenta en una visión integral que conecta las mediciones precisas, el estudio de emisiones y absorciones, la generación de estrategias territoriales sostenibles y la transferencia tecnológica, facilitando así la transición ecológica en los territorios rurales y productivos», apuntan desde el centro. 

Además, gracias a la inteligencia artificial, el CTIC permite conocer la tradición asturiana de manera inmersiva. Con gafas de realidad virtual, es posible adentrarse en una cueva de queso cabrales o escanciar un culín de sidra sin derramar ni una gota.