¿Por qué «Operación Triunfo» es el único «reality» que triunfa este año?

C. Barbería

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El programa de talentos ha conseguido convencer a la audiencia con una fórmula renovada en la que la naturalidad y el esfuerzo son básicos

13 nov 2017 . Actualizado a las 22:52 h.

Operación Triunfo vive buenos tiempos. El descanso de estos años que vivió el formato y la vuelta a la televisión con algunos interesantes detalles la han convertido en el fenómeno de la temporada. OT se ha convertido, por méritos propios, en uno de los mejores programas del año. Pero, ¿cuáles son las razones? 

Mientras Gran Hermano muere lentamente, el canal 24 horas de Operación Triunfo va ganando adeptos cada día. La televisión está cambiando y algunos de los clásicos no están siendo capaces de adaptarse a la nueva realidad. El programa de convivencia de Telecinco observa con preocupación como cada semana se le escapan los espectadores; mientras que Operación Triunfo vive el caso contrario. El espacio de talento musical de TVE ha conseguido enganchar a la gente frente al sofá, y lo que es más interesante, lo ha conseguido hacer más allá de los lunes, día en el que se celebran sus galas.

Aunque Operación Triunfo está concebido como un talent show, lo cierto es que el programa se ha convertido en el reality más famoso y exitoso de esta temporada. Miles de espectadores (y a veces decenas de miles) se enganchan cada día al canal 24 horas de Youtube para estar atentos de cualquier movimiento que se produce dentro de la Academia de Operación Triunfo. Pero con naturalidad, sin las estridencias típicas de Telecinco. Y ahí es probablemente donde se encuentra la fórmula secreta del éxito de TVE. Los de la cadena pública han conseguido mostrar el día a día de gente normal, que podemos cruzarnos en la calle, que no necesitan sobreactuar para enamorar a la gente, que no buscan fama a cualquier precio. A lo que se suma su enorme talento.

Operación Triunfo también ha conseguido sobreponerse a otros talent de la televisión, como La Voz. El  seguimiento diario de los triunfitos, a los que se puede ver ensayando, pero también comiendo y planchando, consigue que la audiencia se enganche y empatice con los concursantes, provocando toda clase de comentarios en redes sociales. 

El casting ayuda y mucho. Jóvenes con talento, desprendiendo buen rollo y compañerismo. Los profes también ayudan. Noemí Galera, los Javis, Manu Guix y compañía ayudan a sus triunfitos con sabiduría pero sobre todo con una alegría que contagia. El resultado es un reality show que apetece ver como vía de escape a la rutina. La audiencia está harta de peleas, relaciones sobreactuadas y oportunismos. Y Operación Triunfo ha conseguido desvestirse de todo eso para presentarse con una cara renovada (gracias a las nuevas tecnologías) pero manteniendo todos los ingredientes que lo convirtieron en historia de la televisión en el 2001, cuando Rosa y los demás enamoraban a toda España.